jueves 18 de abril de 2024

OPINIÓN | 15 oct 2018

MIRADA EXTREMA

El origen del caos


Escribe Andrés Rissolo, especial para Semanario

Dice el diccionario que “La teoría del caos” es la denominación popular de la rama de las matemáticas, la física y otras ciencias, que trata ciertos tipos de sistemas complejos y sistemas dinámicos muy sensibles a las variaciones en las condiciones iniciales y su comportamiento puede ser completamente determinado conociendo sus condiciones originales.

Pero hay quienes tiene la fórmula para manipular esta teoría y sacar de allí los más grandes dividendos que convertirán, a través del tiempo, en fortunas espectaculares para ciertas familias, que pasarán de ser de adinerados, acaudalados, millonarios, multimillonarios, dinastías, logias, etc. En definitiva, son “los invisibles” que detentan el poder.

El  25 de Mayo y el 9 de Julio son las dos orillas de la grieta, la económica y la política, que desde 1810 se proyecta en estas tierras. Es cierto que con el  tiempo hubo otros hitos históricos que pasan desapercibidos, pero que connotan no sólo la separación, sino que además denotan la supremacía de una sobre la otra.

En las cíclicas crisis económicas que sufre nuestro país, últimamente marcadas cada 10 años, la incógnita es tratar de saber por qué los distintos signos políticos no lograron dominarla nunca, por qué la Argentina permanece en el tercermundismo, y no deja de ser un país siempre emergente. Esto tiene su explicación: pero antes debemos abandonar ciertos infantilismos.

La economía nunca ha sido libre. O la maneja el Estado en beneficio de sus habitantes o la controla las grandes corporaciones. Que se sepa: tampoco hay Bancos Centrales independientes.  Además: los “representantes del pueblo” no tienen potestad para influir ni en las tasas de interés debido a la exclusión que le impone la “autonomía” bancaria. Lo que es peor: esto es así por una propia ley promulgada por el mismísimo Congreso de la Nación, rechaza las peticiones de los legisladores o del poder Ejecutivo. Y esto es legal.

Los “representantes” (diputados y senadores nacionales, por si no los identifica) han cedido al Banco Central las atribuciones de  emitir moneda, en definitiva han cedido la suma del poder público. Con representantes como éstos para que queremos enemigos.

La Carta Orgánica que rige al Banco Central de la República Argentina (Ley 24.144) define en su artículo 1° al Banco Central como una entidad autárquica del Estado nacional. En el artículo 3°, enumera los objetivos de esta Institución: “El banco tiene por finalidad promover, en la medida de sus facultades y en el marco de las políticas establecidas por el gobierno nacional, la estabilidad monetaria, la estabilidad financiera, el empleo y el desarrollo económico con equidad social.” 

En crisis como la presente y las pasadas, cuando es imperiosa la interposición del  Estado con políticas reactivadoras, las autoridades Bancarias sacrifican vidas y generaciones por el valor de la moneda y en estadísticas hablan de hambre y mortalidad infantil.

Mediante la política monetaria ahora dispuesta desde el exterior, se aplica la “negativa del Axioma de los Rothschild” lo que significa restringir el circulante, subir las tasas de interés, dar poco crédito, concentrar la riqueza y el capital y aumentar el desempleo, la caída de la clase media y la clase obrera, disminuyendo el poder sindical, aumentando la inseguridad, el clientelismo, la corrupción, fraude, etc.

Con ésta fórmula aplicada a todo gobierno que llegue al poder se puede controlar la agonía del país. La muerte no sería para nada conveniente porque no se podrían capitalizar la cantidad de dinero que paga un país en estado vegetativo. De ésta manera permanecerá en “Estado crítico”, en terapia intensiva, meticulosamente controlado para que no sufra ninguna mejoría.

Los representantes del  Banco Central están colocados por empresas transnacionales después de la “permisividad” de los representantes en cederles las llaves del poder. Los extranjeros aplican a rajatabla las directivas de Sir. Andrew Large, Director del Banco de Inglaterra, basado en las “Estrategias de Lord Robert Stewart” (1769 – 1822), vizconde de Castelraegh, quien afirmaba: “Dejemos que los nativos elijan sus gobiernos y tengamos para nosotros la hegemonía comercial del Río de la Plata”; y el 2º Axioma de los Rothschild que taxativamente impone: “Denme la emisión de la moneda y no me importa quien haga las leyes.” Clarito ¿no?

Nos encontramos entonces, ante un poder trasnacional desenfrenado por la aceleración de las fusiones entre empresas y alianzas, para alcanzar objetivos comunes, es por eso que el margen de acción de los estados es cada vez más limitado por acuerdos económicos internacionales, sobre los cuales los ciudadanos no son consultados ni informados.  La democracia es hoy una fachada para poder desplazar el poder real hacia los centros de control.

