miércoles 24 de abril de 2024

LOCALES | 10 jul 2020

Nota de tapa

Reinventar Junín

Pablo Petrecca inició una ronda de “convenios” con el fin de abrir la puerta a las propuestas pospandemia. La necesidad de escuchar otras voces y salir del ostracismo. Oportunidades frente a la crisis. El marketing que hasta ahora sólo lo ha usado para sí, deberá ponerlo en favor del territorio que administra. Espesos nubarrones en materia laboral y de supervivencia económica.


Por: Redacción Semanario

El intendente Pablo Petrecca parece haber abierto un poco la hendija de la puerta para que entre aire fresco. Tibiamente se animó a salir de la cueva que lo tuvo preso de temor durante más de cuatro años y empezó a celebrar algunos convenios con organizaciones que hacen a la construcción de la vida pública de Junín y por ende a su desarrollo.

“Pablo como político tiene dos opciones: o se acompaña o se disuelve”, dijo sin tapujos un dirigente que apostó al contador hace casi cinco años y ahora lo mira con desdén.

Para el análisis territorial y el desarrollo de Junín, la pandemia ya pasó más allá de las cuestiones que haya que evaluar luego con rebrotes y nuevos virus.

Hoy se trata de elaborar planes para la contingencia, pero sin perder de vista las oportunidades.

Si Petrecca sigue en la línea aperturista y prevalece su intención de seguir dentro de la política y no que la misma política lo eyecte como pasó con su máximo jefe ex Presidente, quizás deba entender al distrito de Junín como un producto y a partir de allí buscar un buen vendedor que lo ofrezca en todas las latitudes.

Entonces, el marketing que hasta ahora sólo lo ha usado para sí, deberá ponerlo en favor del territorio que administra.

Hay espesos nubarrones por delante. A esta situación inédita que atravesamos en materia de salud, se prometen otras no menos riesgosas en materia laboral y de supervivencia económica en sí.

El panorama del mercado laboral mundial en la segunda mitad de 2020 es “altamente incierto” y la previsión de recuperación no será suficiente para que el empleo vuelva a los niveles previos a la pandemia este año, dijo la Organización Internacional del Trabajo (OIT) en un informe sobre las expectativas del empleo a nivel global.

Según los cálculos del organismo, debido al freno de la economía generado por las diferentes medidas de distanciamiento social aplicadas en todo el mundo, se perdieron el equivalente a 400 millones de empleos en el segundo trimestre del año.

En la edición anterior de SEMANARIO hacíamos mención a la falta de reacción de la gestión municipal, que por elegir a los amigos no tiene a los mejores en la conducción y eso puede generarle grandes costos en lo político, pero más aún en lo social.

En su último reporte, la agencia de Naciones Unidas dijo que el descenso de horas laborales a nivel mundial es “significativamente peor que lo estimado previamente” en la primera mitad del año, siendo América la región más golpeada.

Frente a ese panorama no resulta desconsiderado seguir bregando por la búsqueda de un líder convocante y que esa convocatoria resulte abierta pero sin vedettismos.

La última semana, algo impensado resultó: parte del gremialismo de Junín junto al Intendente firmando un convenio que, más allá de lo significante de la letra, es importante por el símbolo que representa abrir las puertas de la Municipalidad que estaban selladas.

Que el resto de los representantes de los trabajadores se puedan integrar a este primer paso, podría demostrar que hay intenciones valederas para no seguir caminando hacia el precipicio, que incluso se acerca cada vez más.

Para el cuarto trimestre, la OIT calculó que se perderá el 4,9% de las horas laborales, o 140 millones de empleos. Bajo el pesimista escenario de una posible segunda ola de la pandemia, esta cifra podría subir al 11,9%, o 340 millones de empleos, indicaron desde el organismo. Todo un dato que obliga a ponerse a trabajar no desde mañana sino desde ayer.

La caída que sufrieron comercios e industrias de Junín durante el último quinquenio quedó oculta frente a los buenos resultados del sector agropecuario que hace su aporte a la economía local y por los sueldos estatales que en buen número llegan a las familias del distrito.

Pero quedarse en eso, junto a un municipio de poca proactividad en lo que hace a obra pública, es encender la mecha para futuros conflictos sociales en materia laboral.

Guy Ryder, director general de la OIT, en una conferencia de prensa en Ginebra dijo que  “las cifras reflejan un deterioro de las condiciones sobre todo en los países en desarrollo. La región en la que vemos la mayor (pérdida) de todos es América”, agregó.

