jueves 25 de abril de 2024

LOCALES | 6 ago 2020

Después de la pandemia

Lo que viene: ¿Turismo local o regional?

La comprometida situación para revertir la pandemia por el Covid19 obliga a pensar acerca de qué ocurrirá durante la época estival y cuál será el papel de los sectores lacustres de Junín y la probable apertura del balneario. Otra oportunidad para despertar acciones y no terminar llorando sobre la leche derramada.


Por: Redacción Semanario

Los buenos meteorólogos reconocen que no se pueden hacer pronósticos certeros más allá de las 72 horas. Algo similar ocurre con el comportamiento del coronavirus, esta pandemia que, según muestra su comportamiento, llegó para quedarse, al menos, un tiempo más.

Observando los datos de quienes nos antecedieron en los contagios, como por ejemplo Europa o Asia, se notaron esta semana ciertos índices de preocupación en torno a los rebrotes, lo que deja en claro que aún en época estival el Covid/19 sigue manifestando agresividad y no hay nada que lo detenga más allá de una vacuna que, para colmo, aún no está debidamente aprobada y todos auguran que aparecerá en no menos de seis meses.

Y mientras transcurre el invierno más duro del siglo, y en muchos casos el encierro lleva cuatro meses largos, eso no impide que una parte de la comunidad esté pensando en “escapadas” y otra en salir del intríngulis económico.

Pero hay un modo de congeniar ambas actitudes: que en una suerte de simbiosis, una colabore en función de la otra y ese lugar es el turismo local.

Si tenemos en cuenta lo que pasa en los veranos del mundo hoy día, veremos que más allá de las ganas de salir que implicó el confinamiento, siguen existiendo riesgos de rebrotes y contagios.

Considerar que en nuestro país podamos contar con “vacaciones de verano” como estábamos acostumbrados resulta difícil de imaginar viendo las noticias nacionales e internacionales.

Esto hace pensar que serán muchos los que opten por seguir quedándose “en casa” como medida de prevención y que el turismo en ese caso deberá ser más local que nunca.

Igualmente, si queremos extendernos un poco en la imaginación sería dable suponer que haya una apertura regional, por la cual vecinos de los distritos vecinos puedan disfrutar de las bondades de la naturaleza juninense.

Claro está que en conjunto se supone estarán habilitados los espacios al aire libre, incluido el Parque Natural Laguna de Gómez.

La pregunta para hacerse y luego de innumerables promesas de hoy, ayer y antaño es: ¿Qué podemos ofrecer? Y la respuesta arroja no más que interrogantes variados.

No vamos a internarnos en los vericuetos del tiempo perdido, pero se trata de proponer un acercamiento a una serie de medidas que debieran tomarse para aprovechar lo que podría acontecer como “turismo regional”, frente a la imposibilidad que resulte dirigirse a los clásicos lugares de mar o montaña y menos todavía salir fuera de los límites nacionales.

BASTA DE CHÁCHARA

El gobierno municipal, afecto a las promesas pero no a las acciones, debiera ser puesto en acción por las organizaciones sociales y empresariales con el objetivo de llevar adelante estrategias válidas para aprovechar la oportunidad y que esto se termine convirtiendo en el puntapié para el desarrollo turístico del que tanto se habló -y nunca llegó.

No alcanza con tener recursos turísticos. Se debe pasar a la acción con estrategias adecuadamente orientadas, con productos explícitamente diseñados, con una acción participativa, con una visión colectiva de “quiénes queremos ser” en el mundo global, con un nuevo relacionamiento institucional que asocie lo público con lo privado.

Y todo esto es más fácilmente alcanzable desde lo local. Es aquí donde la “geolocalización” puede hacerse realidad, y es entonces cuando el crecimiento económico se convierte en desarrollo y por tanto en bienestar.

De este modo es como lo expresan en su trabajo “El Turismo desde la perspectiva local” los especialistas Mercedes Llauradó y Guillermo Marianacci, en un trabajo realizado en la Universidad de Quilmes.

EL TURISMO ES LO QUE QUEDA

Existen múltiples beneficios que justifican considerar al turismo como uno de los pilares del desarrollo económico local: es intensivo en la utilización de mano de obra; es una actividad “industrial” que en la mayoría de los casos y en términos relativos no requiere de una gran inversión inicial; los recursos humanos con bajo nivel de formación pueden capacitarse para intervenir en el proceso y ser absorbidos por el mercado de una manera rápida; no resulta complejo tener presencia a nivel global desde un sitio web difundiendo los atractivos de la localidad.

Además, el turismo puede caracterizarse como una actividad en la cual la mayoría de las empresas intervinientes son micro y pymes, y ellas son el segmento que desde el nivel local debe apoyarse a través de políticas activas.

Lo que viene por delante implica apostar fuertemente a un turismo que estará forjado por la situación sanitaria y para ello habrá que contar con espacios abiertos y comunidades con un tránsito comunitario del virus muy bajo, y con la aceptación de residentes de otros municipios de similares condiciones.

CIUDAD TURISTICA

Otro problema a solucionar es que, frente a lo apetitosa que se presenta esta receta, toda ciudad  querrá ser “ciudad turística”.

