Por: Semanario

Los productores son como una casita de estudio de cine de Hollywood, prácticamente cartón pintado, ya no resisten más el avasallamiento pero siguen poniendo la cola para que le den chirlos.

Los enamorados del modelo Cambiemos no se animan a pedir el divorcio y soportan todo tipo de maltrato.

Pasando en limpio la situación, el modelo sojero parece no poder contenerlos más, salvo que siga la exclusión y desaparezca toda la poca ruralidad que queda y el campo se transforme en una  gran industria privada producto de la concentración a la que nadie le presenta batalla.

El monocultivo mostró en la última campaña que puede ser sumamente dañino para las finanzas de los chicos y medianos porque con la inundación del principio, la sequía de la mitad y las lluvias incontenibles cuando había que cosechar, en algunos casos no juntaron porotos ni para el truco.

Pero la plata para poder sembrar y fumigar y realizar las labores, hubo que ponerla.

Ahora, como salvación, el gobierno provincial anuncia ayuda crediticia con bombos y platillos, como si se tratara de filantropía, pero por otra parte siguen ahogando al sector con la devaluación imparable, tan imparable como el aumento de combustible que no es más que la “sangre” que se necesita para producir.

Sobre llovido mojado, impuestos caros y tasas que no tienen retribución.

La logística, caminos y rutas vienen lentas y nadie sale a asegurar la continuidad de obras claves hasta que el FMI no dé a conocer sus condicionamientos.

Tímidamente comienzan a repararse algunos alambrados porque lo que resuena fuerte otra vez es el concepto de “rotación” porque el proceso “extractivista” sojero que se suponía sustentable, está mostrando sus falencias y los errores, como no podía ser de otra manera, los pagará el productor.

Un productor que, además, quedó en el medio como jamón del sándwich, destratado por el gobierno y mal visto por buena parte de la sociedad, que los asocia a subsidios privilegiados y con la ayuda de Elisa Carrió, como especuladores seriales.

En medio de ese panorama, la dirigencia no logra dar pie con bola y cuando se juntan (y cuando no también) conformando la Mesa de Enlace, se miran con desconfianza; pero al igual que cuando se conformaron, los sigue uniendo el espanto y no el amor.

Porque además perdieron la capacidad de reclamar. El juego perverso que les hizo el gobierno hace sólo días atrás no tiene explicación.

Los dirigentes hace meses venían reclamando y amenazando. Qué el combustible, que los fletes, que los impuestos, que los precios de góndola, que las importaciones, etc, etc.

Sólo faltó que el gobierno tirara un “globo de ensayo” diciendo que cortaría con la baja gradual de retenciones a la soja y se las aplicaría nuevamente al maíz y trigo, para que el grito de los gremialistas agrarios surcara los cielos y se reunieron entre ellos y con el ministro (que hasta hace poco también era de ellos).

Algunas horas de incertidumbre, otras de espera nerviosa y finalmente el Gobierno con un mensaje dadivoso, dijo que todo quedaría “como está”.

La dirigencia agradeció tal medida… ¡y se olvidó de todos los reclamos anteriores! Un juego psicológico perfecto del oficialismo y otra pérdida para el productor.

NO TAN HELADAS

Y mientras se recuperan las napas tras la sequía en la zona y siguen algunas heladas, los tamberos son los que continúan “calentitos” y amenazantes.

En nuestro medio, la desaparición de tambos y la láctea legendaria son muestra clara de la calamitosa situación, que continúa como una sangría interminable, dejando sin protagonistas a un subsector agropecuario que no pudo resistir más.

Según dio a conocer el portal El Enfiteuta, se producirían movilizaciones de tamberos hacia Plaza de Mayo.

Eso es lo que se está analizando, para –al menos- llamar la atención del gobierno, que desde su llegada lo único que ha generado es el achicamiento de los productores de leche.

En agosto de 2016 los productores de tres provincias (Córdoba, Santa Fe y Entre Ríos) decidieron manifestarse en una acción conjunta, llevando adelante un acto en la ciudad santafecina de Rafaela, sobre la ruta 34. En la ocasión recorrieron la ciudad y obsequiaron cajas de alfajores y volantes explicativos a los ciudadanos para dar cuenta de la gravedad de la situación.

Ahora están evaluando una acción similar en Buenos Aires en la que repartirían gratuitamente cientos de litros de leche en la recientemente remodelada Plaza de Mayo, conscientes del impacto mediático que puede tener la iniciativa.

Desde la Mesa de Productores de Santa Fe (Meprolsafe) ya se han puesto en contacto con sus pares de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Sociedad Rural de Rafaela, Federación Agraria y demás instituciones afines de otras cuencas lácteas para avanzar en la coordinación del evento.

Marcelo Aimaro, secretario de la Mesa de Lechería de Santa Fe, confirmó: “Le propusimos esta idea al resto de las entidades a nivel nacional y a otras cámaras de la provincia, y en estos días habrá una reunión con el resto de las entidades para definir cuáles son los pasos a seguir”.

También denunció que mientras el tambero recibe en promedio apenas 6,12 pesos por litro, en góndolas el producto final se vende a 25 o 30 pesos. “Ni hablar de lo que vale un yogur o un queso: para el asalariado es imposible”, añadió. Y concluyó: “Vamos hacia una concentración de empresas, la visión de los funcionarios es la de una fábrica-tambo y nosotros reclamamos una legislación y una política donde estemos todos, medianos y chicos, y donde existan reglas de juego. Es un partido donde no hay árbitro y es el Estado el que tiene que arbitrar, por ejemplo, con mecanismos de fijación de precios”.

COSTOS MUTIPLICADOS

Los costos de los tamberos se han multiplicado no solamente por el aumento constante en el valor de los combustibles y en las tarifas de los servicios públicos (luz, gas y agua tienen un gran impacto en la producción) sino que en los últimos meses la disparada del dólar ha golpeado fuertemente ya que impacta en el precio de dos insumos básicos para alimentación de las vacas como son la soja y el maíz.

Pero la decisión de convocar a la actividad en Plaza de Mayo podría haberse precipitado gracias al rumor que circula en el sector de que a pesar del aumento del dólar y del nuevo incremento de los precios de los lácteos en góndola debido a la inflación, las industrias no elevarían el precio por litro para la producción de mayo. Si esto se confirmara, la protesta podría definirse para mediados del mes de junio, una vez realizadas las liquidaciones correspondientes.