jueves 28 de marzo de 2024

LOCALES | 27 ene 2020

Ciudad abandonada

Las calles de Junín, repletas de pozos

Se dificulta la transitabilidad por muchos sectores de la ciudad. Ya no son solamente las calles de tierra las olvidadas por el municipio, se pone de relieve con el paso de los meses la falta de trabajos de mantenimiento en el pavimento. ¿En qué se gasta la tasa que se paga con el combustible?


La falta de mantenimiento de las calles de la ciudad está a la vista: no  hay cuadra que no tenga un pozo sin reparar.

Siempre se hizo hincapié en la dificultad que sufren los vecinos que habitan en sectores con calles de tierra: son remolinos de tierra los días de sol y pantanos infranqueables cuando llueve.

Ahora se suma el reclamo de todos los habitantes de la ciudad por el estado general del pavimento en los distintos barrios, ya sin distinción de barrios.

Dado el largo tiempo sin tareas de reparación, y sobre todo cuando empieza a “asomar” algún bache para evitar su extensión, el pavimento se ha transformado en una trampa peligrosa para trenes delanteros de automóviles y la estabilidad de las motos.

Hay baches, pozos, rajaduras… y todo sin arreglar. Los funcionarios municipales parecen circular por espacios especiales donde el asfalto está impecable.

En cada barrio, los vecinos pueden dar cuenta de esta situación con un pozo sin reparar cerca de sus casas: muchos tal vez superficiales, otros más profundos y peligrosos. Por ejemplo, a la vera del coqueto Parque Central del que se ufana el municipio, la calle Jean Jaures es un verdadero mapa de pozos y baches.

¿Y LA PLATA DONDE ESTÁ?

En 2014, bajo la administración de Mario Meoni, se impuso un canon a los combustibles, con la idea de generar más obras para toda la ciudad y localidades del partido.

En ese entonces, a través de este plus que se cobra por cada litro de nafta y gasoil vendidos en las estaciones de servicio, se calculaba una recaudación anual de $ 9.500.000, lo que equivalía a 137 cuadras de pavimento.

La tasa fue ideada para incrementar los trabajos de pavimento, repavimento, cordón cuneta, desagües y cloacas, servicios básicos e indispensables para una mejor calidad de vida.

Este canon fue mantenido por el gobierno de Pablo Petrecca, pero se ignora cuánto se recauda anualmente aunque sin dudas los montos han ascendido en forma interesante. Pero, a pesar de la transparencia declamada por los representantes de Juntos por el Cambio, lo cierto es que el municipio no da cuentas de cuánto ingresa y en qué se invierte la plata que los juninenses ponen cada vez que se acercan al surtidor.

Queda claro que en reparaciones por roturas que se producen en el pavimento, no se gasta.

La recaudación se pierde en las rentas generales y, tal como ocurre con la Tasa de Seguridad, la administración petrequista la gasta a discreción, donde le parece y sin rendir cuentas. Pero... el intendente Petrecca ya fue a pedir fondos a la Nación para hacer frente a los gastos que representan estas obras de exclusiva competencia municipal.

Mientras, los vehículos que transitan por la ciudad no sólo pagan la tasa con la nafta sino también pagan las consecuencias.

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