martes 23 de abril de 2024

LOCALES | 14 ago 2017

Unidad Ciudadana

Cristina se declaró ganadora y pidió perdón por el ‘bochorno’

La exmandataria salió a hablar minutos antes de las 4 de la mañana. "El resultado en las elecciones es que hemos ganado", sentenció.


"Hemos ganado", manifestó esta madrugada la candidata a senadora por Unidad Ciudadana, Cristina Fernández Kirchner. Lo dijo, más allá de que el escrutinio marcara que la diferencia en la Provincia de Buenos Aires marcara un 0,03% de diferencia a favor de Cambiemos y tras calificar de "un bochorno" lo ocurrido en el recuento de votos en las PASO. "Lo que hoy vivimos no vi nunca en ninguna elección", manifestó la ex presidenta desde Sarandí.

El degradé de emociones marcó las expresiones faciales de un cristinismo que arrancó la jornada electoral mirando desde arriba, pasó por la preocupación entrada la noche y recorrió la incertidumbre y ya hoy lunes entrada la madrugada se convirtió en euforia cuando a falta de 15 minutos para las cuatro de la madrugada, CFK saltó al escenario del gimnasio contiguo al estadio Julio Grondona del club Arsenal.

Después de una jornada extra large, pasadas las tres de la madrugada, el gimnasio volvió a colmarse, las banderas argentinas flamearon con fuerza y hasta hubo una lluvia de papeles picados en Sarandí.

Los militantes aguardaron la palabra de Cristina, que a su vez tuvo la paciencia de esperar que la tendencia, desfavorable desde las 21, se revirtiera. Y el momento llegó a las 3.45, más allá de que los números nunca llegaron a estar a su favor. Entonces comenzaron a bajar los diferentes candidatos y referentes del kirchnerismo con Jorge Taiana a la cabeza.

Quince minutos antes de las cuatro de la mañana, la ex presidenta subió al escenario principal y se adueñó del micrófono. Bajo el cántico "Cristina senadora" y con música épica de fondo, CFK no anduvo con vueltas: "Tenía pensado hablar como normalmente pasa en todas las elecciones a las 10, 11 de la noche. Y entonces pensaba que iba a tener que darles las gracias a todos los ciudadanos que fueron a cumplir con su deber cívico. También pensé que debía darles las gracias a los cientos de miles de hombres y mujeres que desde las 8 de la mañana estuvieron custodiando el acto electoral. Pero nunca, se los juró de corazón, nunca pensé que iba a tener que pedirles perdón a todos los argentinos por este bochorno que hemos vivido todos los argentinos", sentenció CFK antes de asegurar que Unidad Ciudadana había ganado las PASO en la Provincia de Buenos Aires.

Y siguió: “De cada tres ciudadanos, dos le dijeron no al ajuste, ese ajuste que lo quieren disfrazar con la palabra cambio o reforma. Todos sabemos que es el más brutal ajuste, por eso vamos a pedirle al Gobierno que escuche lo que las urnas han expresado y que cambie el rumbo económico”.

Para la ex presidenta, “es necesario” que la administración nacional “escuche porque la realidad siempre termina aflorando”.

“Que no se pierda más trabajo; que los que hasta hace un año y medio comían todos los días vuelvan a comer; que los mayores que tenían cubiertos los medicamentos al 100 por ciento vuelvan a tenerlo; y que revisen las tarifas. Todo esto no puede esperar a octubre”, afirmó.

En ese sentido, recalcó: "Queremos que ningún argentino se encuentre con la persiana cerrada del taller donde trabaja. Nunca pensamos en otra cosa que no sea el bienestar de nuestro pueblo y nuestro país

Difícil debut electoral

En Sarandí, la nueva estética del kirchnerismo, en celeste y blanco, vistió el techo de chapa y las paredes. El logo de Unidad Ciudadana, desprendido del histórico azul del Frente Para la Victoria, y ya sin el escudo Partido Justicialista, sufrió un difícil debut electoral. Para la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner, el día empezó temprano cuando se mostró con su nieto en las redes sociales. Bromeó desde su departamento en Recoleta, desde donde confirmaron que no emitiría su voto en Santa Cruz.

Sin mayores sobresaltos durante el día, cuando cerró el horario de votación, los candidatos a diputados nacionales de Unidad Ciudadana y el compañero de fórmula de la ex presidenta, Jorge Taiana, caminaron por los pasillos del primer piso del hotel en el que concentra el equipo que fundó Grondona.

El segundo nivel del mismo edificio de Arsenal quedó reservado para Cristina, que llegó después de las 19.30. Con el correr de los minutos, el bullicio por la expectativa fue en ascenso hasta la llegada de algunos datos.

Ahí se propagó un silencio, que mutó a preocupación. Una prueba de micrófono fue el amago de la primera palabra oficial, pero la orden fue esperar a tendencias concretas. La directiva de no movilizar a la militancia se cumplió de manera estricta. No flamearon banderas y entre el escenario con un sólo micrófono y el vallado, los seguidores no entonaron el cancionero futbolero que acompañó 12 años al kirchnerismo. Tampoco latieron bombos.

Poco después de las 21, con los primeros datos oficiales se terminaron las repeticiones de los spots de campaña en la que vecinos se quejaban de la situación económica y un rock nacional a todo volumen intentó amortiguar el clima de tensión.

A las 22.08, una pausa entre las canciones de los parlantes, dio lugar a los un tibio cántico: “Vamos a volver, a volver...”. La bocanada para darse fuerza quedó perdida entre las caras de incertidumbre y las miradas clavadas en las pantallas que daban a Cambiemos primero, aunque con un porcentaje de mesas escrutadas muy bajo.

Mientras los otros candidatos salieron a hablar, en Unidad Ciudadana esperaban el cambio de tendencia para hablar. El silencio dio paso a los rumores y especulaciones.

Los intendentes peronistas se quedaron a custodiar las fiscalización en sus distritos. Fernando Espinoza, ex jefe comunal del municipio con más de un millón de votantes intentó llevar tranquilidad. No sólo garantizaba el caudal de votos de La Matanza, sino que aseguraba que tarde empezarían a caer los sufragios de la tercera sección electoral.

A las 23.30, con cuando se achicó unas décimas la diferencia, dos de los candidatos a diputados nacionales rompieron el silencio. La salida de Roberto Salvarezza y Vanesa Siley, animó a los seguidores que con palmas se dieron aliento. Esperaban que ese recorte se convirtiera en tendencia para alimentar la ilusión de empardar y después ganar.

Clavada la medianoche, se despertó el coro que entonó: “Cristina senadora”. El giro de 180 grados llevó las emociones a un estado de ebullición. De frustración a esperanza, la noche de vaivenes emocionales cristinistas soltó la angustia para una remontada que entregó una tardía paridad, a la que transformaron en épica, al menos para el kirchnerismo, por la caprichosa carga de datos.

 

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