jueves 28 de marzo de 2024

LOCALES | 2 dic 2017

inundaciones en la región

Hidrovía Junín-Punta Médanos: un proyecto tan ambicioso como cuestionado

Petrecca recibió una reseña del trabajo de un equipo de arquitectos, entre ellos un juninense, e ingenieros que proponen una solución a los recurrentes problemas que causan los desbordes de los cursos de agua regionales.


Por: OMAR MERAGLIA

El intendente Pablo Petrecca recibió en su despacho la reseña de un proyecto denominado “Hidrovía Junín-Puerto Punta Médanos” cuya autoría corresponde a la empresa Roca Construcciones S.A y en la que se desempeña el arquitecto juninense Gustavo Pavón.

El trabajo ha causado una singular esperanza, particularmente en aquellos ámbitos que sufren las ya casi permanentes inundaciones en la región.

Y si bien el gobierno se ha mostrado interesado en algunas características de la presentación de los profesionales, también es cierto que la tarea –casi faraónica- genera algunos reparos.

De todos modos, se siguen aportando ensayos que no terminan de conformar un debate serio y responsable por parte de autoridades y entidades que sólo se ocupan de mirar el cielo y ante cada andanada de nubarrones se ponen nerviosos, pero nada más.

CANALIZANDO LA PROVINCIA

Federico Roca y Eduardo Difonso lideran la difusión de esta obra respecto a la cual afirman que “es posible terminar con las inundaciones, el flagelo que tanto está afectando a la provincia de Buenos Aires”.

Este equipo, que también está integrado por las consultoras Ing. Leoni & Asociados y Rodríguez Pons & Partners como asesores, desarrolló una idea-proyecto integral con tres objetivos fundamentales:

El primero apunta a proporcionar un gran canal colector de drenaje de la Cuenca del Río Salado, de 470 kilómetros de longitud, 80 metros o más de ancho y 5 metros de profundidad.

Esta traza iría desde Junín, punto de empalme con el Salado, hasta Punta Médanos, en la Costa Atlántica. Su tendido acompaña en forma paralela la traza del Río Salado y la capacidad de conducción supera la equivalente a 15 veces la del Río Salado.

Sostienen los profesionales que “esta solución ya la había sugerido Florentino Ameghino hace 150 años”.

El segundo eje, el logístico, pretende transformar a este “Gran Canal” en hidrovía, como un medio de transporte económico de producción desde un Puerto Interior Terminal Junín hacia un Puerto de Ultramar en Punta Médanos, mediante barcazas y viceversa.

De este modo, consideran los artífices del trabajo, “se aliviaría el flete al productor, brindando simultáneamente una alternativa más práctica y cercana a la demanda, tanto para la exportación como para la importación, dada la ubicación estratégica geográfica que presenta Junín con relación a la provincia de Buenos Aires, a la vinculación ferroviaria y vial, también como estación de transferencia polimodal para una región que involucra unas 30 millones de hectáreas correspondientes al sur de Santa Fe, sur de Córdoba, sur de San Luis, sur de Mendoza , norte de La Pampa, centro y noroeste de la bonaerense”.

Respecto al último eje, asociado al desarrollo territorial, afirman en la reseña entregada a Petrecca que la infraestructura indicada “permite agregarle el montaje de varios cientos de fábricas, en las cercanías de la traza, estaríamos hablando de la generación de muchos miles de puestos de trabajo directos e indirectos, genuinos y permanentes”.

A la hora de considerar los costos, se advierte que la Hidrovía Junín-Punta Médanos se aproxima a la inversión de 3.950 millones de dólares (unos 8.500 dólares por metro lineal) lo cual se ejecutaría en aproximadamente “24 meses, con una demanda de 41.000 puestos de trabajo directos y 120.000 indirectos, mientras dure la obra, con ocho frentes simultáneos de avance”, según explicaron los arquitectos.

NO TAN SIMPLE

Si bien este gobierno nos tiene acostumbrados a la “esperanza” y Petrecca es un singular coaching en ese sentido, seguramente el municipio se tomará un tiempo para analizar el tema y a la hora de hacerlo habrá de considerar algunas cuestiones no tan positivas.

De hecho, el gobierno nacional está entusiasmado con abrir algún otro puerto de aguas profundas en la provincia, pero las últimas informaciones daban cuenta de que podría constituirse en la localidad de Punta Indio y no en Punta Médanos.

El puerto de Punta Médanos (a unos 30 km. de Pinamar) es un proyecto que tomó forma entre 1977 y 1978 y luego se abortó por cuestiones técnicas y económicas.

Sin embargo, en el mismo sentido del proyecto presentado a Petrecca, está enfocado también el Colegio de Ingenieros Civiles de Córdoba, que decidió reimpulsar un trabajo que –también- “podría ayudar a solucionar los problemas de infraestructura que atraviesa el país”.

En este caso, se trataría de la construcción de un canal navegable de mil kilómetros que serviría, por ejemplo, para trasladar la producción agropecuaria cordobesa hasta el mar para su posterior exportación y pasaría no por Junín, pero si en sus cercanías.

El coordinador de la Comisión de Transporte del Colegio, Luis Braceras, es uno de los autores de esta propuesta formulada a mediados de los 90’ por profesores de la cátedra de Obras Hidráulicas de la Escuela de Ingeniería Civil de la Facultad de Ciencias Exactas de la UNC y que llegó a ser incluida en el plan estratégico vial de la Provincia pero luego desechada tras la crisis económica nacional de los años 2001 y 2002.

Pero aun contando con el financiamiento en el caso de este tipo de obras hidroviales, aún quedan pendientes de resolución técnico-financiera algunos factores como, por ejemplo, el caudal irregular de los diferentes cursos de agua ya que estos ríos –según lo refieren otros estudiosos- tienen un comportamiento muy irregular, con estiajes severos que son seguidos por grandes inundaciones.

Además, los detractores de una hidrovía destacan que se trata de un curso muy sinuoso y en algunos casos de fuerte pendiente lo que obligaría a realizar inversiones gigantescas de movimientos de tierras y expropiaciones.

Asimismo, podría complicarse la navegación “aguas arriba” ya que se gastaría más combustible, aun viajando con barcazas vacías, y aguas abajo se pierde gobernabilidad, lo cual –sostienen- es similar a aterrizar un avión con fuerte viento de cola.

Mientras tanto, el agua seguirá estando allí, casi encajonada y poniendo en vilo a miles de productores de una vasta región que se siguen preguntando cuándo será el tiempo de las acciones después de décadas de desidia.

NOTA PUBLICADA EN LA EDICIÓN IMPRESA DEL SÁBADO 25 DE NOVIEMBRE 2017   

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