viernes 19 de abril de 2024

OPINIÓN | 9 jun 2018

MIRADA EXTREMA

La grieta desde 1810

El ímpetu con el cual se celebra el 25 de Mayo es propio para aquellos sectores que se sienten identificados con el entramado financiero, especulativo y económico tanto como por la ingenua clase ignorante de aquellos que creen en una historia ficticia.


Escribe Andrés Rissolo, especial para Semanario

Se celebró en nuestro país la representación más acabada de la Argentina. El 25 de Mayo de 1810 fue, en realidad, el origen de la brecha Argentina y fue celebrada en Buenos Aires por los herederos de gran gesta económica colonial dado por los españoles nacidos o instalados en estos territorios, con sus negocios y negociados en la aduana del puerto de Buenos Aires, con el juego y la corrupción reinante.

El resto del territorio y la población fue deliberadamente ignorado. Desde el puerto de Buenos  Aires, sus porteños decidieron en cabildo abierto seguir siendo leales al Rey de España, Fernando VII,  ya que no a Francia y Napoleón Bonaparte que habían invadido territorio español.

La Primera Junta, o el primer rejuntado, no representaban a todo el territorio ni de patrio tenía algo. Por rara paradoja del destino tuvo como figura central a un general, que no sería el único en la historia al mando de nuestro país. Don Cornelio Judas Tadeo de Saavedra y Rodríguez, el mismo que dirigió las primeras acciones gubernamentales, entre las cuales estaba el reparto de las famosas escarapelas de French y Berutti.

Esos rojos distintivos, no celestes y blancos como se dice,  marcaban a los leales de la ocasión. Estos les indicaban a los fusileros ya preparados en la plaza, que las personas que las portaban no eran los enemigos del reino de España, es decir, no eran el otro, el enemigo. Por caso, el adverso sería algún criollo que quería aprovechar el momento de independizarse de España. La influencia y los negociados permitidos desde la corona y realizados por los súbditos godos era de tal magnitud que no podía caer en manos de los galos. En todo caso, antes deberían dirimir cuestiones con quienes estaban primeros en las operaciones, y eran los ingleses.

El flujo de capitales provenientes de nuestras tierras al exterior formaron parte de nuestros orígenes, y la de aquellos acaudalados porteños definiendo los destinos de  toda una sociedad también se proyecta hasta nuestros días.

El ímpetu con el cual se celebra el 25 de Mayo es propio para aquellos sectores que se sienten identificados con el entramado financiero, especulativo y económico tanto como por la ingenua clase ignorante de aquellos que creen en una historia ficticia.

La distorsionada realidad que vivimos, en mucho influenciada por una historia tergiversada, hacen también a una identidad torcida. Todo lo que hay que decir desde la llegada de Don Pedro de Mendoza y su fundación, la búsqueda desesperada del oro y la plata, los primeros pueblos del interior y las grandes necesidades nunca satisfechas. La gesta económica de Mayo, la campaña al desierto, de la utilización de los nativos por parte de los ingleses, del reparto de las tierras, de los créditos, los empréstitos, la enfiteusis, de la llegada de los inmigrantes, de la distribución de población y tantas, tantas otras verdades ocultas por el barro de la mentira oficializada, la misma que son la argamasa de las bases temblorosas del país.

La verdadera gesta queda desdibujada, desteñida, desplazada. Así, de segunda, queda el 9 de Julio de 1816. La auténtica fecha de independencia patria donde con esfuerzo supremo las provincias unidas, destruyeron el ardid de la mafia del puerto, logran reunirse todos los representantes del interior, allá, en el recóndito Tucumán, para declarar la independencia del reino de España y cualquier otro imperio, hecho éste aún no logrado. La relación económica con el imperio británico sigue intacta a pesar de la Guerra de Malvinas.

La corona británica, que por estos días estuvo de fiesta por el casamiento de uno de sus reales descendientes, dio simbólicas muestras de su próximo destino económico. La presencia de la comunidad negra en una boda real marca para la geopolítica internacional el nuevo ámbito de injerencia financiera. África como nuevo centro de expoliación masiva de bienes. El oro, el petróleo, los diamantes, las tierras del continente negro, son los atractivos que hacen que los ingleses retornen al continente negro ya no con sus ejércitos como estuvieron sino con los bancos, empresas y financieras.

El 25 de Mayo de 1810 es la imagen que identifica a un sector determinante de la Argentina. Al puerto de Buenos Ayres y no al ignoto resto del país. Desde 1810 hasta 2018, estos especuladores han perfeccionado tanto su técnica, que no hay gobierno que se les resista a su acciones, en esto que es sacar réditos del fruto del trabajo de sector productivo, que es una exclusiva maniobra de los intereses y miserias de los mercaderes del puerto de Buenos Aires. El de la economía, la especulación, las finanzas. Y así lo festejaron… con pompas y circunstancias. En 208 años de historia tan mal no les ha ido.                                                                                            

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