jueves 28 de marzo de 2024

DEPORTES | 13 ago 2020

Natación

Nadar en cuarentena, una odisea

Con la habilitación de algunas disciplinas la natación lentamente vuelve al agua. Unos pocos entrenan en la laguna, con las complicaciones lógicas por el clima y otros, en 'tierra'. "La natación en tiempos de cuarentena es una tarea mágica, hay que ser medio mago para hacer que un nene entienda que puede nadar sin pileta" dijo el profesor Diego Cuadrado.


Con la 'nueva normalidad', si bien algunos deportes han vuelto o lo están haciendo, otros siguen sufriendo las consecuencias que impuso la cuarentena por el coronavirus.  En Junín se habilitó la práctica en algunos natatorios, pero otros siguen en espera y complicados, como el grupo de nadadores de aguas abiertas Predadores de Junín, que puede nadar en la laguna de Gómez solo una hora por día, contra el clima y la temperatura del agua, que conspiran contra ello. Por otro lado, chicos menores a 14 años entrenan en el Sindicato Empleados de Comercio 5 veces por semana, 3 veces por zoom y 2 de manera presencial. Los profes realizan actividades de campo, enfocados en contenerlos, con ejercicios en tierra para que sientan que  están haciendo 'algo parecido'  a la natación. "Es un poco loco, pero es lo que se puede hacer" dijo el profesor Diego Cuadrado.

 

Agosto, históricamente, nunca fue un buen mes para la natación. Esto no es ninguna novedad. Menos aún, para quienes  la practican en aguas abiertas. Si bien las medidas restrictivas que impuso la cuarentena liberó hace poco el regreso de la disciplina, se permitió hacerlo sólo en algunos sitios como el natatorio de Ortiz y el VARF -ambos orientados a la rehabilitación- , aún hay cientos de nadadores que no pudieron volver a tener contacto con el agua. Muchos de ellos, que lo hacían en el Complejo climatizado Santa Paula, al no quedar incluido en los lugares permitidos, quedaron en espera.

 

Uno de los grupos de nadadores que quedaron sin lugar para entrenar es 'Predadores de Junín'.  Los nadadores de aguas abiertas tenían su rutina en el natatorio climatizado del Complejo Santa Paula y completaban sus trabajos en la laguna o el canal del Salado. Hoy, sólo pueden hacerlo en la laguna que, por protocolo, sólo pueden utilizar apenas una hora por día. Con esa limitación, y contra el frío de esta época,  tratan de llevar adelante el entrenamiento 'como pueden'. El profesor Diego Cuadrado, entrenador de los Predadores,  dijo que  "en la laguna, se busca volver a tener las sensaciones de nadar ‘libre’ sin ningún tipo de ataduras, sin nada que dificulte al nadador la mecánica de los movimientos, como puede ser estar agarrados de una polea o lo que sea".

 

Pese al frío, la campeona juvenil argentina Lucía Ferreri realiza su rutina en la laguna de Gómez.

 

Está claro que el nado de aguas abiertas no es para todos. Mucho menos en invierno, donde el clima conspira contra las ganas. "El agua está muy fría, para algunos sería congelada, -dijo Cuadrado- entre 14 y 16 grados y como la temperatura ambiente no es agradable por la época del año, los nadadores no la pasan bien".

 

Son pocos los que se animaron a empezar a realizar los trabajos en el agua de la laguna de Gómez. La nadadora Lucía Ferreri y el triatleta Mariano Pellegrineti son dos de los que encararon sus rutinas. "Trabajan desde el anfiteatro al espigón, unos 500 metros ( ida y vuelta 1000m) y en la hora que se les permite nadar,  nadan de acuerdo a lo que sienten en su cuerpo, uno de los días que fueron, nadaron  5000mt, otro día, salieron a los 3000m  con sensaciones de hipotermia, no es fácil". Cuadrado  es el encargaodo de armarles las planificaciones, pero el clima y las ganas hacen el resto.

Para la natación de aguas abiertas de Junín este regreso se puede definir como progresivo, sin apuros. “Yo les armo el plan, cómo hacer los primeros 1000mt, la segunda pasada y así sucesivamente, pero en definitiva, cuando llegan hacen lo que pueden y el tiempo les deja” dijo.

 

Sindicato

Además de los nadadores federados o atletas, hay cientos de chicos que también se quedaron sin lugar para nadar. Los que iban 'por placer' o para 'hacer ejercicio'.  Con la cuarentena por el coronavirus y la escasez de oferta, los nadadores de la ciudad sumaron un problema. No solo ellos, los profesores también se las ven en figurillas para armar las planificaciones y rutinas que los mantenga motivados y con ganas de seguir.

 

"La natación en tiempos de cuarentena es una tarea mágica, hay que ser medio mago para hacer que un nene entienda que va a la pile del Sindicato, donde lo hacemos correr y  hacer diez millones de ejercicios y entrenar como si fuese un nadador, pero sin agua. Es medio loco eso".

 

 

En el Sindicato Empleados de Comercio, numerosos chicos nadan 'en tierra'. Sí, aunque parezca raro, buscan que tengan 'algo parecido a nadar' pero sin pileta. "Entrenan 5 veces por semana, 3 veces por zoom y 2 de manera presencial. Las actividades de campo están más enfocadas en contenerlos que en otra cosa -dijo Cuadrado-  "Nos preocupan los niños menores a 14 años, hay que trabajar su aspecto mental, vincularlos con los ejercicios, para que sientan que algo referido a la natación están haciendo. Por suerte, nos esta haciendo bien, pese a que no tenemos contacto con el agua, el equipo está creciendo".

 

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