miércoles 24 de abril de 2024

CULTURA | 19 jun 2017

EDITORIALES DE JUNIN

El mundo de la literatura: los autores y sus hijos de papel

Hay una mística y un orden en la lectura de un libro que perpetúa su existencia. Junín no es ajena cuando se trata de la creación de obras que todo autor pretende realizar para expresarse, ser leídos e interpretados por la sociedad.


Por: Luciana Camarero

Ediciones de las Tres Lagunas y Editorial Rama Negra son dos casas editoriales en plena actividad. Lo que las diferencia es la trayectoria en años, pero el compromiso que manifiestan con cada autor que se acerca con el material, es el mismo. A su vez plantean una postura que está orientada al trabajo personalizado, dedicado y comprometido que, como todo proyecto independiente a las grandes empresas, se respeta religiosamente.

Semanario realizó entrevistas a cada representante de las editoriales para conocer más de cerca cómo es éste mundo cultural de la escritura, cómo se trabaja en nuestra localidad y qué influencia tienen las nuevas tecnologías en la producción física del libro.

 

ENTREVISTA A LILIANA PEDOGGI - EDICIONES DE LAS TRES LAGUNAS

-¿Cuándo empezaron y quiénes componen la editorial?

-Empezamos en el 2002 aunque a trabajar fuerte, editando, a partir de 2004. Arrancamos en ese momento yo y mi esposo Rodolfo Pedoggi (escritor) como un emprendimiento familiar. Seguí yo, producto del fallecimiento de Rodolfo, convocando a mi hija (Paula) quien en realidad es la responsable.

La editorial nace porque a Rodolfo le gustaba escribir y quería editar su libro. Así que un día viajó a Capital Federal pero se dio cuenta que era imposible. Entonces pensó en editarlo él y así fue. Después empezó a editar a otros y más adelante organizamos un certamen literario que fue muy importante, JunínPaís, y a partir de ahí nos empezamos a conectar con toda la región y direcciones de cultura.

En ese momento, se veía la misma necesidad que tuvo Rodolfo, de trascender, de que lo conozcan, de hacer conocer lo que había hecho.

Manejamos la región y gracias a Dios también el país. Somos una editorial de autor, los libros son de los autores, nosotros no financiamos las ediciones. Solo que empezamos viendo la necesidad que había en todos de poder publicar, y no 5000 libros como en Capital.

Cuando comenzó a funcionar el tema de las ediciones digitales, surgió de hacer ediciones cortas, desde cincuenta libros en adelante. Y yo creo que a pesar de que el país en ese momento estaba viviendo situaciones muy complicadas, es algo que surgió en el momento justo.

-Y ganas…

-Sí, muchas ganas. El trabajo editorial es apasionante, es maravilloso. Ahora, si pensás que del trabajo editorial te vas a hacer rico; no sé en otro tipo de editorial o cómo manejan el tema pero no era el caso nuestro. Estábamos imbuidos por otra cosa.

-¿Cómo se logra mantenerse en el mercado con una competencia de empresas monstruosas?

-No sueño competir, realmente no lo puedo ver así. No te olvides que un autor reconocido va a ir a esas empresas que le pagan para que escriba. Nosotros no les pagamos a los escritores, ellos nos pagan para que nosotros les hagamos el libro. Y tiene sus lados gratificantes porque que un escritor nacido en Junín, y actualmente radicado en Capital como Eduardo Cormick, edite con nosotros y su libro “El primer viaje” haya sido seleccionado en Telenoche para contar la travesía del proyecto Canal del Norte, nos llena de orgullo.

-¿Y cuáles son los objetivos?

-A nosotros la parte que hoy nos toca es la de charlar con la gente, leer los trabajos. Es la parte más rica de la editorial porque te crea una pertenencia, un ida y vuelta con el escritor. De pronto encontrás al escritor con oficio y también a la persona que le gusta escribir un recuerdo para su familia. Y eso es impagable, eso no tiene precio, no se le puede poner un valor.

