martes 23 de abril de 2024

LOCALES | 9 ago 2018

MENTIRAS EN EL CAMINO

Esquivando pozos y responsabilidades

La obra para reasfaltar el camino al balneario quedó en la lista de las “sin fecha”, como ocurre con tantas otras promesas de la gestión Petrecca. El último incumplimiento partió de las palabras del titular del área Marcelo Balestrasse. Ya hay denuncias contra el municipio por parte de automovilistas que sufrieron daños en sus vehículos. Vecinos de la zona se sienten defraudados.


Por: Semanario

A la gestión de Pablo Petrecca “le siguen pasando cosas”, lo cierto es que como si sufrieran un trastorno de ansiedad, los funcionarios se largan a dar fechas de finalización de obras y no pegan una.

Fomentistas aducen (sin que los escuche el siempre oficialista Osvaldo Giapor) que la actual administración parece el “equipo más improvisado de los últimos 30 años”, ya que todo está “a medio empezar o a medio terminar, pero concreto, concreto, no hay nada”.

Desde la oposición, algunos consideran que “Petrecca quiere ir cortando cintas durante el 2019 buscando la reelección” pero advierten al mismo tiempo que “la ‘jugadita’ le puede salir mal”.

Y mientras quedan en el tintero obras que se mueven lentamente, como la Terminal de Ómnibus, otras amenazan paralizarse por el desmanejo municipal a la hora de cohesionar las tareas con las empresas y con la provincia que solventa la mayoría de ellas.

Una de estas tareas está relacionada con uno de los puntos más importantes para el desarrollo del turismo local, el camino al balneario, el cual cada vez presenta peores condiciones y que casi con certezas no podrá ser inaugurado al menos este año y se verá si hay fondos para el próximo, ya que el gobierno bonaerense -que es el encargado de la obra- prevé recortar gastos en obras públicas a partir de 2019, según lo expresara la misma gobernadora María Eugenia Vidal con relación a las pautas impuestas por el FMI ante el endeudamiento.

El proyecto estuvo plagado de vicios de gestión y la imprevisión lo llevó a una maraña burocrática de la cual tampoco parece haber muchas intenciones de salir.

En mayo de este año y tal como lo destacara SEMANARIO oportunamente, desde el bloque de concejales de Unidad Ciudadana, Lautaro Mazzutti expresaba: "estamos a favor de la obra de repavimentación de avenida Circunvalación y camino a la Laguna, pero no podemos votar un proyecto del cual ni siquiera nos entregaron el expediente principal, ni nos dijeron cuáles serán las supuestas mejoras que se realizarán. Por eso, nuestro bloque no acompañó esta iniciativa".

Asimismo, resaltó en aquel entonces que “el vecino debe saber que la obra ya tendría que estar terminada, pero falta la mitad, y terminará saliendo un 50% más del costo inicial. No podemos avalar esto. Somos una oposición responsable, que debe defender el bolsillo de los juninenses y de los bonaerenses”.

De todas manera y utilizando de “comodín” al concejal Andrés Rosa, Cambiemos logró la aprobación de la addenda (una extensión del presupuesto) de 27 millones de pesos en la licitación de la obra.

"Nosotros siempre estuvimos a favor de esta repavimentación, aprobamos el proyecto inicial e incluso una addenda anterior de 12 millones de pesos, pero en este caso no nos supieron decir qué se harán con los 27 millones que se agregan al presupuesto. ¿Cuál es el motivo por el cual no podemos conocer qué se hará con ese dinero?", se preguntó entonces el concejal y titular del PJ local Mazzutti.

Después de esta extensión del presupuesto se habrían agudizado los problemas con la empresa ganadora de la licitación (Marcalba S.A.), que ya tuvo a su cargo el pavimento nuevo de la avenida de Circunvalación.

Desde la Provincia (que ya estaría poniendo la lupa en las cuentas municipales), parece que no autorizarían más gastos y hasta quieren eliminar esta repavimentación, por lo cual la idea de los funcionarios municipales era que la firma realizara un trabajo de menor calidad (a costo del municipio), sin sacar todo el pavimento sino solamente poniendo una capa que recubra lo existente y tape baches. Pero la empresa se negó a eso.

