viernes 19 de abril de 2024

LOCALES | 18 oct 2017

Entrevista política

García: “Meoni perdió, se enojó con los juninenses y ahora sortea televisores”

A partir de la inexperiencia de los seis ediles de Cambiemos que ingresaron hace casi dos años, y con esos antecedentes, Marcelo García conservó cierta independencia, aunque se erigió como portavoz oficialista en el ámbito legislativo. Actuó durante todo 2016 como aliado y este año, como simple decantación, llegó el premio: el abogado renovará su banca con el sello Cambiemos.


Por: LUCIANO CANAPARO

Si bien se enfrentaron en las elecciones del 2015, la relación entre el concejal y candidato Marcelo García y el intendente Pablo Petrecca siempre fue cordial.

En distintos bloques, compartieron dos años del Concejo Deliberante, coincidiendo en algunos proyectos y frenando al meonismo en otros.

A partir de la inexperiencia de los seis ediles de Cambiemos que ingresaron hace casi dos años, y con esos antecedentes, Marcelo García conservó cierta independencia, aunque se erigió como portavoz oficialista en el ámbito legislativo. Actuó durante todo 2016 como aliado y este año, como simple decantación, llegó el premio: el abogado renovará su banca con el sello Cambiemos, frente que integra el PRO, la Unión Cívica Radical, la Coalición Cívica y el Partido Fe.

Continuando los pasos de su padre, el martillero y ex concejal Walter García (fallecido en julio de 2016), Marcelo asomó a la política dando sus primeros pasos de la mano de una amiga de la familia, Mirtha Cure, ex aliada de Sergio Massa, justo cuando el entonces intendente Mario Meoni había dado un nuevo giro en su carrera política desembarcando en el Frente Renovador.

Por eso, allá por el 2013, Cure decidió darle la primera batalla al niño mimado de Massa y lo enfrentó en internas, con Marcelo García como cabeza de lista.

Contra todo pronóstico, y pese a enfrentar al aparato municipal, lograron la minoría y García se coló en la lista final de cara a las elecciones generales. Y así llegó a ocupar la banca que vence este año.

Bajo el paraguas massista, García siempre se manejó con nitidez: desde el primer momento, dejó en claro que no integraría el mismo bloque que Patricio Fay, Claudio Martínez y compañía. Y por eso, arrancó la tarea legislativa desde el unibloque Concertación Plural. Las diferencias con el meonismo siempre quedaron expuestas, desde ambas partes. En las multitudinarias visitas a Junín que cumplía religiosamente el exintendente de Tigre, Meoni obviaba a su ‘compañero’ local. García debía conformarse con ver a su máximo referente político casi a escondidas. Esa mecánica fue provocando un quiebre con el Frente Renovador.

Incluso, antes de las generales de octubre de 2013, García debió soportar una reprimenda pública de Massa: “Hoy es parte de una lista común, no es que es un extraterrestre de otra lista. Y todos los que son parte del Frente Renovador hoy tienen que apoyar la gestión de Meoni, la lista del Frente Renovador, sin distinciones. La primaria ya terminó, tenemos una sola lista. Al que le gusta bien y al que no se tiene que ir”.

Al final, las palabras de Massa fueron premonitorias. Marcelo García se fue, y el pase le resultó conveniente: en el frente gobernante le abrieron las puertas, esas mismas que -siendo intendente- Meoni le había bloqueado.

-¿Cómo estás viviendo la campaña electoral en tu nuevo rol de militante y candidato de Cambiemos?

-(risas) Lo que hicimos fue una integración de nuestro espacio. Desde que asumió la intendencia, con Pablo Petrecca siempre mantuvimos el diálogo; conmigo no hubo un cambio de postura en cuanto a la relación que veníamos teniendo. Desde ese punto de vista se fue dando la integración. En su momento estábamos en posiciones y agrupaciones políticas diferentes y decíamos qué se debía hacer, y ahora encontramos que se están haciendo; sería muy necio no acompañar.

Decíamos, por ejemplo, que había que hacer el pluvial de la zona norte, ampliar la red cloacal y de agua corriente para los barrios ubicados del otro lado de la Ruta 7, infraestructura en Capilla de Loreto… y hoy tenemos estas obras. Hay obras en cada barrio, crece el optimismo de los vecinos, y se empieza a dar esa movilidad e identidad social que pretendíamos.

Hoy tenemos un Intendente que gestiona y logra estas cosas, así que me parece fantástico que siga así… como juninenses tratamos de apoyarlo.