-A diferencia de lo comercial, lo independiente se hace sin la intención de la ganancia. Muy por el contrario, la idea es obtener eso que tanto anheló en formato físico y que lo lean los seres queridos…

-El mejor momento para nosotros, independientemente del vínculo que se crea, es cuando vienen y les avisás que ya está el material, que ya tienen su hijo de papel… ver esas caras, esa sensación y esa emoción es un sueño. Es algo que no se puede medir con dinero.

-¿Qué relación tiene la editorial con los escritores?

-Tenemos escritores con oficio, otros que recién empiezan y otros que no se consideran escritores pero que quieren dejar plasmado el recuerdo de una vida. En ese nivel hay de todo tipo de material. Se los ayuda mucho cuando recién comienzan, aunque por lo general ya vienen armados los trabajos y se les da apoyo con las correcciones, la parte ortográfica, la repetición de palabras.

Se puede destacar que dentro del círculo literario en Junín, este año ya inició el ciclo de divulgación literaria en el Club Social, a cargo de Andrés Ruso. Las próximas dos ediciones están destinadas a Alejandra Pizarnik (viernes 23 de junio, a las 17), y Juan José Saer (en julio).

-¿Qué textos no editan?

-No seleccionamos. Cualquier persona que quiera tener su libro puede hacerlo. Por supuesto que hay libros que hemos tenido que rechazar porque realmente no estaban aptos para ser publicados, o porque les faltaba en la redacción o porque no eran correctos.

Prejuicios en la edición no hay. Hemos editado de todo tipo de religiones, por ejemplo. No editaríamos algo que vaya contra la iglesia o que sea proaborto, que vaya en contra del bien común o tergiverse el sentido de la realidad, así de manera indiscriminada; no lo haría por principios. Pero políticamente hablando hay de todo. No nos han llegado libros de cocina, no hemos editado con recetas.

-¿Cómo es la distribución?

-La distribución se deriva, se puede conseguir quien quiera hacerlo. Pero la mayoría tiene sus lugares donde venderlos, sus grupos, su pueblo. Ya tienen su ambiente.

-¿Cómo se desarrolla el trabajo y cómo se organizan?

-Llega el material y tenemos nuestro pequeño equipo integrado por corrector, diagramador, presupuestador. Ya tenemos los trabajos asignados y sabemos lo que nos toca a cada uno. Cuando se acerca una persona para hacer un libro viene con el material en un pendrive o cd. Y si vienen solo a consultar se les pide que al trabajo lo manden completo para presupuestar.

Después leemos el material y doy mi opinión desde el lugar de lector. En forma paralela ya se les da el presupuesto y ahí deciden si están de acuerdo o no. Después se cumple con el diseño de tapa, interior, imágenes y todo lo que necesite el autor.

-¿Qué expectativas tienen?

-A pesar de que es un momento difícil nosotros estamos trabajando, para lo que es una editorial así pequeña, tenemos mucho trabajo. Este mes tenemos ocho títulos en edición. Los escritores hacen mucho esfuerzo para poder editar.

-Muchos se acercan a editoriales de estas características por la accesibilidad…

-Yo creo que sí, porque comparan precios. Pero también comparan calidad, compromiso y confianza y ese vínculo que se va haciendo que es lo que marca la continuidad, muy distinto a Capital Federal donde sos un número más. El trato personalizado es distinto, es mucho más cálido. La editorial, además de editar, hace todo el trámite legal y de registro. 

-Que la gente siga eligiendo el formato físico y en papel destaca una resistencia… contra el mundo digital

-Sí, yo soy una convencida de eso. Nosotros, con la gráfica, estamos en tratativas de ver el tema de los libros por demanda para que sean vendidos en librerías importantes de Capital. Por ejemplo, que vayas a buscar uno de los libros que figura en el archivo digital y en 24 horas te lo entreguen. Subir el libro a internet puede ser una opción; quizás al escritor lo satisfaga porque obtiene respuestas, le escriben y para ellos es importante que los lean. Pero acá vienen y tienen el libro. Capaz piden cincuenta libros, pero está escrito en formato físico.

