La vieja terminal de Junín da una fantasmagórica presencia, se halla cerrada para el transporte de pasajeros y sólo asisten algunos empleados para la limpieza y el servicio de encomiendas.

Aún quedan en la lejanía las normas que permitirían su restablecimiento y caen en el mismo saco los viajes cortos a los pueblos de Junín y otras localidades cercanas de distintos distritos, los de mediana distancia y ni pensar los nacionales y casi de ficción los internacionales.

Se trata de una situación de desigualdad, de las tantas desigualdades cotidianas que han quedado más notorias frente a la pandemia.

Mientras en CABA, uno de los focos explosivos de contagio, se usa el transporte colectivo para ir y venir en la ciudad y el conurbano -con ciertas medidas preventivas-, en nuestra zona se han quedado aislados pueblos que también pertenecen a Junín, sin que haya siquiera ideas que proponer a las autoridades superiores para revertir la situación.

Por caso, las ciudades industriales de Zárate y Campana siguen teniendo tránsito de colectivos y combis entre sí, para que la gente cumpla con sus obligaciones laborales, sin embargo un poblador de Morse –por tomar un ejemplo- que no tenga vehículo propio, no puede llegar a Junín para hacer trámites bancarios, sanitarios o de compra, debido a la prohibición existente que sin embargo autoriza que el transporte urbano siga llevando gente de una punta a otra de la ciudad.

Una discriminación sin sentido en un partido como el de Junín, donde no se registran contagios comunitarios, pero sí datos de las grandes urbes que confunden.

Y mientras en el plano nacional, el ministro de Transporte, Mario Meoni, busca soluciones a las solicitudes de CABA y conurbano, la subsecretaría de Transporte provincial deja abandonados a los habitantes de los pueblos del interior que requieren de servicios que hoy no tienen pero acostumbran de obtenerlos en las cabeceras de partido cercanas. Ni hablar de aquellos empresarios del transporte que están en situación de quebranto, incluso antes del Covid-19.

Lo mismo ocurre en pueblos de otros distritos cercanos, como pueden ser los casos de Baigorrita (Viamonte) y O’Higgins (Chacabuco) que esperan ansiosos que alguien se acuerde de sus necesidades e implemente acciones para revertir la situación sin dejar de lado las consabidas medidas preventivas, pero apelando a protocolos creativos de intendentes proactivos. Cosa que hasta el momento no aparecen.

PEDIDO EN VIAMONTE

La concejal (JxC) oriunda de Baigorrita, Marianela Monti, promovió a través del cuerpo deliberativo de General Viamonte, una solicitud dirigida al “subsecretario de Transporte de la provincia de Buenos Aires, Alejo Suply”, haciéndose eco de un pedido realizado por los vecinos de las localidades de Baigorrita, Zavalía y San Emilio, para “el restablecimiento del transporte interurbano a la localidad de Los Toldos”.

En sus considerandos, la concejal señala que para estos pueblos “es una necesidad llegar a la ciudad cabecera del partido para realizar trámites básicos, como la compra de medicamentos, cobro de jubilaciones, pensiones, recetas médicas, etc.” por lo que “resulta esencial e indiscutiblemente necesario, dado que se trata del único medio de transporte con la ciudad cabecera, ya que muchos vecinos no tienen la posibilidad de tener un auto propio, ni de pagar un servicio de remises”, el cual estaría costando en algunos casos arriba de los 1000 a 1500 pesos.

Monti destaca que “en las grandes ciudades, si bien se tomaron medidas de restricción y protección para los pasajeros, el transporte esencial está asegurado”, pero que como ocurre en tantos otros distritos” en localidades como San Emilio y Zavalía no hay farmacias ni entidades bancarias, por lo cual los vecinos deben ir a Los Toldos para realizar estos trámites indispensables”.

Por ese motivo, solicitaron al funcionario provincial que “contemple y arbitre las medidas necesarias para restablecer el servicio interurbano de transporte dentro de los municipios del interior de la provincia de Buenos Aires” y que se remita copia de esta iniciativa “a los Concejos Deliberantes del interior de la Provincia de Buenos Aires para que se manifiesten al respecto”, con la finalidad de que esta excepción sea igualitaria para todos.

Sin embargo, en diálogo con SEMANARIO, la concejal reconoció que hasta el momento no han tenido respuestas al pedido y la preocupación de los habitantes del pueblo se acrecienta.