martes 16 de abril de 2024

HUMOR POLÍTICO | 21 ene 2020

PAGINA AMARILLA

El Reino de Alexia

Alexia sabe que el tiempo de plumaje blanco quedó atrás y que si hubo un tiempo que fue bueno (para él) ya quedó en el pasado y ahora deberá arremangarse de lo lindo si quiere seguir surfeando la ola.


Por: Semanario

Alexia arrancó un nuevo período al frente del reino. Como cada temporada, sus cañones los apunta a cualquier pato que se le cruce en vuelo, no obstante, uno de sus caballitos de batalla es la laguna del reino. Es el lugar que los de las afueras, que no pueden ir un poco más allá de los límites del dominio, eligen cada año para disfrutar y pasar buenos momentos. También por los otros, los pocos que pueden pero se toman pequeños descansos en el lugar. Es el paseo veraniego del reino, al que Alexia prometió embellecer. Bueno, prometió, antes de su reelección. Ahora que se aseguró el trono, parece se olvidó.

Estuvo años y años martillando con el camino real, que finalmente pudo terminar (no él, sino Amarillo I y Mariú I) pero le quedó el resto. El resto es todo lo demás: cortar los yuyos en la laguna, poner un poco más de arena en la playita, pintar las columnas de luz, acondicionar y reparar los juegos, agregar luminarias en zonas oscuras, acondicionar o construir el nuevo espigón, o sea, casi todo.

Por lo pronto, la emprendió con algunas acciones para las que no precisa un acre: entusiastas nadadores se dieron unos buenos chapuzones que le sirvieron para hacer un poco de ruido. Sí, duró lo que dura un suspiro de novia, fue casi nada y al rey le urge encarar otras cuestiones, porque el año es largo y esto recién empieza.

A Alexia le está empezando a apretar la capa, y todavía le falta un largo camino por recorrer al frente de su segundo período, ya sin sus padrinos reales, lo que le augura un tiempo de no pocas carencias. Por algo ya anunció: lo que viene será más austero en el reino. Si alguno pensaba en obras como las anteriores, mejor que se vaya olvidando. Es que el futuro preanuncia algunas cuestiones menores y –eso sí- mucho ruido, para compensar el faltante de todo lo demás.

Ojo al piojo. Habrá que prestar oídos al trabajo de los retratadores y juglares del palacio. Serán los encargados de disfrazar y entretener lo que se diga, como para que parezca que es mucho lo poco que se hará.

Porque Alexia sabe que el tiempo de plumaje blanco quedó atrás y que si hubo un tiempo que fue bueno (para él) ya quedó en el pasado y ahora deberá arremangarse de lo lindo si quiere seguir surfeando la ola.

Sin acres ni reyes-jefes, sólo la creatividad, el ingenio, los acuerdos y su propia capacidad serán las tablas salvadoras para un futuro que dejó de ser color de rosa hace bastante tiempo. O sea, una cagada. Justo ahí, está el centro del problema. El quid de la cuestión. Todo depende de lo que pueda generar per se.

O sea, el reino está lleno de interrogantes. ¿Sin futuro? “Agarrate Catalina”, le dijo una de las afueras a su vecina. “Se viene el oleaje y nosotros todos en bolas”, agregó otro.

PetrEgo

PetrEgo no puede decir que no sabía con qué se iba a encontrar. Porque fue el mismo quien cerró el año pasado sus primeros cuatro años de gestión. Ahora, que renovó sus votos  al frente del sillón de Rivadavia, salió con una nueva impronta, disfrazada ante la escasez.

Es que ya no están ni Mauri, ni Mariú… uno disfrutando de viajes por el  mundo y la otra del amor también allende los mares. Al menos no están para venir cada vez que PetrEgo precisó mostrar aspectos de la mejor gestión de los últimos 50 años. Y por eso, la nueva etapa comenzó con apertura de… paraguas. Rápido para los mandados, PetrEgo se encargó de que sus medios acólitos reprodujeran sus pesares futuros: “No habrá plata, no habrá obras, no habrá lo que había”. ¿Y? ¿Entonces, qué habrá? Fiel a sus principios marketineros (más fuertes que sus convicciones políticas casi como comandante de avión en picada antes de un impacto), salió a inaugurar. No ya pavimentos, ni cordones cunetas, ni siquiera semáforos o pintura de sendas peatonales. No. Apenas un inflable, un corte de calles y un grupo de músicos para amenizar la tarde dominguera de un pequeño grupo de vecinos aburridos del barrio Respuela. PetrEgo ‘inauguró el centro comercial a cielo abierto de Padre Respuela’. Título pomposo si los hay para un apretado puñado de comerciantes que se las ingenian para pagar la luz, el gas, los alquileres y hacer frente a una escuálida venta, todo producto de su ex jefe amarillo, don Mauricio ex presidente.

Como si hubiera salido de un repollo, PetrEgo ensalzó  lo linda que está la avenida, ‘a la que dotaron de luces led  y cámaras de seguridad’. Vaya anuncio trascendente en medio del piojo que no se va. Toda una definición de los nuevos tiempos del monarca comunal.

Así vendrá la nueva era, parece. Anuncios de la vieja guardia, con ideas ancladas en frases efectistas, alejadas de la realidad. Y sin obras ni ayuda. Bienvenido 2020. Un viaje impredecible para una gestión que perdió sus padrinos, y el norte antes que los otros se fueran empujados por los votos.

En verdad, una especie de ‘calma chicha’. ¿PetrEgo podrá sortear su tormenta?

Te contamos todo lo que NO HICIMOS esta semana

- Pintar la parte de arriba de las columnas de la avenida Padre Respuela.

- Pintar las sendas peatonales de la avenida, en inmediaciones del colegio Padre Respuela.

- Poner algún cartelito señalador de calles; agregar algún semáforo, tapar algún bache… Uffffff.

- Tapar el canaletón a cielo abierto de la avenida Padre Respuela y Circunvalación.

- Hacer algo con la terminal de ómnibus, que empezó a ver cómo le crecen los yuyos.

- Crear un nuevo cargo. Ya le inventamos uno al hermano Walter, ahora falta otro para el mayor de sus hijos. ¿Jefe de guardería de lactantes?

- Subimos las tasas, bajamos las tasas para algunos, los matamos a otros. Vamos viendo.

 

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