jueves 28 de marzo de 2024

CULTURA | 11 nov 2017

JUNÍN TIENE QUIEN LE ESCRIBA

“A Nélida Potente”, de Alexia Bocchini

En Semanario tenemos la intención de divulgar nuevas (y también experimentadas) voces de la literatura local, y en ese desafío hoy continuamos con “A Nélida Potente", un relato de Alexia Bocchini, joven escritora que fue seleccionada para "Nuestros cuentos", la antología recientemente editada por Rama Negra.


Abuela Pa. Almafuerte y Cambalache. Calles de tierra regadas al sol y una casa tan grande como un palacio de cuentos. Un patio infinito, alegrías del hogar de todos los colores y caracoles que dejaban su rastro por los ladrillos de las paredes. Vecinos intimidantes, como ogros en cuevas oscuras, rodeados de huesos siniestros y perros feroces como lobos.

Tu casa fue en mi infancia el país de las maravillas, llena de secretos y de recovecos, de juegos y de historias leídas o inventadas. Todavía puedo oler el aroma de los sahumerios que, clavados en una papa dentro de un vaso de aluminio, escondías bajo el mostrador, y aún veo las partículas de polvo que flotaban a la luz turbia y anaranjada que entraba por la ventanita del fondo del almacén.

Eternas eran las siestas, y para combatir el tedio no había nada mejor que escabullirme mientras dormías para robarte golosinas del negocio. Vos lo sabías, pero nunca me lo reprochaste. Por las noches, cuando el abuelo viajaba, me dejabas dormir en tu cama, y mientras leías esas novelas sobre romances apasionados, yo te imitaba leyendo cuentos de princesas y enanos.

Salir a cenar era toda una aventura, y cuando tomábamos helado, siempre pedías un sabor especial para el Pupi, tu hijo perruno, y yo era la encargada de buscar una cucharita extra. ¡Qué personaje era ese Pupi! Cuando vos y el abuelo lo mimaban era todo simpatía, pero si alguno de nosotros lo pateaba accidentalmente durante el almuerzo, cuando se escondía bajo la mesa, no había pie que se salvara de sus dientes. Pero vos lo defendías, porque era tu Pupitito.

De vos heredé muchas cosas: un anillo de oro, un cuadro que pintó el abuelo y la mala voz para el canto; el amor por los libros y el deseo de escribir.

Quisiera no sentir tantos remordimientos. Las nochebuenas que no te visité, la solicitud de amistad en Facebook que me olvidé de aceptar, la plantita que mamá te compró para el día de la madre que sigue esperando en nuestro jardín por una dueña que nunca tendrá. Y el haber pensado primero en mis exámenes cuando me dijeron que te habías ido para siempre.

Pero justifico esa frialdad diciendo que yo ya te había despedido, que en realidad ya te habías ido hace rato, cuando cerraste los ojos y te olvidaste del mundo.

¿Cómo es posible que una explosión tan chiquita y silenciosa cause tanta destrucción? ¿Cómo es posible que no estés? ¿Qué no seas? Pero sos. Sos parte de nosotros, tus hijos, tus nietos y bisnietos. Y estás. En nuestros corazones y en nuestros recuerdos.

Nélida Potente. Fuiste lo que tu nombre indica; fuiste luz y fuiste fuerza, fuiste vida, alegría y amor. Y eso es lo que dejaste en nosotros. Te lo dice tu nieta, que te quiere mucho.

PERFIL

Alexia Bocchini nació en Junín el 14 de diciembre de 1993. Estudia profesorado de Inglés en el Instituto Superior de Formación Docente Nº 129. Empezó a escribir a los doce años, incentivada por su amor a la lectura. Su primer obra publicada es el cuento "Juguetes rotos" en la antología de autores juninenses "Nuestros cuentos" de la editorial Rama Negra.

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