Por: MIGUEL MANCUSO (*)

Es más que evidente que la política educativa no la armamos nosotros. Nosotros nos preparamos para SER DOCENTE, no asistentes sociales, ni compañeros, mucho menos madres o familias ausentes. Para eso nos preparamos, no para este invento, engendro, deshumanización, inculturación, que han inventado. 

Considero que la Educación Secundaria, un nuevo “parche” de la anterior EGB-POLIMODAL (un raro engendro que primarizo e infantilizó a nuestros chicos)  no es mas que un invento para hacer que cada vez los alumnos piensen menos y para eliminar la “cultura del trabajo y del esfuerzo”

A lo que me refiero es a que los chicos en una mayoría muy significativa van hoy a la escuela a "zafar". De alguna forma "voy a aprobar". 

¿A cuántos de tus alumnos habrás conmovido con la cuestión de que si no estudiaban no iban a aprobar? Luego vendrán las compensaciones. Compensar y compensar... y por ahí "se la llevan a diciembre" y... ¿Y?

Si a esta altura no has recibido presión de algún lado para que apruebes a todos, te queda la opción de marzo. No se permiten repitentes. ¡Que va a decir la inspectora!!! ¿no? Esto no es facilismo. No es devaluación de la calidad educativa. No es falta de límites. No es confundir el “pobre chico” con el "ser estrictos" para beneficio de él.

¿No debemos volver a lo bueno de lo que formó a millones de argentinos capaces? Pero como el menú está servido, entonces está prohibido pensar…

¿Una sociedad de hipócritas? Creo que somos eso. Diez años de Ley Federal, nueva reforma, ¿Y?... ¿Resultados?

Les recuerdo que la Ley Federal fue votada a las 3 de la madrugada a espaldas de "la sociedad” y no hicimos nada. ¿Que tiene que ver la Ley 24.195? Tanto que descentralizó la educación sin presupuesto.

Yo, y muchos, pasamos a convivir con el "no hay nada, no hay recursos". Y sino escuchen lo que dijo Macri hace unos días… Muchos colegas fueron dejando el compromiso y lo cambiaron por el "sálvese el que pueda". Poco a poco todo se fue deteriorando: el prestigio profesional del rol docente, el salario digno, los recursos de todo tipo, las precarización estructural, la falta de aulas dignas; para que seguir ¿no? Parezco un "llorón" lamentándome.

Hoy, los ministros de Educación de las provincias y de la Nación son cartón pintado. No deciden nada. Y cuando hablan “meten la pata” y muchas veces manifiestan la ignorancia que tienen de las escuelas que están a su cargo.

Cada año sufro una crisis de impotencia. No puedo ser tan necio y pensar que no soy responsable por que pongo lo mejor de mí en mi tarea. Los resultados obtenidos son lamentables y ese producto que se supone yo debiera ayudar a "modificar" -en el buen sentido- es de muy bajo nivel.

Así se van sucediendo sin solución de continuidad las "camadas" de jóvenes que abandonan el nivel medio sin siquiera saber leer bien. Ahí es donde apoyo mi idea de que: hace pocos años, sin ir a épocas pretéritas que solo "viejos" como yo recuerdan, se pensaba y se recurría al "ingenio" para solucionar un determinado problema. ¡Qué obsoleto suena eso de "INGENIO"! ¿No?

Toda vez que no teníamos los medios que hay hoy, la mielina y las neuronas asociadas hacían las veces de computadora, a otra velocidad por cierto pero no lo digo yo, las bibliotecas están llenas de esos procesos.

Estos procesos "fabricaron" mentes excelentes. También en el Conicet. El mundo es testigo. Cientos de científicos de renombre tienen nacionalidad argentina. Por lo visto según me cuentan, hoy también en el Conicet la mediocridad avanza. Es lamentable entonces. 

Como dijo un gran profesor que tuve en el profesorado: "muchachos, si quieren ser buenos en lo que abracen, es hora que dejen la baraja del truco, el mu y el tute cabrero y se sienten con el tablero de ajedrez enfrente" (pensar que se dice). 

Si el aprendizaje es responsabilidad del aprendiz, mal puede echársele en este caso entonces  la culpa al educador... ¿no? Ironías aparte, la medida -de existir- es obviamente política y destinada al consumo interno; un modo de decir: "Tenemos al culpable y lo haremos pagar por su crimen. Ahora siga votándonos".

Sin embargo, hace años que vienen "actualizándonos" con sus maravillosas didácticas y las cosas van de mal en peor. ¡Qué sé yo! Tal vez algún día alguien encuentre por casualidad las culpas en el lugar correcto... porque de preguntar a los docentes o de autocriticarse... nada.

Sin embargo, como  soy un optimista, aprovecharé la oportunidad  para dar algunos consejos de probada eficacia en otras partes del mundo:

1. A) En la escuela, docentes bien entrenados, bien pagados y bien guiados, con planes de estudio integrales y adecuados a la realidad.

1. B) Se aprueba con siete. Para obtener un siete hay que estudiar bastante. Para un ocho, mucho. Para un nueve una barbaridad y para un diez... ni te cuento.

1. C) El ingreso a la Universidad pública se organiza en base al promedio general obtenido en la secundaria. Para cada Facultad se tiene en cuenta además el promedio obtenido en las materias específicas. Los que no cumplen el requisito deben hacer un curso de nivelación obligatorio con exámen de ingreso.

En nuestro país están saliendo muchos profesionales generados por la Universidad y pagados por nosotros, que dan lástima por su formación, que muchas veces son responsables de vidas humanas pero que siempre encuentran la salvación en alguna “ley inventada para cubrir la ineficacia”.

Señores, es hora de que pensemos que la educación es inversión y no “gasto”, que la educación debe ser pensada y evaluada y no improvisada y emparchada constantemente.

Debemos pensar que hemos perdido ya muchos años y muchas generaciones de argentinos y que no podemos seguir hundiendo a nuestra patria en la decadencia por políticas educativas que hace más de veinte años venimos improvisando.

¿No les parece?

(*) Docente.