Los ciudadanos se reúnen a votar, pero sus votos carecen de valor, porque votan a políticos que no tienen poder real. Ya no existe la “izquierda” o la “derecha”, (¿leyó bien?) porque ya no hay programas políticos. Estos han desaparecido con la desaparición de la información. A partir de la década del ´90 la información ha sido sepultada de los medios de comunicación destinada al público en general. Al igual que las elecciones, los noticieros, han sido vaciado de todo contenido.

Con un oscurantismo informativo los hechos ocurridos en democracia que de ser ventilados provocarían una revolución, quedan en el más profundo de los ostracismos. El análisis periodístico especializado, así como las emisiones informativas, fueron prácticamente suprimidos. Las informaciones importantes quedan relegadas a la prensa escrita a una minoría lectora  destinada a  desaparecer.

El show periodístico montado por los publicistas, formadores de opinión, operadores de políticos y económicos, de imagen, apelan a triquiñuelas “non sanctas” patéticamente interpretadas por múltiples ignorantes, meretrices, vanidoso varios, millonarios con baja estima, esposas de millonarios, ineptos compradores compulsivos de premios, que por lograr los cinco segundo de fama por tratar  de hacer pasar por un comunicador social venden el cuerpo y el alma al diablo, y lo ayudan a dispersar y esparcir la densa niebla de la desinformación, porque ellos nunca sabrán la diferencia entre la verdad y la mentira. 

El poder económico proviene de un mundillo con un mismo ambiente social, donde se encuentran y comparten los mismos puntos de vistas e intereses, comparten la misma visión de un mundo “ideal” y es “natural” que ellos se pongan de acuerdo y sincronicen acciones hacia objetivos comunes aduciendo situaciones económicas.

Debilitamiento de los gobiernos, desregulación, privatización, desvinculación del Estado de la economía,  incluidos la educación, la investigación, la destrucción de las Fuerzas Armadas, y luego la policía, reducción de ayudas sociales para desesperar a la gente, y para que esta acepte trabajos a cualquier precio, impedir el aumento de reivindicaciones salariales, mantener salarios bajos, etc. son las eternas premisas.

La misión del Banco Central no es la de promover el bien común, sino el valor de la moneda.  Es un poder internacional que no responde a presiones porque es inmune a todas ellas.  Desde la política se profesa  “hay que participar, hay que luchar, hay que comprometerse,” pero una vez que asumen los “representantes electos “de las promesas realizada no cumplen nada. Porque sea cual fuere el impedimento se justificarán diciendo que “la situación económica” se los impide o que “nos gobiernan los mercados”.

Ahora piense ¿Dónde se encuentra la verdadera autoridad, en la Casa Rosada o en el Banco Central? Sir Winston Churchill solía decir que “la democracia es un sistema imperfecto, pero es el más perfecto de todos los sistemas políticos que hay”. La imperfección está dada en que pocos poderosos tienen más fuerzas que muchos votantes.

Hoy, en el mundo, el término “Democracia” enmarca al más dictatorial ente de control y emisión de dinero, que depende de un muy selecto y reservado grupo de funcionarios de Bancos Centrales, los mismos que controlan la vida en el planeta.

El caos es la complejidad de la supuesta causalidad en la relación entre fenómenos sin que se observe una traza lineal que relacione la causa con el efecto. Las minorías que proclaman sobre sus formas de vida alternativas, el derecho de los pueblos originarios, la disposición de los vientres, el matrimonio igualitario, son en realidad ítems de la digitada política decadente de la cual los poderosos ya saben cómo obtener rédito.

Por último, y como para tener bien marcado los límites, no es superfluo dar grado a esta noticia que los ignaros desconocen, la que advierte:

“Zambia corre el riesgo de perder su soberanía frente a China debido a su creciente deuda externa y las preocupaciones que genera en los donantes financieros internacionales su malversación financiera, reporta Africa Confidential. La creciente crisis de ese país africano se debe a la enorme deuda ante empresas y fondos chinos que no es capaz de pagar y podría provocar que deba entregar a Pekín la titularidad de sus infraestructuras de transporte y energía, así como el poder sobre ciertas industrias extractivas prometedoras.

DEUDA VINCULADA A PROYECTOS

Según este medio, la cadena de radiotelevisión estatal ZNBC ya pertenece a China, mientras que la eléctrica pública ZESCO —que produce un 80 % de la electricidad en Zambia— se encuentra en negociaciones para terminar en manos de una empresa china. Muchas de esas deudas están vinculadas a proyectos de construcción, que China aún financia porque obliga a Zambia a aportar un 15 % del presupuesto y, para cumplir esos compromisos, el país africano agota sus finanzas. Por esta situación, los chinos podrían decomisar esos activos si los dirigentes zambianos no pagan sus préstamos.

DONANTES INTERNACIONALES

Esta situación provocó que Reino Unido, Finlandia, Irlanda y Suecia retuvieran 34 millones de dólares destinados a apoyar partidas de Zambia para educación y asistencia social, ya que están preocupados por el posible uso indebido de ese dinero, según informó la ministra de Finanzas zambiana, Margaret Mwanakatwe. 

Cualquier viso de similitud con la realidad, corre por cuenta exclusiva del lector.

 

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