-¿Qué otras actividades promueven?

-Como editorial hacemos presentaciones de libros y en la feria el que quiere hace la presentación de su obra. Nosotros a la Feria del Libro vamos como muestra editorial, no vamos a hacer negocios. Si algún autor nos acerca sus libros y podemos venderlos al precio que ellos estipulan, no hay inconvenientes.

ENTREVISTA A MARÍA SILVIA BIANCARDI - EDITORIAL RAMA NEGRA

-¿Cuándo empezaron y quiénes integran la editorial?

-Arrancamos en 2015, somos bastante recientes. Es como un emprendimiento familiar. Yo soy licenciada en letras, mi marido es periodista y mi hermano está en Buenos Aires y se encarga de los trámites. El trabajo editorial sigue ligado a la gran ciudad, hay cosas que están ahí como la Cámara del Libro.

La producción y selección la hacemos entre los tres, yo le llamo el núcleo duro editorial.

-¿Cómo hacen para mantener este emprendimiento en comparación con las grandes empresas editoriales?

-En los últimos tiempos hubo un cambio en la industria editorial. Hoy tenés muy pocas editoriales que cada vez concentran más pero hay un resurgimiento de editoriales independientes que, incluso, se van agrupando. Hace poco acá en Junín estuvo La Coop, que es la cooperativa de editoriales independientes. Nosotros obviamente nos posicionamos desde el lugar de independientes sabiendo que no vamos a vivir de esto, pero sí que hay una convicción por sostenerlo.

-¿Qué observan en las personas que recurren a Rama Negra?

-Vemos que todavía, pese a todos estos presagios de la muerte del libro en papel y demás, ocupa un lugar importante en muchos sentidos. Entre los lectores que todavía buscan el libro en papel, pero también en el reconocimiento como autor. Y es el libro en papel el que tiene el lugar para convertirte en escritor, mas allá que eso no va en detrimento de la existencia de blogs y de otros soportes digitales.  También se encuentran grandes autores ahí, pero todavía hay una búsqueda porque hay un espacio para el libro en papel.

-¿Qué políticas de edición manejan?

-Para la mayoría de los libros que editamos, salvo que el autor prefiera otra cosa, utilizamos el “copyleft” que se contrapone al “copyright”. Es una licencia que te reconoce como autor de la obra, reconoce la necesidad de citar la fuente en caso de que se use pero no restringe la reproducción de las obras.

El derecho de autor supone que no se puede fotocopiar un libro, aunque todos lo hagamos. Con el copyleft y con estas licencias lo que se permite es la posibilidad de reproducirlo, siempre y cuando se reconozca la fuente de donde fue tomado. Tiene que ver con esta necesidad de democratizar la información. Sobre todo porque los autores que se acercan a nosotros son los que quieren ser leídos, no los que quieren vivir de la escritura.

Más allá de eso, si lo que se pretende es la difusión de una obra, el tema de poder hacerlo mediante estas licencias facilita, por ejemplo, que un docente pueda usar el material de una clase libremente y no esté recurriendo a la forma ilegal de la fotocopia.

-¿Cómo se plantea y difunde la editorial?

-Para nosotros las redes sociales son el lugar de difusión más importante y también nuestros espacios donde nos movemos están ligados a esto. Junín, por ser un lugar chico, el boca en boca funciona mucho. Si vos hacés un buen material y eso circula, eso replica después. Yo dicto talleres de escritura, en la cárcel y en la UNNOBA, y estoy todo el tiempo en contacto con la literatura y eso tiene que ver con una decisión de pensar a la escritura y la literatura como algo que tiene que estar en todos los espacios y no reducido a cierto circuito. Siempre pensando que la democratización de la palabra es nuestro lema. 

-¿Qué se fijan de un texto antes de decidir editarlo?

