Los gastronómicos locales no aceptan las restricciones impuestas: por frío o lluvia, siguieron habilitando el interior de los locales en Junín, a pesar de la orden impuesta de que por esta semana sólo podrían habilitar la atención en las veredas.

La noticia de que el intendente Petrecca logró que la Provincia suspendiera al menos por una semana el paso de Junín a Fase 3, con la esperanza de que baje el número de contagios de coronavirus, se hizo saber en paralelo con las restricciones que se impondrían para estos días. Estas incluían la prohibición del ingreso de clientes al interior de los locales.

Pero, con las condiciones climáticas desfavorables de lluvia y frío, los gastronómicos decidieron hacer caso omiso a esta decisión gubernamental y trabajaron en forma normal, dentro de sus locales.

Por otra parte, ante la posibilidad de un efectivo pase a Fase 3 desde el próximo lunes –los casos de Covid no bajan-, anuncian que se declararán en rebeldía y seguirán abriendo sus negocios, bajo la explicación del esfuerzo económico que realizaron para reabrirlos y la necesidad de trabajar.

Al conocerse estas limitaciones para el trabajo gastronómico local, el presidente de la Cámara Hotelera y Gastronómica, Juan Víctor Casella, había analizado: “Dependemos de la temperatura para que algunos vayan afuera. No lo veo justificado porque la gastronómica no es el foco de contagios ni infección de esta pandemia; no está demostrado. Hay que aprender a convivir con el virus y cuidarse lo más posible. Es un retroceso que nos hace daño, porque tenemos una economía muy dañada y esto perjudica mucho. Es un año terriblemente complicado”, manifestó Casella. También opinó: “En una semana no va a cambiar nada. Es una semana que se pierde y que económicamente será muy perjudicial”.

Por el momento, el municipio hizo la vista gorda y no realizó controles ni labró infracciones. Todo siguió sin modificaciones, y habrá que esperar los resultados.