Un gran porcentaje de empleados municipales está por debajo de la línea de la pobreza, porque percibe haberes inferiores al fijado Sueldo Mínimo, Vital y Móvil. Sin embargo, los pedidos gremiales para actualizar los salarios vienen sucediéndose desde febrero: con cambio de secretario de Hacienda y la pandemia, el gobierno de Pablo Petrecca logró atravesar casi todo el año sin incrementar en un solo peso los fondos destinados al personal.

Este año no ha habido ningún tipo de aumento fijado por el gobierno municipal, que hasta no hace mucho se ufanaba de la “cláusula gatillo” aplicada en Junín y que permitía que los trabajadores no perdieran en la carrera contra la inflación. Las conversaciones paritarias quedaron relegadas durante la pandemia, al igual que las remuneraciones salariales, y hoy las bases están al borde de una explosión.

La propuesta realizada ayer al gremio liderado por Gabriel Saudán incluye un bono de 9 mil pesos para todas las categorías, pagaderos en tres cuotas a efectivizarse en noviembre, enero y febrero. Supera en apenas mil pesos la primera oferta realizada el sábado y que fue rechazada de plano por “insuficiente” por parte de los representantes gremiales.

Se estima que hoy es un día clave en las negociaciones y las bases ya están presionando para que se defina la situación. El mismo Saudán había declarado hace unos días que en octubre, el empleado municipal no puede volver a cobrar lo mismo.

“Atento al tiempo transcurrido y el contexto vigente, entramos en etapas de pronta definición donde no es momento de palabras sino de hechos”, habían avisado desde el Sindicato hace unos días.

Por otra parte, desde la Unión Sindical de Empleados Municipales, que conduce Ángel Gabriel Wasniovsky, se emitió un comunicado y se reclamó: “Ya pasaron 9 meses y no tuvimos respuestas, 9 meses de no saber cómo llegaríamos a fin de mes, nadie da respuestas”.