ADVERTENCIAS

A poco de iniciada la pandemia, SEMANARIO consultó al experto en desarrollo territorial, el juninense Sergio Perez Rozzi, quien ya remarcaba que “en Europa están debatiendo e impulsando iniciativas como la de ‘consumir kilómetro cero’, es decir, no puedo consumir algo que se produce a 300 kms si lo puedo adquirir desde la producción territorial,  porque si no, estoy consumiendo flete, logística y emisiones de CO2 a la atmósfera, es mejor producir en los bordes de los pueblos y de las ciudades y consumirlo allí mismo, eso contribuye al empleo y a circular los recursos en el territorio y además es más amigable con el ambiente. Claro que eso requiere de  innovación social y organizacional. Y para ello se requiere de nuevas capacidades en la dirigencia, de osadía y de firme decisión política”.

Precisamente, ya hay organizaciones de Junín que están evaluando y trabajando en este tema incluso antes del aislamiento producto de la pandemia, lo cual indica que hay un buen nivel del conocimiento en el distrito.

Y en ese orden será importante que la UNNOBA también aporte un compromiso institucional mayor, sabiendo que sus investigadores e investigaciones pueden tener campo propicio para el desarrollo comunitario y que no quede todo dentro de los claustros académicos.

Es indudable que el valor de la universidad, cuyas carreras se pensaron estratégicamente para dotar de profesionales a las áreas productivas de la región, sirvan particularmente a los fines de los gobiernos en el desarrollo de esas regiones y no sólo al sector privado y sus empresas.

PONERSE A TRABAJAR

La pandemia paralizó a distintos sectores en mayor o menor medida, pero no es posible que se deje de trabajar en materia de proyectos y en la búsqueda de nuevos horizontes en los que sectores privados y públicos aúnen esfuerzos.

Claramente hace falta ese “vendedor” de Junín que busque negocios donde quiera que sea, que carpeta en mano recorra las “cuevas” de inversión con la finalidad de ofrecer las mejores posibilidades en este territorio.

Asimismo, agrandar la mesa de decisiones para no quedar aislados dentro del aislamiento y escuchar las voces e ideas de todos, entre todos.

Tal vez no haga falta poner nombres rimbombantes a la hora de definir el encuentro que no debería perfilarse con la negatividad de una “Mesa de Crisis”, sino tal vez partir de una propuesta más positivista como un “Encuentro para el desarrollo”. Al fin no importará el nombre ni la foto, sólo las acciones y sus consecuencias.

Las oportunidades abundan en la medida que se ponga en marcha la proactividad.

Hablando justamente del conocimiento, el gobierno nacional esta semana creó el Programa Soluciona, de reactivación de la economía del conocimiento, que brindará asistencia financiera a personas jurídicas para favorecer el desarrollo económico mediante la implementación de soluciones, productos y servicios innovadores orientados a atender a las problemáticas sanitarias, económicas y productivas generadas por el coronavirus.

Lo hizo a través de la resolución 327/2020 publicada en el Boletín Oficial, que además aprobó el reglamento operativo que definirá los procedimientos generales que regirán la ejecución y administración del programa.

La iniciativa apunta a las personas jurídicas en las actividades de software y servicios informáticos y digitales; producción y postproducción audiovisual; biotecnología, nanotecnología, industria aeroespacial y satelital; ingeniería e industria 4.0, con posibilidad de desarrollar e implementar soluciones tecnológicas e innovadoras orientadas a reactivar la economía y adaptación de la matriz productiva al nuevo contexto mundial.

Hace una semana, la Cámara de Diputados aprobó el proyecto de Economía del Conocimiento que busca incentivar la actividad de empresas que apliquen el uso del conocimiento y la digitalización de la información. Fue por 246 votos a favor, 2 en contra y sin abstenciones. Así pasó al Senado para su sanción definitiva.

Será entonces una buena iniciativa convocar a los interesados locales para ahondar en este rubro y de paso, tener en cuenta que este plan también busca apoyar a los sectores más afectados por la pandemia, como el turismo, la gastronomía, las industrias automotriz y textil, el transporte y la logística, entre otros, que presenten proyectos para incorporar nuevas tecnologías o actividades de la economía del conocimiento que favorezcan la reactivación económica.

Justamente Turismo y gastronomía fueron protagonistas locales en estos días llevando a cabo reclamos por la angustiante situación que atraviesan.

Se trata de incluir –por parte de todos los sectores- soluciones innovadoras, promover nuevas actividades o apuntalar las ya existentes, el fin es reactivar y seguramente para ello haga falta reinventarse y salir del ostracismo.

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