Esos son los interrogantes que abren los especialistas en su trabajo y que son tales como ¿cuáles son los otros destinos que actúan como nuestra competencia? ¿Cómo haremos para diferenciarnos y “existir”? ¿Cómo lograremos estar en la agenda de aquellos que pueden venir a visitarnos?

Llauradó y Marianacci sostienen que “frente a estas preguntas, deberemos actuar separando el panorama entre causas y efectos y luego emprendiendo un proceso de planificación del destino turístico con una metodología participativa y adecuada a las potencialidades y dimensiones de cada localidad.

No hay una única forma de actuar, sino que cada ciudad que decida emprender acciones de desarrollo turístico, deberá diseñar su propia oferta para un segmento de mercado claramente determinado conforme a sus fortalezas y a sus debilidades y en función del tipo de turismo que defina”.

PENSAR JUNÍN

En los últimos años y tal vez por la cerrazón del Ejecutivo municipal que decide todo entre cuatro paredes, se dejó de “Pensar Junín” como se promovía desde alguna organización.

Y ese contexto negativo lleva a ser crítico respecto a algunas cuestiones locales y que son precisamente las que deberán corregirse si la verdadera intención de las organizaciones y las entidades es “el desarrollo” o la “queja permanente”.

En verdad, no existen políticas claras de desarrollo desde el sector turístico local o micro regional. Sólo se han implementado “parches de entretenimiento” para los pueblos con algunas fiestas anuales.

Y tal como explican los autores del trabajo a la hora de manifestar carencias: no se han definido “productos turísticos” de una manera explícita y metódica.

No se cuenta con estudios a nivel local sobre el comportamiento del turista y menos aún de este nuevo “turista con barbijo”.

Son contados los casos que cuentan con estudios de demanda y por tanto, no se han identificado los segmentos de mercado potenciales, ni se consideran otros destinos que podrían ser competitivos.

No se ha desarrollado suficientemente a nivel local el sector de turismo receptivo.

No se programan “actividades” para el turista una vez que llegó al destino.

La nueva terminal de ómnibus se halla ahora finalizada y a la espera por cuestiones relacionadas con la pandemia, pero tuvo cuatro años de parálisis adrede por parte de la gestión Petrecca.

No hay casos de city marketing ni de marketing regional que vendan el destino.

No existen puntos ni medios de información que orienten a los visitantes conforme a sus necesidades, ya que la pobreza de la publicidad local para dar a conocer las virtudes naturales del distrito no aparecen más que en algunas publicaciones que no suman.

Además, y en medio de la polémica desatada en torno a la crisis actual, vale reconocer que en todo este tiempo no se ha profundizado un mejoramiento del nivel de calidad de los servicios turísticos en general, como hotelería, gastronomía, actividades de diversión, etc.

Sin contar la falta de coordinación de las actividades entre los diferentes actores privados, ni de éstos con los organismos públicos, desaprovechándose esfuerzos por esta acción aislada.

Desde el Estado, en las áreas respectivas, existen planes para interiorizarse y desarrollar, apuntados a dar asistencia técnica a los municipios con planes estratégicos como destino turístico. Quedarse sentados a la espera que sean servidos, difícilmente traerá buenos resultados.

Una vez más se requiere de funcionarios capacitados, responsables y con verdadero compromiso, condiciones similares para las organizaciones privadas, que deben tener una actitud proactiva y promover la elaboración de propuestas superadoras.

NADIE SE SALVA SOLO

Además de estas cuestiones a solucionar, que actúan en el análisis estratégico como debilidades, también es indispensable que durante el proceso de diagnóstico se releven y analicen las múltiples fortalezas que cada destino posee, teniendo siempre en cuenta los deseos y demandas del turista.

Se requiere de la indispensable participación de otros actores de la sociedad local: el municipio debe internalizar la idea de que no es el único que toma decisiones que impactan en la vida cotidiana de la gente, y saber que existen múltiples actores que “construyen ciudad” diariamente. Para no dispersar esfuerzos ni malgastar recursos, se convierte indispensable que todos aquellos que tienen algo que aportar para desarrollar el turismo participen en la tarea de formular e implementar el plan estratégico del destino turístico.

Por ello, la metodología debe favorecer la apertura a los distintos sectores de la sociedad y ser prioritariamente participativa, convirtiendo al plan en una gran mesa de acuerdos y consensos de las  acciones que se deben emprender en este campo.

Asimismo, este requisito actuará como una garantía de la continuidad de una política, independientemente del gobierno de turno, y facilitará la ejecución de lo planificado al contarse con el compromiso de los actores no municipales.

Asimismo, hará falta una clara articulación entre los distintos niveles de gobierno: tanto para la formulación como para la implementación de los proyectos del plan, se precisa que exista una tarea coordinada entre los niveles de gobierno municipal, provincial y nacional.

Sin estudio de la demanda no hay plan de desarrollo turístico. Hoy las posibilidades están dadas para actuar en primicia y preparar un escenario en función de lo que viene. Nada, al menos hasta el desarrollo de una vacuna masiva, será igual que antes por lo que quien pueda adelantarse al futuro será quien obtenga beneficios.

Los que no logren aunar el objetivo seguirán en la queja permanente, envueltos en una ucronía de imposible resolución.


Hacé click en el siguiente enlace https://issuu.com/semanariodejunin9/docs/edicion_213 y bajate la edición del sábado 1 de agosto 2020


 

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