El intendente Pablo Petrecca, alabado tras su victoria electoral en octubre del año pasado, se puso en modo “Emperador” y salió a enfrentar a los gobiernos provincial y nacional, haciendo reclamos que nunca le hizo a los propios durante los cuatro años del anterior reinado.

Acicateado por Jorge Macri, el intendente de Junín, junto a otros jefes comunales PRO, rechazó el plan “Escuelas a la Obra” del gobierno de Axel Kicillof, para luego victimizarse al decir que nuestro distrito no había sido incluida en dicha planificación.

Eso le valió una desmentida de la propia ministra de Gobierno provincial, Teresa García, quien hizo público su malestar por los dichos del alcalde local, quien hacía pocos días atrás se había reunido con la funcionaria pidiéndole innumerables obras y subsidios, aunque la dejara pagando con el convenio para la impostergable infraestructura escolar.

La relación con Jorge Macri no tiene ningún costado gratuito por parte de los intereses angurrientos del político local.

Vale recordar que la diputada Laura Ricchini -quien también sostuvo la mentira del plan de obras escolar-, logró renovar en octubre pasado su banca en la legislatura provincial, ocupando el primer puesto en la lista eleccionaria de la cuarta sección electoral, más allá de su pobre perfomance parlamentaria durante cuatro años.

Ahora, el primo del ex presidente ya lanzó su precandidatura a gobernador para 2023 y prometió a Petrecca una diputación nacional, debido a que el administrador local no podrá ir por la re-reelección.

Por ese motivo, al menos por ahora, todos los movimientos que hará el intendente de Junín estarán relacionados con vistas al período venidero, por lo que la gestión estará otros cuatro años más con piloto automático, viendo cuál es el maná que llegue del cielo.

Hasta el momento, y después de los consabidos cambios del 10 de diciembre, no hay un plan, proyecto, misión, borrador ni nada que se le parezca para un Junín que pierde oportunidades constantes para ser el lógico referente regional.

Las respuestas del Estado a nivel municipal frente a la crisis o programas de crecimiento y desarrollo territorial brillan por su ausencia. Incluso las entidades intermedias no son convocadas, salvo los amigos de siempre que insisten con el “Big Sale”, mientras los ruralistas están ocupados en la segmentación de retenciones y los fomentistas, en la figura del ya legendario Osvaldo Giapor, colaboran en alterar la paz social, sumándose al papel de justicieros con una onda similar a la que se veía en las series norteamericanas del lejano oeste o ahora en Netflix y sus narcos latinos.

¿CORRUPCIÓN O IMPERICIA?

Mientras la municipalidad enviaba una gacetilla que se vio replicada en los medios amigos dando cuenta de que se procedió a “derrumbar un bunker de droga” en el barrio San Francisco de Asís, al lado de la alcantarilla de calle Chile, al mejor estilo que promovían María Eugenia Vidal y Cristian Ritondo, quedó en claro que tal afirmación no pudo ser corroborada y que se trató de un mensaje a las autoridades provinciales en materia de seguridad.

Tanto Andrés Rosa, como Luis Chami, director y secretario de Seguridad comunal de Junín, son críticos de la gestión de Sergio Berni e intentaron demostrar que en nuestra ciudad “se sigue trabajando al estilo de los de antes”.

La situación, al fin y al cabo, no hizo más que alterar la paz social y dejar en claro una vez más la escasa sensibilidad de un municipio que prefirió llegar con topadoras a un barrio carenciado hasta lo indecible, sin tomar medidas judiciales que no hicieran necesario semejante despliegue que puso en riesgo más allá del personal policial, a los empleados municipales y a los vecinos del barrio que veían con impotencia lo que ocurría, sin entender a qué se debía y creyendo que voltearían toda la fila de casas que se asienta paralelo a las vías.

Todo ello en un marco en que la inseguridad en el distrito ha recrudecido, donde los ‘escruches’ pasaron a ser asaltos a mano armada, los motochorros están cada vez más violentos, las quintas y casas de los suburbios más vulnerables por la falta de patrullaje y la droga pasa por delante de los funcionarios sin ser captada.

Precisamente, los operativos “narcos” siguen siendo de secuestro de porros, plantas y macetas y alguna pastilla. Pero por caso, si el kiosco demolido era tan temido ¿por qué nunca se halló nada?

Eso lleva a considerar además el operativo “frustrado” en el que participaron 100 policías el pasado 13 de diciembre, con el objetivo de detener tres colectivos que llegarían a Junín con no menos de 40 kilos de drogas (sostenido esto por funcionarios municipales) para comercializarla frente a las cárceles y que finalmente terminó en la nada misma.

Acaso Rosa y Chami son víctimas de su propia impericia o se trata de hechos de corrupción que no fueron denunciados ante el fiscal federal. Funcionario judicial al que habrían corrido prestos para decirle que estaban reconstruyendo la casilla derrumbada.

Todo parece cubrirse entonces de un manto de sospecha, en el cual la incapacidad profesional de quienes conducen la policía local deja a los juninenses en medio de una disputa de poderes que sólo termina afectando a la seguridad de los vecinos.

EL HERMANO PRÓDIGO

Y en medio de la lucha de egos variados, Petrecca terminó por sumar con un cargo a su hermano Walter, desvinculado de la ANSeS, para tenerlo cerca y empezar a adoctrinarlo en estos temas del poder.

Porque más allá del enojo del cuñado Juan Fiorini, quien se creía con chances de pelear por el sillón de calle Rivadavia, Pablo ya tiene “in pectore” a su hermano como candidato a intendente para las elecciones 2023, asesorado por el mismísimo Jorge Macri, quien le dio la venia para comenzar a foguearlo y que siga riéndose de sus socios políticos de la UCR, ARI y compañía.

“Vos no vas a estar, pero el apellido Petrecca es que el que va a jugar fuerte”, le aseguró el intendente de Vicente López cuando se juntaron a fines del año pasado en el conurbano bonaerense.

Aunque la mayor preocupación para Petrecca hoy es Marcelo García. El concejal se transformó en la “perla” del oficialismo en el Concejo Deliberante y se lo vio muy molesto en las últimas semanas por una operación de prensa que le armaron, denunciando que su hermano (Walter Daniel García) había repartido cheques sin fondos.

En rigor, el abogado no duda que la jugada salió desde adentro del municipio y amenazó con romper filas, algo que causó un verdadero temblor: si García arma un monobloque será él quien decida en cada votación peleada del Concejo ya que el cuerpo está empatado entre los ediles del oficialismo y la oposición que, además, parece estar más unida que nunca.

A todas luces, un verano 2020 donde la política no se tomó vacaciones.

 

NOTA PUBLICADA EN LA EDICIÓN PAPEL DEL SÁBADO 15 DE FEBRERO DE 2020.