viernes 19 de abril de 2024

LOCALES | 25 ene 2020

Vecinos enojados

El municipio intima al pago de tasas por servicios que no presta

En el barrio San Cayetano hicieron públicos los reclamos enviados desde la comuna a los domicilios deudores y respondieron con pedidos por servicios públicos y de seguridad a los que jamás les dieron respuesta.


Los vecinos del barrio San Cayetano explotaron: en los últimos días, recibieron intimaciones de pago por parte del municipio para que se pongan al día con los montos adeudados por tasas. Las mismas tasas que significan una contraprestación que la comuna no brinda.

A través de las redes sociales, expresaron su indignación: “Recibimos esta intimación, pero graciosamente y como una tomada de pelo a las notas que les enviamos. No tenemos luz en la calle, los vecinos se van y yo vendo porque nos viven robando. No podemos entrar ni salir del barrio cuando llueve y jamás pasa el regador”.

Además, acompañan el cuadro de desesperados pedidos de ayuda enviados al intendente Petrecca y a las autoridades policiales de la Comisaría Segunda, con fecha de junio de 2019, a las que nunca obtuvieron respuestas ni mejoras en los servicios.

En este caso se trató de los vecinos ubicados sobre calle Primera Junta, entre calles Entre Ríos, Cichero y Dulbecco. En las cartas, se pone de manifiesto el permanente accionar delictivo que mantiene en vilo a los habitantes del sector, con merodeos constantes de delincuentes, que arrojan piedras sobre las casas y se esconden en edificaciones a medio terminar.

“También están en el campo sin luz de la ex quinta de Borchex, a la que luego de abrirle un pasillo en el que tienen más acceso y aún mejor vía de escape, dado que este pasillo similar al de las villas. Es un lugar angosto, sin luz y de difícil acceso en vehículo, dado los pozos, ramas y otros, de esta forma hemos visto perderse corriendo personas y motos que móviles policiales han tratado de identificar frente al llamado de los vecinos”, reclamaban hace meses los vecinos.

A esto se suma que Primera Junta no cuenta con alumbrado público en su intersección con Dulbecco y hacia el lado de Necochea, lo cual torna más compleja la situación.

Los movimientos y peligros nocturnos son constantes, y a pesar del incremento del 100% en la Tasa de Seguridad, el municipio nunca arregló el tema y brindó soluciones y seguridad a los vecinos, que viven en una pesadilla constante.

Ahora, tras años de hacer oídos sordos a estos reclamos, el intendente Petrecca sí los tiene presentes a la hora de salir a recaudar y les envía intimaciones por falta de pago de las tasas.

VIEJO RECLAMO

En la edición de enero de 2018 de SEMANARIO, ya se daba cuenta de esta situación en el barrio San Cayetano.

“Tapados por los yuyos de la quinta Borchex y varios lotes baldíos, la falta de iluminación efectiva en las calles que se transforman en trampas insuperables los días de lluvia, las ‘juntas’ sospechosas en las esquinas y sobre todo, una presencia policial casi nula, conforman el caldo de cultivo para el accionar impune de delincuentes que desvalijan una y otra casa.

Los vecinos del barrio San Cayetano, delimitado por calles Italia, Primera Junta, Avenida Libertad y Ruta Nº 188, aseguran que no hay prevención, salvo la de ellos mismos que viven encerrados en sus casas. Incluso, sin dormir cada noche, porque deben soportar ruidos, piedras que rebotan en los techos y otros ‘artilugios’ que utilizan los ladrones para determinan si hay gente dentro de la vivienda para poder ‘actuar’.

Los habitantes del sector se sienten ‘vigilados’: aseguran que siguen sus movimientos para poder ingresar a las casas cuando están vacías. ¿Y cómo lo hacen? Se repiten los procedimientos: toman carrera y patean las cerraduras de las puertas hasta poder abrirlas, dejándolas casi destruidas. Y esto pasa a cualquier hora.

Muchos objetos robados se encontraron en la quinta Borchex, un lugar casi prohibido para la policía con pasadizos entre los yuyos, colchones y objetos tirados. La falta de limpieza lo ha transformado en una guarida soñada por los chicos del mal.

Así, en este panorama con el que terminan el año e inician uno nuevo, los vecinos sueñan con respuestas desde el municipio y una policía que deje de cumplir horario de comercio, para también circular por esas calles después que se pone el sol cada día”.

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