miércoles 24 de abril de 2024

LOCALES | 8 ago 2020

Militar marino

Soberanía y explotación marítima bajo la mirada juninense

El ex director de Intereses Marítimos de la Armada, Horacio Terribile, en una entrevista concedida a SEMANARIO, se refirió a los temas ambientales y productivos que afectan la costa argentina y a la sociedad que fue criada “de espaldas al mar”.


Por: Redacción Semanario

Juninense nacido en el barrio Pueblo Nuevo, el Capitán de Navío (RE) Horacio Terribile, mantuvo una entrevista con SEMANARIO, luego de sus declaraciones en “Ser Industria Radio”, las que pusieron blanco sobre negro acerca de la realidad en materia de soberanía marítima de nuestro país.

Terribile cursó la primaria y secundaria en nuestro medio y mantiene fuertes lazos afectivos con la ciudad aunque por más de 15 años estuvo en diferentes unidades de la Flota de Mar, desplegando tareas de vigilancia de la Zona Económica Exclusiva Argentina, junto al Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero y la subsecretaría de Pesca y Acuicultura de la Nación y desde hace más de 30 inició su carrera.

De todos modos, en este caso concedió la entrevista a título personal y en no en representación de la Armada Argentina.

El militar juninense, al referirse a la extensión marina de nuestro país, puntualizó que “vivimos en un país que tiene un vastísimo mar, más de 5.000 kilómetros de costa y una importante extensión territorial del mar. La sociedad argentina no fue criada mirando al mar sino precisamente de espaldas, con lo cual esto es un tema difícil de explicar y dar a entender. Pese a que gran parte de nosotros debemos nuestra descendencia de abuelos, tatarabuelos que vinieron justamente navegando, el pueblo argentino no tiene una conciencia marítima. No ha sido educado para entender cuál es la importancia del mar y los intereses marítimos”.

Respecto a los recursos, sostuvo que “son vastísimos, cruzan infinidades de cuestiones del quehacer nacional. El mar es una fuente inagotable de trabajo. Lamentablemente nosotros no nos enfocamos ni aprovechamos todo lo que nos puede brindar, la explotación de los recursos vivos, el caso de la pesca, los recursos no vivos, infinidades de actividades conexas, o la marina mercante, la construcción naval. El argentino medio generalmente desconoce qué es el mar y es muy difícil explicar todo el valor y el desarrollo que puede tener”.

Sobre el debate que hace falta desarrollar acerca de las posibilidades que brinda el sector, Terribile aseguró que “hay para debatir un día entero de cosas que ocurrieron al respecto, previo y posteriormente a la batalla de Malvinas. Por lo pronto, la presencia militar en el Atlántico Sudoccidental, particularmente el accionar de la Armada Argentina, se ha ido disminuyendo día a día por una cuestión de presupuesto que ha alejado la presencia militar, hoy casi inexistente. Todos los años alrededor de 250/ 300 embarcaciones extranjeras operan en la zona exclusiva Argentina, depende de cuán fructífera sea la temporada del calamar, que es la especie que más se pesca en esas latitudes. Esto también es parte del inconveniente que tenemos con Malvinas. Los ingleses hacen uso en forma unilateral de la venta de licencias desde el 2005. Han vendido por más de 20 años para pescar en aguas que aún mantenemos en litigio”.

CONTAMINACION AMBIENTAL

Respecto a la consulta de SEMANARIO sobre contaminación ambiental en nuestras costas marítimas, el experto explicó que “la mayor parte de la contaminación de los océanos proviene desde tierra. En el proceso tienen ocurrencia dos efectos: La escorrentía o sea, la lámina de agua que circula sobre la superficie en una cuenca de drenaje, y los ríos, que arrastran la mayor parte de la contaminación hacia el océano”.

Destacó sin embargo que “otra fuente de contaminación proviene de los barcos (alrededor de un 20%). Muchos navíos lanzan basura orgánica por la borda que es la menos nociva para el ambiente, porque se descompone rápidamente, y otros vierten combustible o aguas contaminadas de sus sentinas, que no se des-componen con rapidez. Los buques pesqueros frecuentemente tiran amarras, cuerdas y redes plásticas”.