PROMETEME QUE ME GUSTA

Como si fuera poco, el titular de Obras Públicas, Marcelo Balestrasse, dijo a mediados de junio que la obra comenzaría en “40 días”. La promesa siguió vigente hasta que se cumplió la fecha el pasado 28 de julio, momento en el que el funcionario se mostró con las manos vacías y ensayando alguna disculpa por su “apresuramiento”.

La falta de manejo político de los funcionarios es notable. Ya que les parece que alcanza con una disculpa, cuando detrás de las promesas hay innumerables vecinos plenos de expectativas que confían una vez más en los discursos políticos y una vez más son defraudados.

Más aún, lo padecen los habitantes de los numerosos barrios aledaños a este camino, que sufren diariamente las consecuencias del viaje y el peligro de romper sus vehículos, lo cual ya ha acontecido en varias ocasiones, por lo que se realizaron las denuncias en la Oficina Municipal de Información al Consumidor (OMIC) para responsabilizar al municipio por los daños. Se trata de 140 familias que viven en forma permanente y que terminan siendo unas 600 en la época estival.

Ahora la cuestión vuelve a complicarse. Como si ya no lo estuviera.

El secretario general de la UOCRA, Eduardo Diotti, dijo esta semana a SEMANARIO que “gente de la empresa constructora me confirmaron que si sale algún trabajo nuevo, ellos levantan el obrador y se van de Junín”.

Allí no se encuentra trabajando ningún operario y todo está a la espera de que se destraben las cuestiones en las que se metió el mismo municipio por demorar los tiempos y dejar que las inflación “barriera” con los presupuestos.

Diotti, aseguró que todo el proceso está muy “verde” y falta aún que “se apruebe el nuevo presupuesto y que Vialidad provincial autorice la obra”, considerando que “es muy difícil que empiece antes de fin de año”, augurando al menos la posibilidad de la continuidad, aunque sin fechas.

UN PROYECTO ANHELADO

SEMANARIO consultó al presidente de la Sociedad de Fomento de los barrios Real, Moya y Jardín, Fabián Zapata, quien si bien conocía la noticia de la nueva demora, manifestó que “desde el municipio no nos avisaron nada”.

Reconoció que hay gran preocupación por el estado del camino. Pero no sólo se trata de la red troncal hacia el Parque Natural, sino que las calles internas de los barrios son un desastre.

Si bien el municipio se arroga la construcción del reasfaltado, en verdad se trata de una inversión de la provincia y la comuna debiera ocuparse -al menos- de los trazados internos de los barrios, que presentan un estado calamitoso, y no envidian para nada a los caminos rurales que tanta queja han generado por parte de la dirigencia agropecuaria.

¿Y LA LAGUNA?

Pero más allá de la problemática propia de quienes viven en forma permanente y el futuro de esos habitantes, el balneario municipal o Parque Natural, ha quedado fuera de la agenda municipal luego de algunos escarceos rimbombantes de aquel proyecto del Director de Turismo meonista y hoy Director no sólo de Turismo sino además de Cultura, Luis Bortolato, quien proponía para el PNLG interesantes cambios con centro de compras y gastronomía, una entrada ubicada más adelante y otras originalidades que parecen haber quedado en el olvido, junto con las bicisendas del actual jefe comunal. Más aún si tenemos en cuenta que el espigón, símbolo de la laguna por excelencia, cumplirá en breve un año más de clausura, como símbolo de abandono general de cualquier iniciativa turística.

 

 

REFUGIOS (Y FUNCIONARIOS) A CONTRAMANO

Los barrios aledaños al camino al balneario tienen una fuerte población permanente que aumenta considerablemente en la época estival. Desde las organizaciones fomentistas que pertenecen al sector se había pedido al municipio, además del reasfaltado del camino, una serie de mejoras viales generales que implicaban moderadores de velocidad y rotondas. Pero lo más llamativo es que la solicitud también implicaba la colocación de cinco refugios para quienes esperan el colectivo que por allí transita diariamente desde hace 10 años a cargo de Transportes Pepa.

Nunca tuvieron respuestas. Mientras, se están colocando 38 refugios en la ciudad para esperar lo que es hasta ahora un “colectivo fantasma” y que no tiene fecha cierta (ni certezas) de llegada. Todo ello con un costo de más de dos millones de pesos.

Un municipio que demuestra, una vez más, ir a contramano de las necesidades de la gente.

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