sábado 20 de abril de 2024

LOCALES | 20 oct 2017

la investigación sobre la OBRA PUBLICA

Vanina “Manuelita” Lisazo

La causa sobre “la fiesta del despilfarro” meonista en materia de obra pública, se convirtió en el caso más resonante de su fiscalía. Las presiones políticas y de sus propios pares no cesan, y la demanda ciudadana exigen celeridad. En el centro, los cuestionamientos por el nulo avance de la investigación.


Por: Redacción Semanario

Arrancó como para llevarse el Premio Nobel de la investigación y el trabajo público, pero se quedó en el amague. Podría ser el fiel ejemplo de “todo lo que brilla no es oro”, porque después de una largada a todo pulmón, Vanina Lisazo se quedó en el camino.

Tal como ella cuenta, no tenía parientes ni amigos en la Justicia y tras algunos fracasos porque “no venía del palo”, sino que muestra una adhesión al radicalismo, finalmente logró incorporarse a los Tribunales locales. A dos contras más le debió hacer frente: mujer y oriunda de Los Toldos.

Sin embargo, fue escalando posiciones y ella misma confiesa que le ofrecieron “el cargo de fiscal general”, para reemplazar a su tan cuestionado jefe, Juan Manuel Mastrorilli. Mientras tanto, el año pasado decidió dar un paso de acercamiento al nuevo oficialismo local y en el mes de junio inició de oficio una causa titánica: investigar irregularidades en la obra pública del meonismo. Doce años bajo la lupa, un trabajo ambicioso, largo, pero que aporta mucho cartel.

OBRA PÚBLICA EN LA MIRA

Como si el territorio nacional fuera una gran superficie integrada por mosaicos idénticos, las obras públicas se desperdigaron por todo el mapa con un modo de ejecución también idéntico, como idéntica era su finalidad: hacer caja, multiplicar las ganancias, hacerle pagar al Estado, con dinero de los vecinos, la fiesta del despilfarro.

En Junín, la punta del iceberg vino de la mano del actual secretario de Obras Públicas, Diego Frittayón, a través de declaraciones públicas que realizó en medios periodísticos locales. En una práctica poco habitual, Lisazo decidió tomar de oficio esas denuncias y arrancó una causa caratulada “Averiguación de ilícito”, que no se limitaba sólo al tema de la nueva pista de atletismo y sus notorias deficiencias, sino que pretendía expandirse hacia adjudicaciones de otras obras, faltantes de equipos y materiales en el municipio, la pista del autódromo, la repavimentación del camino a la Laguna y la historia de la terminal de ómnibus, entre otros puntos.

CORRIMIENTO Y VUELTA

Pero tras las primeras apariciones a todas luces, justamente su jefe Mastrorilli, en octubre del año pasado y por presiones que recibió, decidió “correrla” de su Unidad Fiscal de Instrucción y la mandó a cumplir una tarea “especial”, que era hacerse cargo de la violencia de género y sus derivados, con lo cual Lisazo iba a tener bastante trabajo como para querer seguir la investigación al gobierno de Meoni en sus ratos libres.

Esto sucedió en el mes de octubre del año pasado. Y se prolongó hasta febrero de este año. “Se me había complicado mucho poder trabajar en algo tan fino como lo es una defraudación mayúscula como lo que estamos investigando, en medio de causas relacionadas con la conflictividad familiar (y de turno) los 365 días del año”, explicó Vanina Lisazo cuando quedó al frente de la UFIJ Nº 1, a inicios de este año. En ese momento, había declarado: “Vamos a reorganizarnos, reacomodarnos y arrancar con más fuerza. Son muchas las obras públicas que tienen diferencias, con sobreprecios, e inclusive algunas otras que figuran como realizadas y en realidad no lo están”.

LAS NOVEDADES

Sin embargo, Vanina se adaptó tan bien a los entretelones judiciales y los vericuetos de los abogados, que durante todo este año no ha habido avances en esa faraónica causa sobre el accionar del meonismo al frente del municipio local.

No sólo no ha logró desentramar esta “fiesta de despilfarro” meonista, sino que la causa pinta como para durar más allá de su jubilación como magistrada pública.

Como novedad, en las últimas semanas, Vanina Lisazo elevó un pedido a fiscalía general para que autorice –a través de Procuración- una costosa pericia sobre el reasfaltado de 4.5 kilómetros ejecutado sobre el Camino al balneario.

Luego de la negativa de varias universidades nacionales, la que accedió finalmente fue la Universidad Tecnológica de Rosario. Claro que el costo de cada “pozo” para extraer la muestra y poder hacer la pericia de rigor tiene un costo elevado: entre 20 y 30 mil pesos. Y se debería hacer antes de la anunciada obra de la nueva repavimentación, que está previsto que arranque en treinta días.

Luego de ese proceso, y en una segunda instancia, se procedería con el análisis exhaustivo del trazado del Autódromo Eusebio Marcilla, que desde la primera carrera presentó grietas.

O sea, es probable que el año termine sin mayores novedades, sin más gente citada a declarar y ni hablar de acusación alguna: un año y medio invertido en rosquillas internas de Tribunales, dejando a los ex funcionarios municipales más tranquilos que nunca. Al paso de la famosa tortuga de Pehuajó, Vanina Lisazo no es más peligrosa que el recordado General Ernesto Alais cuando viajaba para reprimir a los militares carapintadas.