-Actuando como un PRO pura cepa

-(…) También están los timbreos, las volanteadas, salir a caminar… hay que ver la eficacia que tiene esta parte de llegar a la gente, el cara a cara. Se los ha tratado de muchas maneras a los integrantes del PRO por esta modalidad, hasta llegaron a decir que eran ‘pasantes’ pero ahora resulta que vemos hasta al ex intendente Meoni que sale a ‘timbrear’. Este sistema hoy lo están copiando todos los espacios políticos. Los pasantes pasaron a ser maestros de los nuevos pasantes, que se alejaron mucho de la gente. El resultado electoral de 2015 habla por sí solo.

-¿Por qué te integraste a Cambiemos?

-Yo me integré porque creo que es la forma correcta de hacer las cosas. Hoy se están revalorizando los sectores que antes estaban oprimidos, que se nominaban como periféricos. Hoy nos encontramos con gente que no creía que iba a tener asfalto alguna vez, esto va cambiando la militancia y trae aparejado un futuro.

-La oposición reconoce las obras pero también cuestiona las políticas de educación, salud, seguridad, empleo…

-Junín forma parte de pruebas piloto de programas y lo pone a la vanguardia. Cuando dicen que Junín no tiene un norte se equivocan. Muchos habían perdido la brújula. Ahora salen a decir que la infraestructura no es todo, pero en su momento creían que era lo primordial. Como ahora se está haciendo, dicen que es secundario.

-En recientes declaraciones periodísticas, Meoni dijo que había sólo dos obras importantes en marcha, ideadas bajo su gestión (cuadrante noroeste y desagüe pluvial)

-Las obras se pueden idear pero el que las concreta tiene el valor y no se le puede quitar eso al Intendente, que puso la cara. Porque aunque esté alineado, hay 135 municipios en la Provincia y hay que pararse a decir qué obra quiere para su ciudad, compitiendo así con el resto.

Meoni no tuvo esa capacidad para hacer las obras. Cuando se hizo radical K fue por conveniencia y oportunismo personal. Cuando se requirió convicción para hacer ciertas cosas, se bajó del carro y nos metió a los juninenses en la oscuridad, nos tapó a todos y nos dejó fuera del sistema.

Y hoy siguen jugando a la política, siendo necios e hipócritas, metiendo a la gente en un barullo, para tener otra vez poder. Yo quisiera que muchos de los que estuvieron me dijeran en qué trabajaron y si se termina la parte política, qué van a hacer.

Nunca hubo autocrítica. Por el resultado de 2015, Meoni se enojó con la gente de Junín y ahora sortea teléfonos y televisores.

-Volviendo a la pregunta anterior, la oposición cuestiona…

-En educación, por ejemplo, Junín está experimentando el proyecto “La escuela fuera del aula”, con jornada extendida, donde se intenta incluir a los chicos con tiempo ocioso y fuera de escolarización. Se avanza hacia eso, recién se arranca, pero en algún momento había que hacerlo. Además, se empezó a traer infraestructura para las escuelas, mobiliario, no son sólo parches… Salimos de una economía que se servía de la política para hacer plata… Hoy se bajan fondos para hacer trabajos en serio, con cambios de valores nutricionales en la alimentación de los comedores... Obvio que falta, pero se está trabajando… Tal vez no llegue a toda la gente todavía, porque es algo progresivo, pero se empezó…

-¿Hay espacio para el disenso dentro de Cambiemos? ¿O es un frente ficticio manejado por un núcleo duro PRO donde prima la soberbia?

-Yo no puedo hablar de soberbia, yo hablo y le digo lo que pienso, y en la cara. En el vestuario, las cosas se discuten, después salimos todos a la cancha con la camiseta de Junín.

Yo no soy de esperar mucho las cosas, creo que hay que ir a buscar las oportunidades y si hay posiciones encontradas, no se pueden ocultar. De hecho, de los timbreos se sacan muchas ideas y necesidades que luego se incluyen en planes de infraestructura.

-¿Vos elegiste continuar en el Concejo o hubieses preferido un cargo en el Ejecutivo?

-La concejalía no me pesa, así que no es problemático volver a estar en el Concejo. Tampoco podía exigir nada, porque quien ganó en las urnas fue Petrecca, así que no podía pedir nada. Él tiene toda la legitimidad para decidir, pero en ningún momento surgió condicionamiento alguno sobre mi integración a Cambiemos. También había socios originales, con quien debía hablar él, para ver si había ‘quorum’… Si tenía que ir al Ejecutivo, en un lugar donde no tengo idea, para mí no tenía sentido.

-¿Cuál fue la reacción de los demás integrantes del frente? Se habló de un cierto recelo radical

-Creo que cada uno, al conformar la mesa, pelea por su espacio político. Es legítimo que esto suceda. Seguramente habrá consensos y disensos, como en todo frente, que debe enriquecerse con esto y no tratar de imponer a un solo sector. No se trata de amontonar gente, como sucede en otros espacios, que buscan ganar en las urnas pero no tienen programas.

