jueves 25 de abril de 2024

LOCALES | 11 nov 2017

BASE MILITANTE

Movimiento Evita de Junín, un bastión peronista en disputa: lo pretende Romero


Por: Redacción Semanario

Eduardo Biaggio lleva diez años al frente del Movimiento Evita de Junín, y tiene un botín entre sus manos que Oscar Romero mira, envidia y pretende asaltar.

El diputado nacional, el próximo mes no sólo se quedará sin su cargo como legislador, miembros de su familia dejarán de cobrar como asesores y será definitivamente expulsado de SMATA; además, casi se quedó sin gente.

Le quedan los mismos adoradores que le deben un viaje maravilloso a Italia o algún puestito en el ámbito estatal, pero el romerismo se quedó sin base, no hay militantes.

Por eso, viene observando de reojo el potencial del Movimiento Evita, su accionar en los barrios más necesitados de la ciudad y, según dicen, está por dar el salto para quedarse con ese grupo.

En este marco, los rumores corren y ligero. Las voces por lo bajo dicen que le van a ofrecer a Biaggio armar una mesa junto con un espacio denominado Confederación de Trabajadores de la Economía Popular, para incluir a Osvaldo ‘Nino’ Lucero, un hombre del riñón romerista porque le debe muchos favores. El proyecto es, con el paso de algún tiempo, desplazar a Biaggio y adueñarse del espacio del Movimiento Evita en Junín.

¿Cuál es el objetivo? Trabajar en los barrios que hoy maneja el histórico dirigente del PJ local, ya con vistas al 2019, para cuando quieren apostar a Bruno Screpis como candidato a Intendente. Por un tiempo, el gastronómico fue candidato a concejal este año, pero después prefirió no competir en la interna con Daniel Giudiche, que se había pasado a ese bando.

EL MOVIMIENTO

Juan Grabois, quien ahora es asesor del Papa Francisco en Políticas Sociales, es el fundador y referente del Movimiento de Trabajadores Excluidos (MTE) y de la CTEP, junto a Emilio Pérsico y el Movimiento de Pie.

La sede local se encuentra ubicada en Primera Junta 1059, desde donde hay contacto directo y frecuente con habitantes de barrios periféricos de la ciudad. Además, el Movimiento mantiene cuatro merenderos, cada uno con su granja comunitaria, que en poco tiempo más planea largar un bolsón orgánico a la venta popular. Además, posee tres emprendimientos de panificados.

Esta base social es la que le está faltando al romerismo, que viene desorientado desde el comienzo mismo. En el 2015 le erraron con el candidato, el ex justicialista -hoy meonista- Santiago Aguiar, con poca capacidad de despertar adhesiones masivas a su figura. De hecho, perdió con un eterno perdedor de elecciones generales como es Gustavo Traverso. Después, se mantuvo con sus acólitos de siempre, esos del tipo de servidores del imperio musulmán que agachan la cabeza y festejan cualquier chiste del jefe. Es más, muchos acérrimos k debieron alejarse de las huellas de Cristina y abrazar la nueva causa randazzista, sin convicciones, sólo por mantener la “obediencia debida”.

Por eso, ahora el diputado Romero quiere rearmar el Movimiento Evita y hacerse de esa base bien peronista en los barrios más alejados y humildes, como punto de partida para una nueva jugada política hacia el 2019.

NOTA PUBLICADA EN LA EDICIÓN IMPRESA DEL SÁBADO 4 DE NOVIEMBRE 2017   

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