martes 23 de abril de 2024

LOCALES | 5 jun 2020

Nota de tapa

Control y descontrol

Los concejales oficialistas le otorgaron “superpoderes” al Intendente, que toma las decisiones en solitario. La gestión quiere tener el control de todo, pero la falta de atención a los problemas reales hace tan vulnerable como a los sectores más desprotegidos de Junín. Nadie llega a los barrios pobres y el fantasma del virus y el dengue puede implosionar tal como ocurrió en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA).


Los concejales de Juntos por el Cambio le dieron la “llave de la ciudad” al intendente Pablo Alexis Petrecca para que maneje la casa a su antojo, y se fueron a dormir la siesta como si el distrito pudiera ponerse en piloto automático a la espera de los errores que cometan los gobiernos centrales (ver Superpoderes).

Siguiendo con la cadena de inacciones, que arrancó hace cuatro años, la gestión actual se esconde detrás de la pandemia para tapar problemas de larga data, pero busca tener el control (y la represión) para desviar la atención a “cuidar al vecino”, como si con rociar cloro a mansalva y orar obedientemente alcanzara.

Lo que no alcanza, al parecer, es observar la real vulnerabilidad que tienen los sectores más pobres en las ciudades, tal como quedó demostrado en las villas del Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), donde los contagios por coronavirus corren como si se tratara de una línea de pólvora.

Al menos una veintena de asentamientos de Junín no cuenta con agua potable para el lavado de manos y nadie controla que ingresen allí los “foráneos”, a quienes quieren prohibirle el paso de 22 a 6 y para lo cual ya armaron un decreto de urgencia que terminó confundiendo a propios y extraños y poniéndose por encima de normativas nacionales y provinciales como si Junín fuera un territorio autónomo.

Esos sectores a los cuales les hacen llegar alimentos de escaso valor nutricional, pero jamás artículos de limpieza y agua potable para evitar la propagación de enfermedades como las que nos pone en jaque, se encuentran cada vez en peores condiciones, mientras las changas escasean, el aislamiento se estira y la desatención recrudece.

Y mientras se fortifican las diez cuadras alrededor de la plaza central, el resto de los parias del distrito quedan a la buena de un dios que sí ha tenido la suerte de que le abran sus centros de atención y reclamo.

Limpieza profunda para la ciudad de unos cuantos, mientras la mugre cubre otros muchos de las afueras en tiempos de un virus que desnuda las almas tanto como ataca las vías respiratorias.

En tanto, el intendente Petrecca, pulcro y prolijo frente a las cámaras y medios de comunicación,  lanza nuevas medidas restrictivas para frenar el avance de la pandemia y reitera lo de “Quédate en Casa” a sabiendas que vive confortable en una mansión.

LOS BARRIOS

El municipio que ahora quiere poner freno al ingreso desde los pueblos vecinos, tiene hace más de un año en vilo a todo un barrio populoso como lo es el Fo.Na.Vi.

SEMANARIO estuvo visitando la manzana ubicada entre Sanabria, Quintana, General Paz y Pasaje Santa Fe y se encontró con un paisaje espeluznante.

Los vecinos reclaman hace más de un año que se preste atención al barrio, pero nadie se digna a visitarlos y menos aún a buscarle solución a su larga lista de problemas.

El Fo.Na.Vi estuvo históricamente en parcial estado de abandono pero lo que hoy se ve resulta llamativo por parte de una gestión que dice preocuparse por “cuidar al vecino”.

Ramas y basura se amontonan por doquier, veredas intransitables, columnas de alumbrado público que producen descargas eléctricas y como corolario a tanta desidia, manchones líquidos de aguas servidas y un olor a mierda insoportable.

Así se vive a 20 cuadras del centro de la ciudad que se fortifica para que no entre un virus que nunca entró, pero se olvida de las enfermedades que generan la contaminación bacteriológica y de la proliferación de las larvas del mosquito que contagia el dengue.

Se trata de una situación preocupante para un jefe comunal que desde que sus socios políticos no están en los gobiernos provincial y nacional, se ha estado quejando de la falta de recursos, esos mismos que agradecía en anteriores cuatro años y que ahora pretende dejar al distrito sin atención por una desconsiderada forma de administrar.

El desprecio permanente de un intendente y equipo que discriminan a los barrios pobres y a sus pobres habitantes.,

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