-¿Para la democracia es positiva la mayoría en el Concejo o es más valiosa no tenerla?

-Para buscar consensos dentro del Concejo Deliberante hay que ver cómo se utiliza la mayoría y qué rumbo se quiere tomar. Si se tiene la representatividad del 50 por ciento de la gente, se puede evaluar cada dos años cómo va transcurriendo el manejo democrático. Y en este sentido creo que hemos aprendiendo bastante.

Creo que tener mayoría no es malo, ni tampoco lo contrario; hay que tener un equilibrio basado en el criterio que tenga la oposición. Acá sucedió que los que dejaron el gobierno y pasaron a la oposición, comenzaron a poner palos en la rueda diciendo que no a todo. Y eso la gente lo percibe. Y ahí es donde se necesita tropa propia para seguir creciendo y que los proyectos no se frenen burocráticamente.

-¿Pensás que Andrés Rosa se terminará pasando al oficialismo?

-Yo también estuve dentro de lo que fue el Frente Renovador en su momento, pero el meonismo nunca entendió lo que era un frente. De hecho creo que se equivocó en minimizar al espacio que en el 2013 me llevó al Concejo, desde las internas, porque nunca hubo ningún tipo de diálogo.

Y creo que esto fue también lo que llevó a Andrés a dar el paso al costado. No sé si fue el momento, lo deberá analizar él, pero sé por sus palabras que hasta dejó de ir a una sesión, cuando se trató la ampliación del presupuesto para la obra de la repavimentación de la Circunvalación, porque veía que no tenía sentido la oposición por la oposición misma. No estar presente fue una forma de decir que no avalaba ese modo de hacer política.

-¿Fue un proceso similar al tuyo?

-Creo que no, y cómo terminará tampoco lo puedo aseverar, porque él está haciendo los primeros pasos como unibloque. Si no tiene referencias políticas claras hacia arriba, que sirvan como paraguas, también puede ser parte del reacomodamiento, que lleva un proceso.

-Sos un dirigente que se reclama del justicialismo, ¿cómo analizás el presente del PJ?

-En primer lugar, considero que tanto el kirchnerismo como el cristinismo no fueron ni son peronismo, por eso jamás estuve ni estaré en esos espacios. Hoy, para rearmar al justicialismo, se requiere de un proceso que no será corto; se deben dar algunas depuraciones a nivel nacional y ver de dónde viene la reorganización. Creo que hay un sector que está dentro de la estructura de Cambiemos, dejando de ir siempre por la negativa.

-La pata peronista…

-Si vamos a la doctrina, Pablo Petrecca es uno de los mejores justicialistas que ha tenido Junín. Los barrios donde se están haciendo la mayoría de las obras no son privados, y eso es justicia social, algo que está haciendo el intendente actual. Y nadie lo puede negar.

-¿Siempre son bienvenidos en los timbreos?

-Nos encontramos con todo tipo de reacciones. Hay mucha gente que a nivel local valora lo que se está haciendo, y otra que dice que todavía no logra ver el despegue de la economía, y el cambio.

En los timbreos se va a buscar la crítica, para no tener ese desfasaje desde el poder, para seguir cerca de la gente. Hay muchos reclamos que se hacen, que antes se guardaban porque no tenían respuesta. Hay muchas cosas que no pueden satisfacerse en lo inmediato, porque hay que planificar el crecimiento y ver cómo se llega con los servicios que faltan.

-¿Qué número manejan para las elecciones? Se estima que el oficialismo, en Junín, superaría el 50 por ciento

-El único número concreto que tenemos es el de las PASO y hay que trabajar para superarlo. De ahí en más la futurología es muy linda. Hace pecar de soberbio poner una cifra, porque se debe trabajar para que la gente responda en función de lo que se está haciendo en Junín. Es un momento histórico que hay que aprovechar.

-¿Hace dos años imaginabas este presente?

-No. Pasaron muchas cosas en este tiempo y en su momento no logré dimensionar lo que se venía, con la alineación de los tres niveles de gobierno. En mi interior no lo veía, tampoco se sabía hasta dónde llegaba la capacidad de gestión del Intendente, que era una figura nueva, que recibió un Municipio dinamitado y con muchísimos faltantes, cuestionamientos y deudas. Es para felicitarlo porque fue un primer año de acomodamiento muy duro. Después se gestionó y se lograron obras, gastando suela y dándole visibilidad a Junín en la región y la provincia. Hizo los deberes que dieron su fruto.

NOTA PUBLICADA EN LA EDICIÓN IMPRESA DEL SÁBADO 14 DE OCTUBRE 2017   

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