El rector Guillermo Tamarit recibió ayer en la sala del Consejo Superior a la investigadora del CONICET y del CIBA-UNNOBA, Ángela Barbero, esposa de Matías Ronzano, uno de los pilotos a bordo del avión desaparecido luego de despegar en San Fernando hace tres semanas.

El rector mostró su apoyo tanto emocional como institucional: “La intención de este encuentro es acompañar a Ángela. Creíamos oportuno expresar formalmente nuestra consternación de vivir en un país con este tipo de limitaciones, en el cuál pasaron 20 días y no se puede encontrar ni la avioneta ni quienes iban a bordo”

En conferencia de prensa aclaró: “Por supuesto que nos afecta emocionalmente, pero este tipo de hechos está sujeto a una increíble gravedad institucional. No es posible que no se pueda establecer concretamente lo que sucedió”.

En este sentido explicó que “el estar a disposición de Ángela” tiene que ver con lo emocional pero también con lo institucional. “La Universidad no puede dejar pasar esta situación y no sólo porque es una de nosotros sino porque merecemos vivir en un país que pueda resolver estas tamañas cuestiones”, remarcó.

Estuvieron presentes, además, el hermano de Ángela, la investigadora Virginia Pasquinelli y el secretario General de la UNNOBA, Juan Pablo Itoiz.

En contacto con la prensa local Angela Barbero manifestó que "no hay ningún dato concreto ni certero. Personalmente tengo la convicción de que no es un accidente porque no se ha encontrado nada. Matías, mi esposo, es muy responsable porque planificaba todos sus vuelos y Emmanuel, que lo acompañaba, también es muy preparado y aclaro que es quien se escucha en las comunicaciones. Se tienen que haber dado muchas situaciones, muy particulares y muy improbables juntas para que haya sido un accidente y que a casi un mes no se encuentre ningún rastro, ni restos del avión, ni ropas, ni valijas".

Sin embargo aclaró que en la investigación no se descarta ninguna hipótesis, a la vez que destacó el apoyo masivo de las comunidades de Lincoln, Bragado y Carlos Casares.