UN PASO EN FALSO

La otra denuncia de oficio que había tomado Vanina Lisazo hace alrededor de cuatro años, fue a partir de una estruendosa bomba lanzada por el fallecido ex director de La Verdad, Omar Bello, contra Oscar ‘Beto’ Carreras, secretario general de APENOBA, el gremio de los trabajadores de prensa.

El mes pasado, una doble jornada de audiencias prevista para la prestación de testimonios debió suspenderse porque la fiscal presentó un certificado médico dando cuenta de hemorroides. Mal que no le impidió estar en otras reuniones esa misma jornada, ni que le originó inconvenientes durante su reciente viaje a México (terremoto mediante)... pero, para esa causa, fueron determinantes.

El 3 de octubre se llevó a cabo el juicio abreviado. Decenas de personas citadas, algunas debieron dar su declaración, para que al término resonaran las palabras de Vanina, diciendo que iba a retirar las acusaciones y la causa quedaba sin efecto. Cuatro años después, sin pruebas que ameritaran el delito “de oficio” que se había tomado el trabajo de levantar, de manera heroica y desinteresada.

El capítulo final fue un “Perdón...”, murmurado hacia Carreras, después que había hecho uso de la palabra entre lágrimas diciendo que, a pesar de la absolución, nadie podría devolverle tanto mal causado en estos cuatro años transcurridos.

Para la fiscal fue más sencillo: metió, sacó, pidió perdón y listo, borrón y cuenta nueva. ¿En estos casos no se utilizan recursos del Estado, y nadie los paga?

Este antecedente inmediato, la escasa celeridad en sus actuaciones, hacen temer por la continuidad de la causa sobre la obra pública meonista. Esperemos que Vanina no termine con un “Perdón, Mario”.

Amigos son los amigos

De ‘Manuelitas’ está lleno Tribunales, sobre todo si se trata de amigos. En la otra causa que avanzó contra las irregularidades del gobierno meonista, está el fiscal Javier Ochoaizpuro, a cargo de la investigación de los manejos de la empresa de gas natural.

En la tapa de todos los diarios, el fiscal salió procesando a Vicente Griselli y Javier Gabrielli, que –si se observan con atención las actuaciones- parecen haber actuados solos, sin complicidades ni jefatura alguna.

Y ahí es donde viene el tema: el ‘Bocha’ no se va a tirar en contra de sus íntimos amigos Damián Itoiz y Carlos Albaqui, que si bien eran los mandamás de Servicios Grupo Junín, parecen haber quedado misteriosamente al margen de cualquier sospecha. Eran jefes. Por acción u omisión la Justicia debería al menos citarlos a declarar.

Lo mismo sucede con Jerónimo dos Reis, representante de Comercio e Industria, que además todavía sigue estando en la empresa. ¿No sabía nada? ¿No vio nada?

La pregunta del millón es: ¿cuándo se animará Ochoaizpuro a citarlos para declarar? ¿Los llamará para ver si las órdenes centrales partieron del ex intendente Mario Meoni? Esto, obvio, si pretende llegar a las raíces de las irregularidades que le costaron tanta plata al pueblo juninense. O tal vez pretenda quedarse con las flores de perejil que tiene en la mano.

Premiado  

El exsubsecretario de Obras Públicas municipal durante la administración meonista, Gastón Blanc, fue premiado con un alto puesto en la Dirección de Vialidad de la Provincia de Buenos Aires, en esos vericuetos extraños que suele presentar la política.

El ingeniero había admitido públicamente que en lugar de poner 4 centímetros de asfalto –según estipulaba el contrato- habían colocado 2 cm. en el trabajo de repavimentación del Camino a la Laguna de Gómez, en el año 2011. Por esta razón, otra vez deberá hacerse el trabajo desde el próximo mes, dado que el nivel de roturas y desgaste que presenta el camino lo hace peligroso al tránsito diario.

Lisazo, by Lisazo

En declaraciones televisivas a un medio de sus pagos natales, Los Toldos, Vanina Lisazo se sincera y cuenta su historia: “Soy abogada porque lo cinematográfico me atrapó, con esas series en que el fiscal acusa, y a la vez siempre fui defensora de pobres y ausentes, como me decía mamá. Siempre me gustó esa parte, pero del lado de la calle no podía hacer nada. En general, cuando te viene a buscar una persona acusada por un delito, en el 99% de los casos es culpable, y no me gustaba defender culpables”.

Tras este arranque, recuerda que “un día, en 1998, vi en Tribunales un cartel para hacer un examen en Fiscalía, y de más de 200 postulantes, quedamos 14 que iniciamos un curso de instructores durante un año. Yo pertenezco a las tres primeras que ingresamos, junto a Fernanda Sánchez y Juliana Ortolá”.

“Después me anoté para una Fiscalía, rendí y aprobé, estuve ternada tres veces pero tenía una gran contra política importante, y la cuarta no sé por qué la gané. Era la única vez que rendí y no pensaba hacerlo más, porque el manoseo que hay detrás de esto es terrible”, admite.

Sobre sus sueños, Vanina asegura que “me han ofrecido la Fiscalía General, no sé si en serio, pero no pienso en eso ni en llegar a Cámara. Me gustaría trabajar mejor, tengo una deuda que es Sarita”.

“Tengo apenas dos empleados, para el volumen de trabajo, y encima un trabajo anexo que es la violencia de género y trata. Mi sueño es, más allá del trabajo, que mis hijos sean felices”, aclara.

NOTA PUBLICADA EN LA EDICIÓN IMPRESA DEL SÁBADO 14 DE OCTUBRE 2017   

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