Por: Semanario

La primera semana de diciembre estuvo plagada de jugadas sorpresa en torno al armado del gabinete de ministros que acompañará a Alberto Fernández y que fue presentado el viernes pasado.

Precisamente el martes 3 por la tarde, SEMANARIO, poco afecto a las primicias pero sí a la información veraz, publicó en su portal de noticias en internet que Mario Meoni sería el nuevo ministro de Transporte, que acompañará al Presidente de la Nación, Alberto Fernández, en el inicio de su gestión.

Meoni, el juninense, el lavacopas, el radical.

Aquel joven que incursionó en el radicalismo hace más de tres décadas y llegó al Concejo Deliberante desafiando a los boina blanca que cerraban filas en torno a Abel Miguel y le daban poca injerencia, casi como una señal premonitoria de que su futuro debería manejarlo imponiéndose a pura pasión y estrategia para ocupar el lugar buscado el cual parece no encontrar techo.

Estrategia que le sirvió para ir anudando apoyos y ganar la intendencia a sus propios correligionarios que, a partir de allí, dejaron de lado el ninguneo para volcarse al rencor.

Vinieron luego sus tres períodos como jefe comunal, con aciertos y disparates de gestión, siempre haciendo equilibrio en la cuerda a la hora de tejer alianzas políticas que lo ubicaron pegado a Julio Cobos, cuando el mendocino llegó a vicepresidente y luego que éste rompiera con Cristina Kirchner tras la 125 del campo, virara con otro rupturista del kirchnerismo, Sergio Massa.

Desgastado después de 12 años como alcalde, la frescura del PRO y sus promesas con Pablo Petrecca, lo dejaron sin poder local, pero con los innumerables contactos a nivel provincial y particularmente nacional.

Cuando todos creían en su retirada, llegó a ocupar una de las direcciones del Banco de la Provincia de Buenos Aires y vuelta a tejer lazos desde el Frente Renovador que había salido fortalecido –paradójicamente- tras la derrota kirchnerista y Massa juntaba votos mientras coqueteaba con Mauricio Macri.

Fue a mediados del año pasado cuando Meoni, en una entrevista con SEMANARIO, ensayó la vuelta al plano local y habló de sus aspiraciones para presentarse en una nueva candidatura a intendente para 2019.

Mientras desde el Frente Renovador Junín se medían para saber quién estaba mejor, la alternativa terminó siendo otra vez él y recompuso el ajado traje de intendente que no había quedado en buenas condiciones, todo eso sin perder un centímetro de su participación nacional.

El BAPRO le sirvió como oficina para seguir tejiendo redes con la política. En rigor, confesó a este medio que los “números” lo habían empezado a apasionar y le brindaban una riqueza intelectual en materia económica y financiera.

Este año, cuando aún desde el Frente Renovador a nivel local no tenía definida su candidatura, Massa, en una de sus visitas a Junín, dijo que lo quería dentro de la Cámara de Diputados de la Nación.

Luego, la historia reciente. El acuerdo del FR con el Frente de Todos, la recomposición entre “Sergio, Cristina y Alberto” y Meoni ubicado como protagonista y no como público.

Era el mejor posicionado en los números de Junín y compitió con Victoria Muffarotto en las internas. Le ganó y juntos en las PASO sumaron seis mil votos más que Petrecca.

El líder de Cambiemos en Junín le dio vuelta el resultado en las generales y ahora tiene otros cuatro años más para administrar la comuna.

Meoni, resignado en el plano local, prometió no presentarse más al cargo de jefe comunal, mientras ya tenía ofertas en la administración nacional en la que habían triunfado sus aliados, ganando también la provincia.

NADIE ES PROFETA

Aunque remanida, la frase de que “nadie es profeta en su tierra”, adquiere en Junín una significancia superlativa.

Hay en parte de la comunidad una suerte de desprecio hacia los logros de algunos coterráneos, como minimizando su tarea y mucho más aún cuando de política se trata, particularmente cuando han sido elegidos por el pueblo, ya que de militares tenemos nombres, monumentos y recordatorios por todos lados.

Según los datos históricos, Meoni es el segundo juninense en ocupar la función de ministro de la Nación ya que el abogado Rafael Francisco Amundarain, nacido en Junín el 24 de julio de 1911, fue quien ejerció el cargo de Ministro de Industria y Comercio de la Nación durante la presidencia de Juan Domingo Perón, además de haber desempeñado tareas como jefe de la Dirección General Impositiva en Ayacucho, Junín y Avellaneda, fue subgerente del Banco de la Nación Argentina en 1950, subgerente administrativo del Ministerio de Transporte de la Nación al año siguiente y murió a los 93 años de edad, en 2009 en Adrogué.

Valga también el ejemplo del vicegobernador Arturo Crosetti, quien secundó en los años ‘60 al primer mandatario provincial, el “bisonte” Oscar Alende y que recién este año fuera colocado su nombre en una plazoleta de la ciudad.

