miércoles 24 de abril de 2024

OPINIÓN | 5 oct 2020

Mirada extrema

Crónica de una agonía sostenida

Escribe: Andrés Rissolo.


“Lo peor está por venir”. Al menos así lo advierte la Organización de las Naciones Unidas y vaticina que otros 176 millones de personas podrían caer en la pobreza tras la pandemia de Covid-19. Sin saber bien qué hacer, el organismo afirmó que las más de 1.400 medidas de protección social adoptadas por distintos gobiernos resultaron en gran medida insuficientes.

En orden con sus capacidades, la ONU aseveró que la recesión económica provocada no tiene precedentes en tiempos de paz desde la Gran Depresión, una gran crisis financiera mundial que tuvo lugar durante la década de 1930.

A través de un informe publicado por Olivier De Schutter, relator especial de las Naciones Unidas sobre la extrema pobreza y los derechos humanos, recalcó a los líderes mundiales que en caso de que se utilice una línea de pobreza de 3,20 dólares al día, esto significa un crecimiento de 2,3 puntos porcentuales en la tasa de pobreza en comparación con un escenario sin la pandemia.

El dossier especifica que de las más de 1.400 medidas de protección social adoptadas desde el inicio del brote por distintos gobiernos, resultaron insuficientes. "Las redes de seguridad social implementadas están llenas de agujeros", apuntó el experto y agregó que estas medidas en general son "cortoplacistas", mientras "su financiación resulta insuficiente".

Específicamente se enunció que habrá muchas personas "más empobrecidas", serán las que "están en condiciones laborales precarias o sin domicilio permanente", quienes resulten excluidas de los programas de protección social. "Numerosos programas también requieren que las solicitudes se completen en línea, lo cual de facto excluye a amplios grupos de la población sin acceso a Internet o con bajas competencias digitales", enfatizó el analista.

La obsesión por tener los datos digitalizados a nivel global es imparable. Tal como se ve puede apreciar, Argentina no escapa a esa fiebre informática. La Nación sigue su proceso de digitalización, y ahora centró su accionar en el proceso de compras por licitación y se incorporó de esta manera al sistema de la compañía el proceso de licitación pública y privada 100% digital.

So pretexto de la transparencia de las compras, el acceso remoto a los expedientes por parte de los oferentes y de la comisión evaluadora, la posibilidad de realizarse la apertura pública por videollamada, dicen que esta modalidad ahorrará tiempo, trámites administrativos y logística.

Además, la digitalización -según vaticinaron- permitirá también verificar una acción política más eficiente con respecto a su trabajo para la sociedad.

Si no fuera por lo trágico del informe en ciernes, la parte cómica -si se consiente el eufemismo- es que la digitalización permitirá también una política más eficiente. Ni digitalizándolo se puede asegurar que los políticos hagan bien su trabajo. La digitalización política mostrará a la población el paupérrimo trabajo que desde hace 50 años viene perfeccionando para mal los funcionarios de turno.

Solo por caso, y por ser un tema sensible a todos, los jubilados con el haber mínimo reciben desde este mes menos que lo que les habría correspondido. Como los aumentos de junio y septiembre fueron porcentuales y sin suma fija, queda en evidencia que todos los niveles de jubilaciones y pensiones fueron desfavorecidas.

Mientras, en el pago chico, los ministriles locales están atentos solo a una cuestión más importante que la pandemia o la crisis económica: debaten fieramente por sus intereses particulares exhibiendo sus máximas malaventuras.

En verdad todos los cortesanos necesitan sostener este sainete para cuidar sus ingresos a través de esta puesta en escena. Se especula políticamente con el futuro,  mientras el presente se dirime entre la tensión en las calles, los robos, el petitorio policial y el empobrecimiento de los trabajadores.

Más preocupados por un liderazgo que no pudieron alcanzar en las urnas, es menester promover el caos y la fragmentación social entre los temerosos y angustiados habitantes, por una pandemia que presenta un escenario donde hoy flaquean las filas de los sanitaristas y demás combatientes de primera línea del covid.

Dicen estar preocupados por la salud de la población, pero hace años que no se construye hospitales de primera generación, ni se promocionan las carreras sanitarias, ni los profesionales de la salud ganan excelentes sueldo como los políticos. De esto no se habla ni se trata en el Congreso.

Es un desorden programado. Los funcionarios aseguran su futuro mediante declaraciones y alianzas, que luego le deparan mullidos sillones en algún ministerio. Nada se dice ni se hace para propiciar, al menos, una “atmósfera” que posibilite un alivio para la población.

Ni qué decir sobre la generación de fuentes genuinas de trabajo que más no sea el mercantilismo propiciado por capitales particulares. Los burócratas actúan muy bien su rol de enfadado y de posible redentores. Un astuto artilugio que les rinde considerables resultados.                                                       

Esto mismo sucede en el municipio local. Oficialistas y opositores travesean a ver quién es más enérgico. Entretanto, en otro sector de la pampa húmeda, durante la mañana de un día sábado, en un importante operativo de trabajo, instalaron un grupo electrógeno de emergencia para la alimentación de la iluminación de la pista del aeródromo de Pehuajó.

El intendente Pablo Zurro y los ediles acompañaron esta concreción de instalación, coordinado el trabajo entre el municipio y las instituciones del partido. “Ahora podremos tener vuelos de emergencia nocturnos en el caso que haga falta. Podremos resolver traslados sanitarios incluso en altas horas de la noche”, comentó el intendente.

Pehuajó tendrá una pista que cumpla los requisitos en su totalidad para poder recibir y efectuar vuelos nocturnos, como así también concretar traslados vinculados a emergencias sanitarias.

Mientras tanto, aquí en Junín… en un contexto de crisis, el desorden y la farsa entre los que no saben y los no queridos en las urnas, se intenta dar la mejor de las distracciones. Lo cierto es que las comunidades necesitan que sus líderes tomen la responsabilidad de conducir los procesos evolutivos y tomen resoluciones para desarrollar al conjunto.

Ni el intendente, ni los ediles, reabrieron los talleres ferroviarios ni el aeroparque. Ni lo harán. No están a la altura de las circunstancias. Y aquí estamos, y así seguimos, aun esperando uno vaya a saber qué.




 

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