Tal como se preveía, el Ejecutivo municipal logró su cometido: ayer fue aprobada la emergencia económica en Junín, una herramienta que le permitirá al intendente Pablo Petrecca hacer y deshacer a su gusto con los fondos de todos los juninenses, bajo el paraguas  protector de la pandemia.

En este marco, los ediles oficialistas aprovecharon el revuelo que se armó y también dieron el visto bueno a la rendición de cuentas del 2019, o sea lo que el gobierno municipal había presupuestado al inicio del año, pero que gastó en otras cosas.

Fueron todos golpes para los ediles del Frente de Todos, que gritaron más que nunca en el recinto pero fueron siempre ignorados. Sus colegas de la otra bancada sólo tenían en mente cumplir con el mandato de su jefe político: darle los poderes necesarios para rendir menos cuentas que en la actualidad. Petrecca podrá vender bienes del Estado municipal, contratar, reducir los servicios públicos… sin ningún tipo de oposición porque ahora estará autorizado por el cuerpo legislativo, a partir de esta sanción de la emergencia.

En la misma jornada que el intendente Petrecca culminó con un tuit que reza: “La transparencia no es una cuestión negociable, es una política pública”, se tradujo en el Concejo la falta de claridad en los procedimientos, el ocultamiento de información que debería ser pública al alcance de cualquier vecino y la obtención de una “carta blanca” hacia el futuro para que pueda disponer aún más cómodo de los fondos y bienes de toda la ciudad.

Acusaciones entrecruzadas, como nunca gritos, visibles molestias y el ya tradicional desempate por voto doble del presidente del Concejo Deliberante redondearon una larga sesión. Es posible que haya sido una de las últimas, al menos en el año que durará la emergencia, que cuestiones públicas locales vean la luz y se filtren en debates de cara a la opinión pública.

POSICIÓN DEL FDT

El bloque de Frente de Todos emitió un comunicado tras la sesión:

“A pesar de que durante el debate los concejales del Frente de Todos demostraron la improcedencia de la Emergencia Económica pedida por Petrecca, los concejales oficialistas optaron por la obediencia. Despojaron así a Junín de las herramientas de control que impiden que el Intendente actúe discrecionalmente.

Nunca nos opusimos a debatirlo, pero las herramientas que podrían ser consideradas como razonables, ya están comprendidas en la Ley Orgánica de las Municipalidades en sus previsiones para tiempos de pandemia. Ya existen, y no es necesario eludir al HCD para utilizarlas. De este modo es posible concluir que lo que el intendente busca es no ser auditado. Cambiar un dictamen entre gallos y medianoche y las demás  maniobras desplegadas para conseguir esta aprobación fueron en sintonía con ese objetivo.

A partir de hoy, el Intendente podrá hacer y deshacer la vida y la economía de la ciudad sin pasar por el Concejo Deliberante.

A pesar del escenario que se presenta, los concejales del Frente de Todos se comprometen a seguir ejerciendo su función de control en defensa de todos los juninenses, para lo cual agradecen la invalorable tarea que desarrollan los medios de comunicación.

Hoy es un día negro para este Concejo”.

LOS PETREQUISTAS

Los concejales de Juntos por el Cambio, alineados tras la propuesta del Intendente, justificaron su posición. Por ejemplo, Juan Tolosa dijo que “con este instrumento Pablo Petrecca va a poder enfocar aún más la gestión en los ejes prioritarios, que son la salud, acompañamiento social, seguridad y apoyo económico a los juninenses más necesitados. La emergencia económica permitirá trabajar en las prioridades de los vecinos de Junín”. Algo que ya podían ejecutar, dada la mayoría casi automática que posee el sector político en el cuerpo.

Por su parte, el concejal Javier Prandi alertó que “en este contexto de pandemia mundial se necesita tomar decisiones rápidas y eficaces. No es momento de trabas burocráticas, ni políticas. Este instrumento le permitirá al Ejecutivo llegar más rápido con soluciones a los juninenses”.