sábado 20 de abril de 2024

LOCALES | 23 feb 2018

anarquía y descontrol policial

En Junín, la Seguridad no garpa

La ciudad entró nuevamente en un momento crítico del círculo de siempre: recrudeció la inseguridad. Mientras tanto, el discurso oficial unificado intenta suavizar la problemática que más desvela a los juninenses, la oposición invierte saliva en diagnósticos y propuestas y la cúpula de la secretaría de Seguridad trabaja ad honorem.


Por: Redacción Semanario

Dos años después de haber asumido Cambiemos al frente del municipio, es indudable que poco y nada ha cambiado en materia de seguridad. Tampoco el discurso. En rigor, las calles siguen siendo tierra de nadie, la prensa continúa alimentándose de delitos, la bronca se expresa (cada vez más) en las redes sociales, las denuncias se amontonan en los ficheros policiales, la mayoría de los robos y de los arrebatos no quedan asentados en la maquinaria burocrática y los vecinos siguen sosteniendo que la inseguridad les quita el sueño y, muchas veces, lo poco o mucho que tienen. 

Sin embargo, funcionarios políticos y policiales “armados” con estadísticas fluctuantes, no dudan en afirmar pomposamente que la ciudad está verificando, en los últimos meses, una disminución del delito.

Y como si fuera poco, hace un mes y medio los ex policías retirados Fabián Claudio y Mario Olmedo, columnas de la secretaria de Seguridad municipal, renunciaron a su paga mensual porque se dio de baja el decreto que les permitía cobrar jubilación y sueldo de la administración pública.

¿En serio van a trabajar gratis? Por una cuestión ‘administrativa’, al ya estar recibiendo un pago desde la Provincia por ser policía jubilado, el secretario de Seguridad del municipio, Fabián Ismael Claudio, debió renunciar a su puesto y a cobrar un salario por la tarea.

Así reza el decreto Nº 3837, del 29 de diciembre 2017, firmado por el intendente Pablo Alexis Petrecca: ni Claudio ni el otro policía jubilado, a cargo interinamente de Inspección General, Mario Olmedo, podrán seguir percibiendo salarios.

Prolijo en estas cuestiones formales, Petrecca no quiso involucrarse en un nuevo episodio mediático o ser comparado con el ex concejal K Santiago Aguiar, que debió devolver plata al municipio por haber cobrado doble como edil y como asesor de Mario Meoni en el Banco Provincia.

El retiro de las remuneraciones no llega en el mejor momento. Después del alejamiento del ex asesor Luis Chami, la seguridad de la ciudad naufragó. Realmente parece acéfala la Secretaría y los mandos policiales, fuera de control. Y usted, señora o señor que sale cada día a la calle, debe sufrir las consecuencias, aunque más no sea temiendo por su integridad cada vez que apoya los pies en la calle.

Es que cuando era un trabajo correctamente remunerado y tenía el respaldo de Luis Chami, Claudio ya no había obtenido resultados muy buenos… ¿Cómo podría pensarse que ahora, que deben estar ad honorem y con sólo algunas partidas que se ‘distraerán’ para compensar, la situación podría modificarse?

La tensa relación con los jefes policiales ya es más que evidente: se han rebelado por falta de ascensos prometidos. Y ‘liberan’ la ciudad a su suerte. De hecho, puede comprobarse de noche, por la madrugada, cuando jamás un particular tendrá la suerte de cruzarse con un móvil policial.

Ahora, se suma a que el secretario de Seguridad, Fabián Claudio; tal vez el director del área Roberto Rodríguez (jubilado como fiscal) y el coordinador Mario Olmedo (policía jubilado), no pueden llevarse un sueldo a la casa. ¿Esto influirá en la ‘sensación’ de inseguridad que está oprimiendo a todos los vecindarios?

Las quejas están explotando despacito, primero como murmullos o comentarios en las redes sociales, y hasta el siempre oficialista presidente de la Federación de Sociedades de Fomento, Osvaldo Giapor, ya salió a pedir las ‘cabezas’ de responsables policiales y municipales. Habló de “relajamiento”, que siempre viene acompañado por una mayor audacia delictiva.

El tema que más preocupa es que los delincuentes van armados, actúan en cualquier hora del día (ya no buscan el amparo de las sombras) y con las más diversas modalidades, mientras los supuestos operativos de control y prevención apenas se limitan a pedir papeles de vehículos o identificar a algún transeúnte con portación de rostro.

Después del verano, en que sólo hubo saturación de uniformados en la entrada a la Laguna de Gómez con el Operativo Sol, parece que las autoridades políticas locales deberán sentarse a replantear seriamente la seguridad de la población, hoy en jaque.

No es que la sociedad tenga la expectativa de una mayor seguridad, sino que tiene esa imperiosa necesidad porque en ella va la vida, la integridad y los bienes de sus miembros.

En los últimos años habrá disminuido el número de denuncias (como se justifica), pero la violencia de los delitos ha ido en alarmante crecimiento. Aumentó, además, la cantidad de arrebatos, que se ha duplicado respecto del año pasado. También crecieron la cantidad de detenidos en comisarías y la corrupción policial.

El combate de la inseguridad requiere ideas claras, constancia en el tiempo y firmeza de propósitos por parte de quien elige a los responsables de una pelea cuya derrota no sólo se mide en votos sino en víctimas.

Los delincuentes vienen ganando la pulseada por goleada, el secretario de Seguridad ya no cobra por su trabajo y no hay nadie que se ponga los pantalones largos para que las cosas se hagan como se debe. Estamos jugando tiempo extra: la papa caliente puede quemarle las manos a Pablo Petrecca.

Relajamiento

Se encarga de aclararlo en cada ocasión pero no hace falta. Su forma de ser frontal, ríspida y apasionada le ha costado, a largo de su trayectoria como dirigente barrial, más de un dolor de cabeza, y unas cuantas decepciones.

Y ahora que la inseguridad volvió a las primeras planas, el fomentista Osvaldo Giapor volvió a levantar la voz: “Si bien Junín es una ciudad grande que invariablemente va a tener delito, no podemos soportar la caradurez de los delincuentes que hoy se sienten impunes”, disparó en declaraciones radiales.

En tal sentido, el titular de la Federación de Sociedades de Fomento adelantó que “vamos a volver a plantear las cosas ante el Intendente. Hay fomentistas que nos cuentan que los taxis a sus barrios no entran por la inseguridad, y esas cosas no pueden pasar”.

“Que hubo un relajamiento de la policía, puede ser, por eso queremos saber qué es lo que van a hacer para que estemos como hace un tiempo atrás donde los delitos estaban controlados”, afirmó.

NOTA PUBLICADA EN LA EDICIÓN IMPRESA DEL SÁBADO 17 DE FEBRERO 2018 

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