Es más, varios medios locales fueron reticentes a publicar el nombramiento de Meoni hasta varias horas (y días) después de confirmado, como si negarlo haría que no ocurriera, tal como les pasó a varios de sus opositores.

El hecho también fue parte de los comentarios de las redes sociales, clara muestra del nivel de resentimiento y rencor en el que como sociedad estamos inmersos y que tendrá que ser materia de tratamiento por parte de los distintos actores sociales para poder construir algo mejor a lo que tenemos.

De todas maneras, no es un hecho casual la llegada de Meoni al ministerio. Su participación en la política nacional ha sido seguramente la más destacada hasta ahora que la de otro político local, debido a sus influencias y apariciones mediáticas.

Por otra parte, es considerado un buen relacionista, tiene llegada a todos los sectores y su nombramiento tuvo la venia no sólo del massismo, sino que Máximo Kirchner, con quien dialoga en forma frecuente, también le dio el apoyo para el cargo.

Del mismo modo, y a diferencia de algunos de sus pares, Meoni, si bien se alejó del espacio de Cristina, se cuidó luego de no ejercer críticas contra ella ni contra Unidad Ciudadana. Asimismo, el juninense mantiene buen trato con sus pares provinciales del BAPRO y durante cuatro años generó una buena relación incluso con la gobernador María Eugenia Vidal y algunos de sus funcionarios.

REPERCUSIONES NACIONALES

Bajo el lema ministerial “Planificamos, ejecutamos, gestionamos y fiscalizamos políticas y obras de transporte que conectan el país y mejoran la calidad de vida de sus habitantes”, el juninense tendrá a su cargo un área de vital importancia para el desarrollo del país y se ocupará de las rutas y autopistas, trenes, aviones, puertos y la red Sube.

Reemplazó a Guillermo Dietrich y sin dudas no faltarán las comparaciones con otro hombre de la región, Florencio Randazzo, quien ocupara el cargo bajo la presidencia de Cristina Fernández de Kirchner y fuera recordado por el parcial refortalecimiento del ferrocarril.

Paradójicamente será Meoni quien decida acerca del futuro de la fallida autopista de ruta 7 que se comprometiera a finalizar el año pasado el gobierno de Cambiemos y terminó inaugurando de modo apresurado y desordenado no más de 40 kilómetros de los 160 planeados.

La polémica que se intentó generar con Hugo Moyano tras la designación del líder local del FR, duró poco, al menos hasta que el camionero hizo declaraciones.

Moyano sostuvo, al referirse a Fernández antes de conocerse la noticia: “No necesito cobrar nada, no me debe nada. Nosotros queremos colaborar y contribuir para que todo salga bien”. Al respecto, reveló que “hablamos de poner a un hombre en Transporte que conozca la actividad, no como el que está ahora”, apuntó hacia Guillermo Dietrich, a quien acusó de tener experiencia solamente “en bicisendas y peajes, ha hecho buenos negocios con el presidente”.

Sobre el Ministerio de Transporte dijo que “si va alguien que no sabe perjudica la actividad, no quiero a alguien de mi confianza, sino alguien que sepa", aclaró el gremialista. Al respecto agregó que “no podemos pretender 10 cargos”.

Consultado por la designación de Mario Meoni para Transporte, Moyano declaró: “No lo conozco personalmente, lo importante es que cumpla la función como corresponde”.

FUNCIONES DEL MINISTERIO

El área que será comandada por Mario Meoni  fue creada en 2015 con la presidencia de Cristina Fernández, luego que se separara lo que era el Ministerio de Interior y Transporte.

El artículo 21 de la Ley de Ministerios​ indica que le compete al Ministerio de Transporte asistir al Presidente de la Nación y al Jefe de Gabinete de Ministros, en orden a sus competencias, en todo lo inherente al transporte aéreo, ferroviario, automotor, fluvial y marítimo, y, a la actividad vial, se agregó en el último tiempo el manejo de la red SUBE.

Desde esa cartera se ocupan, entre otras cosas, de ejercer, en el ámbito de su competencia, facultades de contralor respecto de aquellos entes u organismos de control de las áreas privatizadas o dadas en concesión en el área de su competencia, así como también hacer cumplir los marcos regulatorios correspondientes, y entender en los regímenes de tarifas, cánones, aranceles y tasas de las mismas.

Así también la elaboración y aplicación de políticas estratégicas de armonización federal, la coordinación nacional, la registración y sistematización de datos relativos al Sistema Nacional de la Seguridad Vial; en la elaboración y ejecución de la política nacional de transporte aéreo y terrestre, así como en su regulación y coordinación.

Se ocupa de todo lo relacionado con el transporte internacional terrestre, fluvial, marítimo y aéreo y lo relacionado con la construcción, habilitación, administración y fiscalización de las infraestructuras correspondientes a los diversos modos de transporte, en particular los puertos y vías navegables.