Debido “al número de personas que concurren, el tiempo de permanencia en el lugar y la cantidad de personal necesario para organizar y ejecutar el servicio”, el municipio optó por la vía más fácil: desde el lunes y por dos semanas, no se realizarán castraciones.
El Centro de Zoonosis había estado bastante tiempo sin estar abierto, hasta que se retomó la actividad a media máquina. Se estaban dando turnos para febrero, debido a la demanda y a la escasez de personal y disponibilidad horaria de atención.
Estos próximos quince días estará abierto de 9.30 a 12, para controles que no tienen mayor demanda en Junín.
De este modo, al abandono total que hizo el municipio durante la cuarentena sobre todo de los animales en situación de calle, hay que sumar ahora un paréntesis importante en el único servicio que presta Zoonosis: la castración.
Por supuesto, esto era para mascotas familiares, porque nunca hubo un trabajo tendiente a la atención sanitaria y alimentaria de los animales de la calle, que siguen siendo sostenidos por las proteccionistas.
Cada vez más lejos está el Hospital Veterinario que el intendente Petrecca prometió para su campaña de 2015, y que le permitió recoger muchos votos. No sólo nunca lo hizo realidad, sino que el Centro de Zoonosis fue día a día perdiendo cada vez más protagonismo y achicando sus servicios, como era por ejemplo el quirófano móvil que fue abandonado mucho antes del inicio de la pandemia.
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