Por: Semanario

El intendente de Junín, Pablo Alexis Petrecca, está preso de sus propios dichos y de su inoperancia en materia política.

Por eso la semana pasada, acuciado por las críticas y las encuestas que lo ubican muy alejado de los números eleccionarios de hace casi un año, presentó un nuevo acto distractivo apuntalado por las huestes de Jaime Durán Barba en el PRO y barajó un par de títulos sensacionalistas como “soy intolerante ante los hechos de corrupción" o “mi casa vale cuatro millones y no 14”.

En una conferencia de prensa que brindó junto a la secretaria de gobierno, Agustina De Miguel, el secretario de hacienda, Ariel Díaz y el presidente del Concejo Deliberante, Gabriel D’Andrea, PP anunció el envío de un proyecto de ordenanza al cuerpo deliberativo que tiene más de declamativo que de efectivo, apuntando a la transparencia de la gestión y lucha contra la corrupción. Algo que estaba emplazado ya en la Ley 15.000 de la provincia de Buenos Aires sancionada a fines del año pasado, pero que a la luz de los acontecimientos le obligaron a adherir ahora.

Detrás de toda esta puesta en escena se esconde la verdadera intención del jefe comunal que no es más que alcanzar apoyo para su reelección del año próximo frente a sus jefes políticos que ve que de a poco le quitan presencia y espacio.

Pasa que Petrecca es cada vez más afecto a aparecer en la prensa nacional ligado a diversos escándalos que lo ponen en el foco de una presunta corrupción en la administración comunal.

Esto le ha costado varios llamados de atención de referentes provinciales y nacionales del PRO, que con su pares radicales y por detrás, ya evalúan un nuevo candidato para 2019, sin embargo el administrador juninense trata desesperadamente de mostrarse “transparente” y sabe que está siendo evaluado en forma constante y que hasta ahora saca un “desaprobado”.

Quien le marca los pasos a seguir sería Esteban Bullrich, vecino de Agustina, que cada tanto viene y le trae noticias de su desempeño bajo la mirada superior, además de algunas sugerencias para salir del laberinto en el que él mismo se metió.

Ya hace un par de meses la recomendación fue que saliera a parar la andanada de denuncias en su contra de alguna manera eficiente, porque después de conocerse en marzo de este año el descomunal gasto de refacción en su nueva casa de Italia y avenida San Martín, revelado por Semanario, la fiscal Vanina Lisazo comenzó a investigarlo por su relación con las obras de David Mingrino, el tribunal de Cuentas lo multó por una auditoría mal concedida, aparecieron algunas contrataciones sospechosas, administró mal el presupuesto del año pasado y ahora fue cuestionado por la compra de gasoil a un precio récord. Un combo que lo dejó de lado de cualquier visita oficial, por más que la semana pasada publicara en un medio adicto un “álbum completo de figuritas” (bien pago) con puntual estadística de los ilustres visitantes, mientras Junín quedó fuera de cualquier obra provincial y/o nacional y se suspendieron las pactadas.

DESCARGO OBLIGADO

Frente a este escenario, le pusieron condiciones para tener apoyo reeleccionario y lo obligaron a implementar el “mano pulite” bonaerense. Y el intendente intentó nuevamente sacar un conejo de la galera, aunque hablando de corrupción y herencia recibida, en el inicio de una de las más profundas crisis económicas del país, producto de la ineficaz conducción de su propio partido que parece olvidar que son gobierno desde hace casi tres años.

Y apurado desde “arriba” envió proyectos al Concejo Deliberante con tres años de atraso, porque hubiera sido bueno saber cuál era la declaración de ingresos de Petrecca y sus funcionarios y la totalidad de concejales allá por 2015.

De haber manejado todo en forma transparente como aduce, los escándalos no habrían sobrevenido. Y hoy Petrecca está en el puesto número uno provincial de los jefes comunales “poco prolijos” en la administración, por usar adjetivos benevolentes.

En este marco, Pablo Petrecca anunció: "Elevaremos al Concejo Deliberante un proyecto donde, tanto el Intendente como todos sus funcionarios, concejales, delegados sindicales, directores y miembros de Grupo Junín presentemos las declaraciones juradas patrimoniales de nuestros bienes y que estas sean de acceso público para todos los ciudadanos, estando a disposición en la web del municipio".

Con buen tino dijo que “esto que estamos haciendo no se hizo nunca en la ciudad de Junín y entendemos que es el momento propicio para que se debata, para que no haya dudas y la información esté al alcance de todos y que todos puedan saber y evacuar todas las dudas, principalmente los medios de prensa", aunque olvidó reconocer dos cosas al respecto: una, que nunca hubo tanta sospecha de corrupción como en su gestión y otra, que no brinda información a “todos” los medios de prensa por igual, sino a los que protegen su autotitulada “transparencia” por lo que deja de ser transparente, incumpliendo las normas legales del reparto de la pauta publicitaria, beneficiando a sus “militantes”.

