jueves 28 de marzo de 2024

LOCALES | 25 sep 2017

ANALISIS ECONOMICO

Medidores de agua en Junín: ¿no es hora de pensar en su reinstalación?


Por: ALDO GARCIA LOPEZ

La Organización Mundial de la Salud recomienda, en cuanto al consumo de agua, utilizar 50 litros por día y por persona, pero en la Argentina se calcula un consumo de entre 500 y 600 litros diarios.

Así, el consumo de agua limpia es diez veces mayor a lo aconsejado por la OMS. Las causas más habituales de este derroche son: pérdida en las canillas, derroche en la higiene personal, limpieza de ropa y lavado de vehículos, vajilla, frutas y verduras, regado de plantas, etc.

El medidor de agua es un elemento que ayuda a controlar el consumo de agua. Así como cada uno de nosotros tiene un medidor del consumo de electricidad o gas, sobre el cual abonamos lo que se consume de energía, en este caso a través del medidor de agua, abonaríamos en función a la cantidad de agua consumida y no como ahora que se paga sobre los metros cuadrados de frente de cada propiedad sin tener en cuenta el consumo real, un criterio a todas luces inequitativo. Podemos tomar como ejemplos un lavadero de autos y una casa desocupada, sin consumo, y en ambos casos se pagaría lo mismo.

No cabe duda entonces que la instalación de medidores de agua es fundamental para controlar el derroche de agua, proteger el medio ambiente y los recursos naturales y además hacer un sistema más justo abonando más quien más consume.

Haciendo un poco de historia, debo recordar que la instalación de medidores en Junín se inició en la gestión del Ing. Abel Miguel, en la cual tuve participación. En ese entonces se había realizado a través de Obras Sanitarias Municipales un estudio muy detallado de la conveniencia de su instalación, por dos motivos básicos: uno, el ya mencionado de buscar un método más equitativo para la liquidación del consumo y el otro la preservación y un uso más racional de un recurso natural escaso.

Lamentablemente, con el inicio de la nueva gestión municipal iniciada en el año 2003, la instalación de nuevos medidores se interrumpió. Cabe señalar que en ese entonces la instalación de medidores ya había comenzado en varias zonas de la ciudad, iniciando en esos lugares un nuevo sistema de liquidación del consumo.

Del estudio realizado por Obras Sanitarias Municipales se había determinado un consumo básico de 30 mts cúbicos por familia mensual calculado en base a estándares de consumo mundial. De no sobrepasar dicho consumo, se determinó una tarifa básica y a partir de esa base todo excedente se facturaba como un adicional con el objetivo de desalentar el exceso de consumo. Asimismo se premiaba al vecino que consumiera menos de 30 mts. cúbicos con un descuento.

Expertos de varios países, en el año 1992, concluyeron que el agua dulce era cada vez más escasa, habiéndose hecho un uso irracional y abusivo de la misma, que estaba poniendo en peligro la salud, el bienestar, la seguridad alimenticia, el crecimiento industrial y el ecosistema.

Podemos concluir, entonces, que estamos en presencia de un recurso natural escaso, y que debemos controlar su uso irracional. Los medidores son una herramienta para comenzar a controlar su uso. No lo perdamos de vista.   

 

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