Terminó la época de la vista gorda, pasaron los tiempos electorales y la campaña, cuando se miraba hacia un costado para no ‘ofender’ a nadie con exigencias. Con el nuevo año, arrancaron a full los operativos de tránsito y la Agencia de Recaudación Vial llena de motos secuestradas el predio ubicado en Chaco y Primera Junta: cada una debe pagar el acarreo para ser recuperada por su dueño y la jugosa multa correspondiente.

En los últimos días, el propio director de Seguridad del municipio, Luis Chami, contó en declaraciones periodísticas que se realizan por día alrededor de 100 operativos de interceptación vehicular, fijos y dinámicos, en diferentes puntos de la ciudad y con participación de efectivos de distintas dependencias de la fuerza pública.

Esto, traducido, significa que el vecino puede encontrarse en cualquier esquina de la ciudad con alguno de estos “operativos cazabobos”, que acechan para sancionar la falta de cualquier tipo de documentación. Cientos de vehículos estacionados en el predio de la ASM confirman este accionar oficial, que –a partir del gran aumento que han sufrido los valores de las multas- tienen un gran rédito económico para el Gobierno municipal, importantísimo para las épocas de vacas flacas que se avizoran. 

En este marco, el mismo Chami aseguró que “se identifican un promedio de 260 vehículos y 430 personas por día”. La gente y sus vehículos se “presentan” ante los inspectores y policías.

Como siempre, el acento de la supuesta “prevención” está puesto en el control de la documentación de los rodados y sus conductores: es muy poco probable que haya alguna infracción labrada por cruzar un semáforo en rojo, circular en contramano o por la vereda, estacionar en doble fila o andar con varias personas en una misma moto, por ejemplo, que son acciones que ponen en peligro la vida propia y ajena y marcan el caos del tránsito local.

Estas faltas no tienen sanción. Sólo la ausencia de algún papel… que es lo que luego deja divisas. La vida parecería que sigue sin importar.

EVENTO LAGUNERO

Qué mejor ejemplo para demostrar la intención recaudatoria de las autoridades municipales con el tránsito que el evento Actitud Rock and Bike que se llevó a cabo en la Laguna de Gómez durante el fin de semana.

Mientras la rigidez de los agentes con el señor que salió de trabajar toda la jornada se mantiene en las calles de la ciudad, en el Camino a la Laguna de Gómez se ignoró la posibilidad de realizar control de alcoholemia, con la sanción correspondiente para los infractores. Se trató de un evento organizado y alentado por el municipio, con carritos gastronómicos, presentaciones de bandas de rock y… mucho alcohol.

Por suerte, no hubo que lamentar víctimas ni accidentes. Y quedó demostrado que la Agencia de Recaudación del municipio controla lo que le conviene, a veces, según dónde y a quién…