martes 23 de abril de 2024

HUMOR POLÍTICO | 31 ene 2020

PAGINA AMARILLA

El Reino de Alexia


Por: Semanario

Por el reino pasaron las fiestas, se fueron los Reyes, llegó el verano, y siguió el piojo. Todo en un santiamén, y no se vio el efecto del viejo dicho popular de algunas abuelitas de las afueras que machacaban con… ‘año nuevo, vida nueva’.

Minga. Los pesares no se fueron y la única novedad es que el calendario cambió el número. En el reino de Alexia, la historia sigue más o menos igual. O sea, barranca abajo. Cada mes que pasa se nota el faltante del padrinazgo de Amarillo I y Mariú I y la escasez de a poco empieza a apretar los sueños del monarca del pago chico. Esta historieta se veía venir, y no solo porque sus jefes ya no están. Se acabó el sueño de la alineación planetaria y los retratadores diciendo cualquier cosa que sirviera para levantar humo más que obras y la máscara que los cubrió dio paso a la realidad. Sin un soberano acre para  nada, lo que viene deberá salir de la imaginación del dueño temporario del sillón de Rivadavia. Por eso mismo, el reino está un poco –algunos dicen bastante- cagado.

Pasa que si todo depende de la inventiva de Alexia, de sus ideas y proyectos, lo más probable es que abunden los baches y falten las obras. O que el tiempo pase, la vida siga y nada cambie. Hay obras trascendentales para encarar en el reino y propender al bienestar general de los de las afueras, pero por lo visto, todo quedará para más adelante, tal vez para otro rey. Una joda. Irónicamente hablando.

Por lo pronto, rápido de reflejos, Alexia buscó nuevo ladero: nombrado Marius Flacus en el Ministerio de Carruajes y Afines, salió a sobarle el lomo tratando con disimulo su  chupada de medias: ‘Ojalá podamos trabajar en sintonía para la mejora del reino’ dijo. Una especie de voltereta mágica de opinión, ya que pocos meses atrás, en plena campaña por el reino, decía de su oponente de todo, menos bonito. Hasta ahora, que la taba se dio vuelta. Un fenómeno este Alexia, un soberano panqueque real.

Es que así es la vida. Una vez estás arriba y un día, el mundo se da vuelta y quedás abajo. Y si te crees el dueño de algo, casi sin querer, la rueda gira y a los que mirabas de arriba, ahora los ves encima. Aunque lo que importa, de verdad, de verdad eh, es que la vida valga la pena ser vivida. Por todos,  y para eso están los reyes, para hacer todo más fácil o al menos más equilibrado para todos. Un mundo más justo. Mejor.

Por lo que puede verse, en el reino de Alexia esa máxima está fallando. El bienestar general está lejos de conseguirse, y en el mientras tanto, el de Alexia cambió hace rato.

El reino de Alexia es una especie de reino al revés. Donde el rey la disfruta y el resto, la ve pasar. Aunque el año recién empieza…quién te dice,  si alguno zapatea, por ahí, algo pueda cambiar.

PetrEgo

A PetrEgo lo tapó el agua. Lo taparon los pozos, lo agobió el calor y casi como si las fuerzas del mal se hubieran puesto de acuerdo, la ciudad se empezó a romper por todos lados. Pavimento levantado, pozos que tardan semanas en taparse; obras que no se empiezan, plazas que no se mantienen y carteles señaladores que dejaron de ponerse como por arte de magia, como si todos hubieran sido colocados.

De diciembre a enero, en menos de un mes, el cambio fue notorio. La ciudad que apenas si tuvo un par de juegos nuevos en la plaza de los niños, recibió un cachetazo de realidad. No se pintaron columnas, no se colocaron semáforos nuevos, no se pintaron sendas peatonales y dejó de hacerse todo lo que se había encarado con enjundia antes de las elecciones.

Cuánta ‘trabajo’ para convencer al votante puesto de manifiesto y cuánto olvido repentino, ahora que pasó todo. ¿No? Extraño.

Hace un par de días, PetrEgo reunió a cuatro amigos para  ‘sumarlos’ a la campaña vial del uso del casco, el mismo que usaba cuando llegaba en su bici, con sueños de intendente. Arremetió con todo, claro pero sin ideas. Una jugada para los títulos amigos, y de paso para dejar afuera a varios. Para qué sumar voces discordantes, no?

Máster, Míster. Don PetrE…cómo cambiaron los sueños. ¿No? Los suyos y los del resto. Por  lo visto, los suyos  pasan por ver de qué agujero saldrá un mango para acomodar tanto despelote, mientras que para el resto de los habitantes, por ver si les alcanza para llegar a fin de mes. Tras cartón, no tuvo mejor idea que contribuir a los pesares. (¡No se esperaba otra cosa de usted!) En un rapto de sensibilidad manifiesta, aumentó las tasas ¡¿casi el 60%!? Claro, es entendible, los pozos no paran de salir, y las ideas hace rato lo abandonaron.

Con razón, uno que pasaba por ahí dijo. ¡ A los botes, que la laguna viene crecida!

Te contamos todo lo que NO HICIMOS esta semana

*) Reparar el pavimento en la intersección de las calles Urquiza y Orellanos.

*) Reparar la calle Avellaneda, entre Sadi Carnot y Cuitiño

*) Tapar pozos en Rivadavia y Libertad, Mayor López y Brasil;

*) Reparar el Palacio Municipal antes que se caiga a pedazos.

*) Tapar el canaletón a cielo abierto en Padre Respuela y Circunvalación.

*) Pintar las mitades de las columnas de alumbrado de las avenidas. ¿Es una nueva moda?

*) Crear un nuevo cargo para mis hijos. Los chicos crecen y hay que asegurarles el futuro. (Como hice con el hermano Walter, que quedó en banda en ANSSES).  Lo primero es la familia.

 

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