Siguiendo con la preocupante situación, Terribile remarcó que “muchas ciudades vierten sus aguas servidas, (agua y residuos) directamente en aguas costeras o aguas litorales que representan un área donde coexisten los sistemas terrestres y los marinos. Estos son parte de ecosistemas muy dinámicos, en constante cambio y evolución y que pueden llegar a ser tan contaminantes que las personas pueden enfermarse por nadar o comer los peces que anida dicho sistema. El agua contaminada también puede matar a los peces y otros tipos de vida marina”.

Señaló además que “esta agua oceánica litoral contiene generalmente mucha basura y aguas residuales. Gran parte de esa basura en los océanos es plástico que además no se degrada fácilmente. Un claro ejemplo son las bolsas plásticas de las compras. Dado que el agua escurre desde la tierra hacia el mar otro gran contaminante son  los químicos utilizados para la producción de alimentos (pesticidas, herbicidas, y fertilizantes)”.

Sobre los efectos en los organismos vivos, dijo que “las aves y los mamíferos marinos pueden salir lastimados o morir a causa de la basura en los océanos Las redes puede enredar a los peces y otros animales impidiendo su acceso a comida, por lo que mueren desnutridos o asfixiados por la red. Los peces más grandes o los humanos que se alimentan de estos ingieren los residuos plásticos y algunas de las sustancias químicas nocivas”.

ACUICULTURA COMO RECURSO

Otro de los temas abordados con nuestro medio se refirió a la acuicultura como una alternativa productiva en la pampa húmeda y particularmente nuestro distrito, teniendo en cuenta la cantidad de cursos de agua dentro de su geografía.

Al respecto, Terribile consideró a la acuicultura, como  “una actividad que a nivel planetario ha alcanzado un desarrollo que va camino a superar en poco tiempo a la pesca marítima, la cual desde mediados de los ‘90 ha dado muestras de estancamiento como consecuencia del agotamiento y contaminación de los mares (pro-medio 90 millones de ton, según FAO). El desarrollo de la acuicultura es la esperanza del mundo para la producción de fuentes de trabajo sustitutivas de la pesca marítima y de nutrientes proveniente de la fauna ictícola para una población mundial que se estima que para el 2050 se aproximará a los 9500 millones de personas”.

Hizo hincapié en que “el desarrollo de la acuicultura puede ser una excepcional fuente generadora de trabajo, de ingreso de divisas porque fomenta otras actividades conexas (pesca deportiva, turismo) y un paliativo al combate de la desnutrición y el hambre”.

Puntualizó Terribile que “Junín tiene un ecosistema conformado por tres lagunas concatenadas entre sí que a mi entender reúnen las condiciones geográficas e hidrometeorológicas para el desarrollo intensivo de la acuicultura. No obstante hay condicionantes relacionados a esta actividad (volumen necesario de producción, instalación de plantas de procesamiento, cadena de frio, resguardos ambientales, entre otras) que me hacen ser cauto al momento de emitir una opinión valedera de la posibilidad de explotar comercialmente las especies que habitan las citadas lagunas”.

Ante la pregunta acerca de qué se requeriría para comenzar a explorar las potencialidades de la acuicultura en la región, aclaró no ser “especialista en estos menesteres”, pero “si el proyecto se piensa exclusivamente en el plano estatal, la decisión política consensuada de la provincia y del municipio de trabajar en pos del mismo por el bien común”.

En cambio opinó que “si el proyecto es mixto (público/privado), además del acompañamiento político, hay que ayudar al empresario con exenciones impositivas para permitirle una explotación que trascienda los altibajos del contexto argentino. Un contexto que desde lo político, social, cultural y económico es muy complejo y que amerita ser muy cauto al momento de tomar decisiones de esta envergadura”.

Aunque insistió en que “este en un aspecto que para mí es fundamental, cualquiera sea el tipo de emprendimiento que se decida adoptar, este debe respetar por sobre todas las cuestiones los estándares ambientales que también deben contemplar el hábitat de las otras especies (mamíferos y anfibios) que son parte del equilibrio ecosistémico”.


Hacé click en el enlace https://issuu.com/semanariodejunin9/docs/edicion_214 y disfrutá de la mejor redacción. 


 

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