-Eso es muy importante. Para nosotros hay tres patas significativas. Primero, pensamos cuál es el objetivo de ese texto. Hay quien escribe porque realmente quiere hacer un trabajo de escritura, hay quien escribe porque quiere dejar un legado a su familia, que nos parece un objetivo totalmente válido e interesante. Entonces los textos son diferentes.
Lo que sí siempre avisamos es que nosotros no publicamos sin revisar los textos, para que estén bien cuidados. Esto no significa cambiar la obra del autor o decir que algo no es publicable porque existen diferentes objetivos.

Tampoco queremos ser el lazo típico entre el autor y la imprenta. Sino que lo que pasa por tus manos es porque lo vas a leer y vas a poner tu ojo en eso.

-¿Cómo se manejan?

-Eso es muy personal, que eso también nos importa mucho porque cada autor tiene su lógica. Hay autores que prefieren el trabajo en papel y en ese caso trabajamos con manuscritos. Si es digital mejor aún.
Incluso cuando el libro está terminado nosotros acompañamos las presentaciones, tratamos de articular y de generar una movida cultural. Entonces si un libro trabaja cierta temática y sabemos que va a haber una presentación relacionada al tema en algún lugar, buscamos de hacer el nexo y la forma de generar lazos.

A mí, por ejemplo, me encanta lo que es el armado de presentaciones porque es muy personal, porque cada libro se corresponde con un lugar, con un modo de presentar y pensar en ese conjunto.

-¿Se editan sólo autores locales o manejan otro circuito?

-Por ahora tenemos autores de Buenos Aires pero porque nosotros venimos de estudiar de ahí y nos han quedado contactos. Es todo un tema la distancia pero no perdimos el contacto personal, de acompañar la presentación y demás. Pero hasta ahora siempre fueron locales y de Ascensión porque tengo mi familia que es de allá.
Hay una intención de extendernos de manera regional pero también siempre hablamos de la diferencia entre engordar y crecer.

-¿Cómo distribuyen el material?

-Toda editorial independiente sabe que es la parte más difícil de la cuestión. Hay autores conocidos pero para los que recién arrancan existe cierto prejuicio: “es mi vecino, qué va a escribir”. Romper con todo eso es muy difícil. Entonces nosotros apostamos mucho a las presentaciones y para los que estamos en el mundo de la literatura la Feria del Libro es el evento del año. Y nos manejamos con las librerías locales porque son muy abiertas al momento de priorizar lo local, pero al lado están las grandes editoriales y sabemos que el número de ventas no es el mismo.

-La gente suele confundir “independiente” con menor calidad…

-Totalmente, y yo creo que es todo lo contrario. Lo que hay detrás de la gran industria editorial es una cuestión de marketing muy importante, escritos a pedido, cosas que en las editoriales independientes no pasa porque el autor que publica en ese lugar está buscando otra cosa.

-Cómo viene la convocatoria de la antología de cuentos

-Hablamos del cuidado de los textos, de la libre reproducción y la tercera pata que nos sostiene es la búsqueda de las voces locales que todavía no han surgido. O sea: tener la posibilidad de ser nosotros quienes seleccionemos los autores. Entonces abrimos esta convocatoria de antología de cuentos porque es el género que nos gusta leer y nos sorprendió leer más de cien textos de los que tenemos que seleccionar.

Pudimos hacer esta convocatoria porque el año pasado publicamos el diario de los juicios de la última dictadura acá en Junín, y el autor (Héctor Pellizzi) donó todas las ganancias del libro para un proyecto cultural que pudiéramos emprender nosotros para Junín. De ahí nace la convocatoria. Nos encontramos con muchos textos que tenemos que seleccionar; no podemos publicar cien autores, pero nos sorprendió el número.

-También editan una revista

-Sí, vamos por la cuarta edición recién porque no sale mensualmente. Sacamos dos por año. Incluyen dossier temático, entrevistas a juninenses reconocidos. A nosotros nos permite el contacto con periodistas, o con gente que quiere escribir sobre periodismo cultural.

 

 

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