jueves 25 de abril de 2024

LOCALES | 20 sep 2018

editorial

Tiempo de responsabilidades

Rescatamos lo que nos parece bueno para el conjunto, como forma de replicar ejemplos que ayuden a crear conciencia comunitaria.


Por: Semanario

Creemos, como periodistas, que la responsabilidad es una de las mayores virtudes y que no puede faltar en un medio de prensa para informar sin vueltas poniendo énfasis en la verdad (sin usar su nombre).

Valoramos la política y seguiremos difundiéndola porque de ella se desprende la organización humana y cuanto más organización más posibilidades de bienestar encontraremos.

Caso contrario es lo que acontece por nuestros días, en medio de una crisis por algunos anunciada, por otros desoída, pero real y palpable para todos quienes asoman las narices más allá de su vivienda o su oficina.

“El Príncipe”, de la obra de Nicolás Maquiavelo, decía que “todos los Estados bien gobernados y todos los príncipes inteligentes han tenido cuidado de no reducir a la nobleza a la desesperación, ni al pueblo al descontento”.

Desesperación y descontento ya no pueden ser tapados por los desinflados globos y la verdad queda a la vista.

Y lo que se necesita es reaccionar y buscar estrategias que permitan sobrellevar la situación y darles soluciones urgentes a los más vulnerables, pero para ello hace falta reconocer los errores y realizar un curso veloz para liberarse de la pedantería con que la gestión comunal arribó hace tres años al palacio de Rivadavia y Benito de Miguel.

Recibimos como un hecho saludable para las instituciones que el intendente Pablo Petrecca haya tomado la iniciativa de promover ordenanzas que transparenten su gestión y si nuestra prédica periodística sirvió para llegar a eso, mucho mejor aún y puede estar seguro el Jefe comunal que seguiremos en la misma senda.

Esa misma que nos ha hecho crecer en forma exponencial y que se demuestra en la elección de nuestros lectores en el papel y en la web.

Y a pesar de que también tengamos que soportar intentos desestabilizadores, no nos victimizamos y seguimos apoyando responsablemente las voces múltiples.

Acudimos a escuchar a Carlos Garbe por el eco popular, ponemos en blanco sobre negro los despidos porque nos importan sea uno o veinte, caminamos la cooperativa ferroviaria buscando soluciones y tratando de sacar del cómodo sillón a la clase política local que parece estar padeciendo la modorra de la “panza llena”, vamos adonde nos convocan y convocamos, con el objetivo de visibilizar las cosas que nadie quiere ver ni mostrar, en un Junín que ya ha vivido en carne propia estas situaciones y que ha terminado empobreciéndose cada vez un poco más.

Rescatamos lo que nos parece bueno para el conjunto, como forma de replicar ejemplos que ayuden a crear conciencia comunitaria.

Bienvenidos aquellos que quieran salir del letargo que nos llevó a este estado de angustia y entendamos que la solidaridad sólo puede empezar por casa.

Y aunque parezca un contrasentido, será la política (no los partidos) la que nos una en comunidad a partir de la construcción de instituciones sólidas, sin individualismos, aunando criterios y haciéndonos responsables de lo que tendremos por delante, un panorama preocupante que habrá que enfrentar dejando de lado (al menos por una vez) los intereses individuales para aspirar a lo colectivo.

Sin ese norte, Junín seguirá siendo la foto oxidada de los talleres ferroviarios en lugar, por ejemplo, de la activa universidad regional, ese oasis del conocimiento al que la pedantería no ha querido abrevar y que sin embargo en estos tiempos de desconcierto también está necesitando del apoyo comunitario.

 

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