Por: Redacción Semanario

Para muestra sobra un botón, dicen. Así que se podría deducir la historia de crecimiento del abogado pusilánime, devenido mecánico millonario, en los días de su perro Golden: la mascota es alimentada a base de cordero, exclusivamente. Nada de alimento o carne, como cualquier otro, el veterinario determinó que sólo eso podía comer y sus dueños están en condiciones de satisfacer la demanda.

Así cambiaron los días de la familia Romero, en base a la inyección insospechada de ingresos que acrecentaron exponencialmente su patrimonio y la calidad de vida. Lejos quedó el tiempo en que el ex diputado Oscar compartía casa con sus padres sobre calle Dorrego: hoy, junto a su cónyuge e hijos, poseen al menos tres inmuebles en Junín, declarados al 2016.

En este contexto, después de más de dos décadas de convivencia, el año pasado al fin se decidió: en una mega fiesta realizada para el día del cumpleaños número 49 de Fabiana Maricel Zubeldía, unos pocos antes de las elecciones de octubre, Oscar le propuso casamiento (foto abajo).

Primero el entonces legislador nacional tuvo que hacer unos llamados para no pifiar el día exacto del natalicio de la madre de sus hijos. Cuando sus asesores le confirmaron que era el 7 de octubre, organizó una pomposa reunión y le obsequió un anillo para sellar el compromiso, más caro que la casa misma de muchos juninenses.

No importó mucho que las tendencias electorales ya confirmaban lo que sería una derrota abultada para su nuevo partido político, encabezado por el ex ministro de Transporte Florencio Randazzo, a quien el mismo Romero acompañaba en la lista en el cuarto lugar de candidatos a diputados nacionales. Ya alejado de las costumbres que lo habían consolidado como un aplaudidor serial en los actos oficiales y cadenas nacionales encabezadas por la ex presidente Cristina Fernández, el abogado/mecánico había trazado su nuevo destino cruzando la vereda, algo que derivó en su expulsión de SMATA, el gremio que le sirvió de plataforma para lanzarse a la política.

Para ese entonces, seguro que Oscar ya sabía que no renovaría su banca de legislador, pero que a cambio sería premiado con el cargo administrativo de prosecretario de la Cámara de Diputados, tal vez en un nuevo acuerdo con su amigo oficialista Emilio Monzó, que ya se había mostrado generoso con Romero y sus viejos amigotes en el 2016, cuando pudieron disfrutar de una estadía sin cargo en Italia, reflejada en estas páginas.

Por eso, el ‘mecánico’ no se preocupó mucho y le ofreció casamiento a su dama, la madre de sus tres hijos, que no fue la misma que lo acompañaba cuando antes de asumir como diputado se resistió en Capital a un control de alcoholemia cuando salía de una de sus tradicionales festicholas de Puerto Madero.

Así, en los próximos meses -una fecha todavía a determinar-, Romero pondrá el ‘gancho’. La pareja decidió que sería más adelante, así también tenían tiempo de disfrutar de unas merecidas vacaciones por Europa, Uruguay y otros destinos importantes, mientras matizan algo de pileta en el Club Los Miuras los pocos días del verano que la familia está en Junín.

Tal vez por primera vez, la familia Romero atravesará los muros de su ámbito íntimo y contratará un salón para festejar la unión matrimonial.

LAS MEGAFIESTAS

Oscar Romero se caracteriza por ser un anfitrión de lujo. Nada de vino Toro en la mesa: ahí abundan marcas exclusivas que por botella, tienen un costo que hasta puede superar un sueldo mínimo, vital y móvil actual.

El escenario elegido para las reuniones, por lo general, es la flamante quinta ubicada sobre el camino al Parque Natural Laguna de Gómez y Las Acacias, que el ex legislador incorporó a su patrimonio en enero del 2016, por un valor declarado de $ 2.500.000 (foto arriba).

Allí se realizan los eventos sociales y las negociaciones más secretas, enmarcadas en un servicio de seguridad riguroso que incluye patovicas y cámaras de seguridad por todo el inmueble, incluido el interior de la chimenea.