Y como todo tiene que ver con todo, se mostró molesto sobre quienes pusimos en duda la transparencia de los procesos licitatorios, aunque sin embargo nos sentimos leídos y escuchados ya que (prometió) “estaré firmando un decreto donde toda licitación pública, repito, toda licitación pública, que se realice en el ámbito municipal va a estar informada también en la página web del municipio para que todos los ciudadanos puedan acceder a toda la información, de manera detallada”. Dejando en claro que se podía hacer más por la transparencia y no se hizo.

Ya sobre el final y en el marco de la pomposa exposición, Petrecca (después de tres años como intendente) presentó su declaración jurada, que seguramente deberá ser revisada por las autoridades encargadas del contralor estatal e incluso la oposición.

Respecto a la famosa casa, a simple vista pareciera que el valor inmobiliario (cuatro millones de pesos) no se condice con el del mercado inmobiliario, pero más allá de eso el jefe comunal no se hace cargo de la refacción fastuosa y pone en duda apreciaciones periodísticas, del mismo modo que el periodismo traza dudas acerca de sus cálculos.

Indica que sólo tiene un auto modelo 2013 y respecto a la casa da cuenta de su participación ganancial (50%) en la misma lo que hace un valor de dos millones de pesos.

Posteriormente, usó el recurso PRO de la victimización y expresó que “se han hablado muchas cosas, que la verdad me dolieron a mí y a mi familia. Por eso, además de mi declaración jurada, he decidido mostrar hoy los documentos de venta de mi anterior casa y el valor de esa venta que fue de 2.800.000 pesos, la documentación de un crédito hipotecario para comprar mi nueva casa, por 1.688.786 pesos y obviamente, el documento de la compra de esa casa por 4 millones de pesos, no 14 como se dijo” y añadió: “no tengo un cine en el sótano ni 14 aires acondicionados". En realidad son 12, Intendente.

De todas maneras, poco importa el detalle, sino su “vedetismo social” de armarse de una suntuosa vivienda a dos años de su gestión. Dando por tierra con el concepto de “gobernar con humildad” como le pidió la gobernadora. Tal vez su frustración haya sido que en lugar de salir en Hola!, saliera en SEMANARIO.

Igualmente, no aclaró cuantos aires acondicionados tiene, y demás detalles de confort, veleidades que no son propias de “un humilde servidor” como quiere aparecer después de cinco meses de que saliera a la luz su buena campaña ahorrativa.

Paso siguiente dedicó algunos minutos para referirse a "esa matriz de corrupción del gobierno anterior que hoy está investigando la justicia, somos el cambio y haremos que el ciudadano vuelva a creer en la política”, creyendo que la gente mira sólo la mitad del vaso y que no sabe que el propio Presidente de la Nación, tiene innumerables causas, de ayer y de hoy, que ponen en duda su propia transparencia.

Respondiendo a los periodistas presentes, Petrecca prefirió no hablar de la causa en que lo investiga la fiscalía, dijo ser un “perseguido por la prensa” y volvió a mostrar su costado conmovedor al sostener que “como todo trabajador y ser humano tengo derecho a descansar, irme de vacaciones o hacer otra cosa. Soy un trabajador de años que no vive de la política y que cuando me vaya de la política seguiré viviendo de mi profesión, tal como lo hace mi esposa. Venimos trabajando y ahorrando como lo hace cualquier pareja que tiene una proyección y hemos adquirido bienes y lo vamos a seguir haciendo”, demostrando que a diferencia de la mayoría, y aún en medio de la crisis, puede seguir ahorrando (como cualquiera), refaccionando y comprando bienes y demostrando con ello que no mira a la sociedad sino a su propio bienestar.

Lo que hoy muchos (erróneamente) entienden por “político exitoso”.

Aunque se lo escuchó repetir: “no soy un hombre de la política” y allí tal vez resida que no ha entendido la consigna de que llegó para mejorar la vida de la gente, no sólo la de él y sus allegados.

La casa de PaPel

En marzo, Semanario te contó detalles de la mansión a todo lujo del intendente Pablo Petrecca que llegó al poder de la mano de promesas de “austeridad” y “transparencia”.

EL TEXTO ORIGINAL FUE PUBLICADO EL SÁBADO 15 DE SEPTIEMBRE 2018 EN NUESTRA EDICIÓN IMPRESA