viernes 29 de marzo de 2024

LOCALES | 31 may 2020

EDITORIAL

La marcha de la bronca y la odisea de los giles

La corporación médica protestó ayer en Junín por una supuesta falta de insumos y la estigmatización del personal de salud, cuestiones que no acontecen en nuestro medio, aunque si se denota el desprecio por los jubilados por parte del colegio de profesionales


Por: Redacción Semanario de Junín

La marcha de la bronca del personal de la salud se mostró por las calles de Junín con bocinazos y una larga fila de vehículos que se pasearon “indignados” por la zona céntrica, burlando cualquier tipo de aislamiento obligatorio, pero sin ser sometidos al control que presurosos realizan desde la Secretaría de Seguridad cuando se trata de algún pobre que anda "a pata", bici o moto y hay que darle un “correctivo” que en algunos casos incluso, lo mande lesionado al hospital.

La excepción del personal de salud para romper la cuarentena está ligada a atender con sus saberes a la comunidad y no habilita para este tipo de expresiones, ya que en ese caso también podrían organizar un encuentro de karaoke. Quizás Luis Chami también vaya a cantar, acostumbrado que a través de su policía súbdita siempre está expectante al ver "cómo cantan".

Llamativamente la bronca del “personal de salud” se debe, según expresaron a través de los medios de comunicación, a la falta de insumos. Sin embargo, al menos en nuestro medio, no faltan en el hospital interzonal (ver fotos) el cual presta servicio para una amplia región. Por otro lado, piden la no estigmatización del personal de la salud, algo que en nuestro medio no aconteció ya que no hubo registrado ningún hecho que tenga que ver con esta característica.

También se quejaron desde sus automóviles con calefacción en la tarde fría juninense, de los escasos honorarios que reciben del Estado algo que en los últimos cuatro años y quizás en los últimos 20, no se los escuchó predicar. Además, la preocupación sobrevino respecto a la falta de trabajo en los consultorios y clínicas, algo que padecen no sólo la clase profesional de la medicina sino la mayoría de los sectores incluso los que suelen manejar sus pesitos día a día y no tienen la calidad de vida ni las espaldas de los profesionales.

Tampoco faltaron las críticas al PAMI, como manifestó el Dr. Lusardi "los que están no saben nada", seguramente estaba acostumbrado a "los conocimientos" de la doctora Gómez Panizza; cuando desde hace al menos cuatro años son acusados de no atender las especialidades y justo cuando desde la institución mantienen charlas con médicos de otras zonas para que vengan a atender a los adultos mayores en Junín.

Se olvidaron los médicos en la marcha pacata, de remarcar sobre la “odisea de los giles”, jubilados del PAMi a los que les cobran sumas imposibles de pagar para su magro haber ysu negativa a prestarles atención en especialidades. Tampoco denunciaron los 1500 pesos que cobra la Clínica Centro y que ahora deben abonar los pasivos en en concepto de “equipo de protección”.

Entonces, en tiempos en que más que nunca debemos bregar por la igualdad y la solidaridad, las clases privilegiadas de este Junín insensible, se largan a la calle a reclamar por sus derechos sin hacerse cargo de sus miserias, promoviendo la mercantilización antes que la prevención de la salud, en tiempos donde esto último es lo único “esencial”.

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