Ni Oscar ni Fabiana se ocupan personalmente de la organización de estos encuentros, y delegan la responsabilidad en Miriam Pironi de Tilot, una wedding planner de alta confianza, que se encarga de contratar los servicios necesarios: catering (por lo general Alejandro el ‘Indio’ Carini), iluminación y musicalización, decorado, números en vivo y demás detalles para que la fiesta alcance el nivel pretendido. Por lo general, nunca se incluye fotógrafo ni filmación.

Además, Romero se ocupa de tener dividida a su tropa: primero se llevan a cabo las celebraciones familiares. Aparte, otra noche, concurren los amigotes, los zalameros, los ocasionales socios, los ‘militantes’… en esas ocasiones, el clima es diferente: corre de todo menos agua bendita, con total normalidad, y la música resuena a varias manzanas a la redonda, matizada por presentaciones en vivo de Javier Sidotti, amigo personal y ex compañero de escuela del dueño de casa.

EXHAUSTIVO CONTROL

Además de las cámaras instaladas en sitios estratégicos dentro y fuera de la mansión, que supieron habitar el kinesiólogo Mario ‘Cachi’ Capogrosso y el boxeador Lucas Matthysse, con un sofisticado software y celoso seguimiento, el personal de catering, integrantes de bandas invitadas o miembros de empresas para brindar servicios contratados, son exhaustivamente controlados. La utilización de celulares está prohibida en forma terminante y sin excepciones, para evitar ‘filtraciones’ de imágenes o videos que perforen la intimidad que tanto le gusta cuidar al ex legislador.

La comida es siempre abundante, al igual que el alcohol, y los platos variados y exóticos. En familia, una elaboración especial está destinada a la novia del hijo mayor Tomás, que es vegetariana. Para el resto, se trata de no repetir el menú y a determinada hora de la noche, el propio Romero es el encargado de darle salida a los empleados ocasionales: con una propina que pocas veces supera los 100 pesos por cabeza, les ordena retirarse, aunque muchas veces esto sucede antes de que el postre sea servido.

En las cenas familiares, también los otros dos hijos menores de la pareja Romero ven cercenada su participación cuando el protagonista del patriarcado lo ordena: en silencio y sin cuestionar, el menor de 14 años y la nena de 9, se retiran a sus habitaciones.

“Desde ahora nos ocupamos nosotros”, les dice el mecánico exitoso a los empleados del catering. Y ahí se abre una gran incógnita sobre lo que ocurre a continuación: no hay registros gráficos y los participantes de estos cónclaves saben valorar el silencio. El fuerte de la casa quinta se cierra más que nunca y los responsables de la seguridad se corren para dejar paso al protagonismo nocturno de amigos, clientes y socios. Un papel protagónico cumple el abogado Darío De Ciervo, penalista y habitual profesional de los casos más mediáticos, quien maneja todas las cuestiones legales del ex diputado.

PATRIMONIO EN ALZA

No era un ‘abogado exitoso’ como su ex referente política Cristina Kirchner. Romero era un profesional medio pelo, que se autoinventó en el gremio de los mecánicos para poder subsistir e ir escalando posiciones.

Cuando SMATA se alineó con el anterior gobierno, Romero supo ‘venderse’ y ocupar una banca en Diputados que le aseguró un futuro económico promisorio.

Nacido en agosto de 1967, en pocos años supo asegurarse el futuro y bienestar de su familia, tan solo tirando los hilos adecuados y moviendo las piezas en el momento justo. Tan es así que de prácticamente nada, cuando asumió allá por 2013 la banca en Diputados, en diciembre de 2016 declaró bienes y depósitos por un total de $ 4.314.000, que seguramente se amplió a fines de su mandato.

Su vida dio un vuelco: se transformó en patrón de estancia, con un coro de arcángeles vitoreándolo y elevándolo a la status de ídolo. Un papel que buscó toda su vida, junto a los billetes. En este recorrido, ahora, Romero decidió que era hora de ‘premiar’ la constancia y fidelidad de su compañera de ruta, oficializando el vínculo. A pesar de sus difundidas intervenciones en hechos como los terrenos lujosos que quedaron en manos de una vieja ‘amiga’ a orillas de la mismísima avenida de Circunvalación y otras aventuras, ante las que Fabiana cerró los ojos y decidió continuar… la fiesta más importante está por venir.

NOTA PUBLICADA EN LA EDICIÓN IMPRESA DEL SÁBADO 10 DE FEBRERO 2018