Por: MIGUEL MANCUSO

Qué triste fue ver el lunes a la mañana la degradación de la familia y de la educación. Seguimos destruyendo generaciones de adolescentes por no poner límites. Y ojo... arrancaron a la 1 de la mañana... con banderas de egresados, bombas de estruendo y cornetas.... (botellas de gaseosas y fernet )... y pasó en casi todas las escuelas de Junín, sin distinción de públicas ni privadas.

En la puerta los alumnos con bombos, matracas, pitos, bombas de estruendo. Pregunto ¿qué festejaban? Seguro que el comienzo de clases no...

Organizan su festejo sin atender al derecho de los demás al descanso, total ellos no laburan, y que el resto de la población se joda. Se perdió el respeto por la comunidad... Pero a muchos padres les “encanta” que festejen así… Son esos eternos “pendeviejos” desubicados que no vivieron en su momento lo que tenían que vivir y ahora se lo permiten a sus hijos. Ellos siguen pidiendo "límites a gritos" y seguimos los adultos confundiendo libertad con libertinaje.

Sería una locura pensar que de esta forma no van a ingresar al colegio, pero les puedo asegurar que no.

Lo más lamentable es que muchos entraron a la escuela en condiciones deplorables y nadie les dijo nada y otros la escuela avaló el festejo  no colocándoles falta! ¿Y después nos quejamos?

Incluso hasta la policía estuvo pero para cuidar y mirar como los “nenes” se “divertían”.

¿Por qué nuestras autoridades mandan a la policía a cuidar que no haya desmanes en las puertas de los colegios? ¿Saben ustedes que nosotros, toda la población, está pagando para que ellos “cuiden” a grupos de inadaptados “protegidos” por sus propios padres?

Y ni que hablar de los cánticos de los chicos hacia la fuerza policial que solo controlaba "el festejo".

Me pregunto: ¿En qué condiciones de aprendizaje pueden estar después de toda la noche de joda? ¿Qué hay para festejar? ¿Para cuándo el cambio desde la casa? ¿No vemos que hacen nuestros hijos? ¿O no queremos ver? ¿No vemos el ejemplo que le dan a los más chicos que ingresaban a primaria o jardín?

La vida no es una joda. ¿Dónde fuiste a parar cultura del trabajo y del esfuerzo? ¿Dónde fueron a parar las sanciones que garantizaban que el que iba a la escuela iba a aprender? ¡Basta de pobres chicos!

Familia primero y escuela después con sus “monitos sabios”, hemos destruido tres generaciones por tratarlos así. ¿Vamos a seguir en este camino?

Después nos quejamos del avance del alcohol y las adicciones en nuestra juventud. La culpa es nuestra Sres. "adultos".

A ver papis si se ponen los pantalones largos por una vez. ¿Están  inculcando valores a sus hijos menores de edad? O les dan como mensaje algo así como “querido hijos no respeten a nadie, hagan mucho lío y rompan todo lo que esté a su paso, tomen mucho alcohol para hidratarse y de ser necesario utilicen droga, vayan a dormir a las aulas que a  los docentes se les paga para velar sus dulce sueños y, si les pasa algo, vengan a quejarse a mamá y papá que nos encargaremos de hacer ‘justicia’ porque la policía no los protegió de las inseguridades”.

Nuestros hijos no van a "sufrir" por hacerles ver que la vida no es joda, que la vida es esfuerzo, que la vida requiere sacrificios.
Gente de la Educación de una vez por todas den las armas para que si la familia no colabora el docente pueda ser formador de valores.

Y a los que no le gusta, basta de confundir el término inclusión con lo que se está haciendo, que es permitiendo con esto y con las “mil” posibilidades para “zafar” sin estudiar  que siga el “viva la pepa” y condenando a la exclusión  a montones de pibes de esta sociedad por no enseñarles ya no contenidos sino normas de vida.

Sigamos así, total, pareciera que a nadie le importa hacer las cosas como corresponde.

Por ello, parece que lo mejor que podemos hacer para quedar bien con esta realidad, como decía el gran Tato Bores es preparar el vermut con papas fritas y… ¡Good Show!

(*) Docente.