miércoles 24 de abril de 2024

LOCALES | 16 nov 2017

modelo cambiemos

Economía local: por más que infles...

Las obras -y los servicios- llegan pero no compensan la falta de trabajo, los salarios bajos, las tarifas altísimas y esa grieta cada vez más profunda que zanja la sociedad. Y que no está referida a los K, sino a los pobres cada vez más pobres y los ricos cada vez más ricos que impulsa este modelo económico.


Por: Redacción Semanario

El fin de año parece que será sin globitos amarillos de festejo y alegría, esos que sobrevolaron la ciudad el 22 de octubre tras el apoyo de los juninenses en las urnas.

Es que las cosas se están ‘encarajinando’, el panorama global está ocasionando terror y justamente después de la victoria electoral afloraron algunas ‘garras’ despiadadas.

Atado a la situación económica general del país, sobrevino un parate arrollador en Junín, con algunos síntomas claros que pudieron observarse en las últimas semanas. Ya no se trata sólo de percepciones individuales, de gente que cada vez llega menos a fin de mes, otros que no terminan de cobrar sus sueldos y la espantosa precarización laboral en la que están sumergidos los trabajadores... ahora hay señales más fuertes como la suspensión de presentaciones internacionales de primer nivel (Joaquín Sabina) por la escasa venta de entradas o de una cena tradicional como la del Fiambre Casero en Agustín Roca. El bolsillo no alcanza...

Los espectáculos deportivos también sufrieron una merma de público: se le hace difícil a la familia acompañar a los más chiquitos o seguir al equipo preferido. Las ventas en los supermercados hablan de compras ‘diarias’, muy lejanas a los changuitos llenos del día de cobro de otras épocas. Salir a cenar es un lujo, festejar un cumpleaños infantil en un pelotero denota una erogación digna de ricos... Y para colmo de males, el aire libre, lo único que quedaba gratis, fue invadido por el barigüí, que nos envía precipitadamente adentro de la casa (hasta donde algunos también nos siguen).

A nivel político, una voz de alarma fue puesta por la decisión formal de “revisión y reestructuración” de las horas extras que cumplían los empleados municipales y ayudaban a que sus magrisimos salarios se vieran abultados, aunque sea un poco. Difícil saber lo que pasará en este tema, pero los gremios por lo pronto van afilando sus voces para el grito de guerra: Petrecca aguardó pacientemente las elecciones de octubre para lanzar su propia “reforma laboral”.

Mientras, a nivel privado, sólo algunas empresas escapan a esta general de la ley y mantienen con estabilidad y buenos ingresos a su personal. En el orden comercial, lo que más abunda en Junín, el secretario del Sindicato Empleados de Comercio, Federico Melo, había admitido que no hay despidos en masa, pero a diario y en forma aislada, muchos trabajadores reciben su telegrama de despido. Son números, pero detrás están las personas y cómo la historia cambia de un momento a otro para tantas familias, que además –al momento del reclamo- encuentran una Subsecretaría de Trabajo alineada con el empresariado y una Justicia por demás de lenta, aun cuando se trata de cuestiones alimenticias.

Y hasta el campo, los chacareros que aplaudieron a rabiar las nuevas políticas, ahora parece haberse rebelado: resisten el aumento del Impuesto Inmobiliario Rural del 50 por ciento que anunció el gobierno de María Eugenia Vidal.

Ni hablar del resto de la población, a la que le sacudieron por la cabeza el 50 por ciento de la factura de gas natural diferido para después de las elecciones; más aumentos prometidos en diciembre y otro reajuste más para la luz. Sí, justamente ese servicio que presta una empresa que incumple las inversiones prometidas para garantizar una prestación de calidad.

SIN FIAMBRE

La tradicional cena con que Agustín Roca corona su Fiesta del Fiambre Casero, este año no se hizo. Es un secreto a voces que no lograron venderse las tarjetas, con un costo de 500 pesos por persona.

Aunque acá, también, hay telón de fondo: los habitantes de la localidad están disconformes con algunos integrantes de la comisión organizadora y por eso ‘declararon’ la guerra. Los mismos vecinos apuntan a esta razón, más que el alto costo y el miedo a la triquinosis, para explicar la suspensión de la cena. “Sin un Picchi no puede hacerse la fiesta, porque ellos fueron los creadores”, comentan.

SIN RECITAL

Joaquín Sabina iba a traer una caricia al alma de miles de juninenses y pobladores de la zona, pero no llegará: el concierto anunciado para el 18 de noviembre se suspendió. Una sola explicación hay para esto, y es que la gente no pudo comprar la entrada, tal vez especulando con instalarse en un banquito en la puerta del predio que iba a recibirlo, en el Parque Borchex, para conformarse con su voz angelical.

SIN ESPERANZA

De la mano de la reforma laboral, acá Petrecca sacó chapa de precursor y se lanzó al ruedo: ya dio el primer paso para dejar sin horas extras al personal. Al menos, una gran parte de los empleados que contaban con esa ‘diferencia’ para completar sueldos de miseria.

Por supuesto, el secretario de Gobierno, Martín Beligni, relativizó este proceso de “reorganización” que admitió haber abierto sobre el plus de los trabajadores, y recordó que hace dos años, cuando llegaron al gobierno, el sueldo era de 4.000 pesos y hoy ninguno está por debajo del salario mínimo, vital y móvil oficial, de casi 9 mil. ¿Consuelo de tontos será? Claro que es fácil opinar así, cuando por mes se lleva casi 30.000 y no sabe de los malabares que hace una familia municipal para subsistir.

LA CRISIS

De reojo, todos miran hacia las fiestas de fin de año, esas que suelen transformarse en un hito del reclamo popular. Cuando la gente se da cuenta que trabajó todo el año para apenas subsistir, cuando el ahogo es tan grande que no puede sino salir a borbotones.

Para esas fechas, deberán prepararse Pablo y su equipo, porque por ahí la gente se da cuenta que es difícil comer pavimento. Que está bueno que las obras lleguen, todas esos servicios básicos que fueron ignorados durante el gobierno anterior, que ayudan a mejorar la calidad de vida... pero que no compensan la falta de trabajo, los salarios bajos, las tarifas altísimas y esa grieta cada vez más profunda que zanja la sociedad. Y que no está referida a los K, sino a los pobres cada vez más pobres y los ricos cada vez más ricos que impulsa este modelo económico.

NOTA PUBLICADA EN LA EDICIÓN IMPRESA DEL SÁBADO 11 DE NOVIEMBRE 2017   

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