viernes 29 de marzo de 2024

BONAERENSES | 18 abr 2018

se acortan los plazos

Provincia no puede dilatar más las designaciones y en mayo ocupará sillas que están vacías

La urgencia es el Tribunal de Cuentas, que desde el 1 de junio tendría un solo vocal y perdería el quórum. Pero en las negociaciones se colarían el ministro de la Corte que falta y los directores del Banco Provincia.


La anunciada renuncia de Gustavo Fernández a la vocalía de Municipalidades B, que se hará efectiva el 31 de mayo, deja al organismo sin quórum para emitir fallos, ya que de sus cinco miembros sólo quedarán dos: el presidente, Eduardo Grinberg, y el vocal de Reparticiones Autárquicas y Entes Especiales, Miguel Teilletchea.

De esta manera, el Ejecutivo deberá apurar el trámite para enviar al Senado el pliego de las tres vocalías vacantes, una decisión que el gobierno de María Eugenia Vidal estiró lo más que pudo para evitar una intrincada negociación con los sectores de la oposición. Una alta fuente del gobierno bonaerense reconoció que una de las principales razones de la demora es la atomización de la oposición.

“¿Con qué sector negociás los lugares, cómo va a terminar y en qué va a derivar la interna del peronismo, qué rol va a jugar Sergio Massa en ese esquema?”, es la pregunta que se autoformulan en calle 6 y que no tiene una respuesta sencilla.

La primera vacante en el Tribunal se produjo en septiembre de 2016 cuando falleció Cecilia Fernández, titular de la vocalía de Administración Central. El Ejecutivo demoró la designación de su reemplazante a la espera de que se produzca otro espacio en la cúpula del organismo. Y ese hueco se hizo el 1 de julio de 2017, cuando se efectivizó la renuncia del titular de la vocalía de Municipalidades A, Héctor Giecco.

En pleno año electoral, Cambiemos no quiso avanzar en el nombramiento de los reemplazantes, al amparo de que el Tribunal mantenía el quórum y que las vocalías sin titular eran subrogadas por las otras dos. En ese momento, el massismo era mucho más fuerte en la Legislatura y pretendía la silla de Municipalidades vacante tras la muerte de Cecilia Fernández. Pero el oficialismo prefirió esperar que las elecciones le dejaran un panorama más claro de cómo iba a ser el esquema político post legislativas.

Pues si se buscaban certezas se encontró más confusión a raíz del desorden del peronismo y sus vertientes. Por eso en el Gobierno reconocen que dejaron correr el tiempo si abrir una discusión que se anticipa complicada. Pero la renuncia de Gustavo Fernández no permite dilatar más las cosas. “Hay que nombrarlos en mayo”, reconoció uno de los miembros de Cambiemos que será parte de las negociaciones.

Lo que está claro es que el oficialismo intentará quedarse con un par de sillas y ceder la restante. Si bien ese es el objetivo de máxima, el de mínima es colocar a alguien de confianza en la vocalía que audita la Administración Central, es decir los ministerios.

La ex massista Malena Baro, esposa del presidente del bloque de Senadores de Cambiemos Roberto Costa, es una de las que aparece con posibilidades. El massismo anota a Matías de Urraza y a Valeria Arata. El peronismo también tiene los suyos, aunque antes deberá resolverlo internamente. Desde el Tribunal se brega para que las vocalías sean ocupadas por quienes hoy hacen el trabajo como auditores y son de carrera en el organismo.

En las próximas semanas se develará el misterio, cuando el Ejecutivo envíe los pliegos al Senado para completar con esos cargos de carácter vitalicio.

SUPREMA CORTE

Sin embargo, una vez que se abran las charlas por las vocalías en el Tribunal de Cuentas se colarán indefectiblemente los pedidos por las otras vacantes que hay y el oficialismo debe cubrir. La más importante es la silla que quedó vacía en la Suprema Corte tras la renuncia de Juan Carlos Hitters en octubre del año pasado.

Sin apuros por cubrir ese hueco debido a que con seis miembros la Corte no tiene problemas de funcionamiento, en el Gobierno saben que el tema deberá tocarse en conjunto con el anterior. María Eugenia Vidal pretende colocar allí a una mujer. El peronismo dice que debe elegir el nombre. Massa siempre se anota en la disputa de cargos.

BANCO PROVINCIA

Por último, quedan pendientes los nombramientos en el Directorio del Banco Provincia, donde deben elegirse cuatro vocales que vencieron su mandato (y siguen en funciones hasta que sean reemplazados) y una vacante más producida por la renuncia del massista Daniel Arroyo, quien dejó el lugar para asumir como diputado nacional.

Quienes ya tienen mandato vencido son el radical Diego Rodrigo, el massista Mario Meoni, y los peronistas Andrea García y Eduardo Di Rocco. La puja por esos lugares no será nada menor. De todos modos, y con sigilo, en el Gobierno estudian la posibilidad de reducir la cantidad de directores de la entidad. Aunque esta idea choca con la dificultad de que, para tal efecto, debe modificarse la Carta Orgánica de la entidad crediticia, y eso debe hacerse por ley. Difícilmente el resto de la política acompañe la iniciativa.

Fuente La Tecla 

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