Por: Semanario

La trenza judicial está a full en el tema de las causas por la empresa de gas durante el meonismo. Por ahora, está confirmado que sólo dos ex funcionarios irán a juicio oral a partir del 20 de noviembre: Vicente Griselli, ex tesorero de Grupo Servicios Junín, y Javier Gabrielli, ex secretario general del municipio.

Los otros dos imputados, en una causa paralela que también investiga el fiscal Javier Ochoaizpuro, son los ex directores Damián Itoiz y Carlos Albaqui, y aparece nuevamente el nombre del ‘Pollo’ Griselli.

Los puntos investigados giran sobre lo mismo: irregularidades en la empresa juninense, sólo que una está referida a la contratación de folletería para la campaña electoral 2015 de Mario Meoni y otras compras ‘personales’, mientras que la otra da cuenta de gastos excesivos en combustibles, también durante las épocas en que el ex intendente pretendía postularse para un cuarto período al frente del municipio.

Dado que todo tiene que ver con todo, los imputados y sus abogados (De Ciervo, Torrens y Maffia) y el mismísimo fiscal Javier Ochoaizpuro bregan por un juicio oral único. Para los cuatro imputados, por una razón de economía procesal, del derecho de defensa en juicio y otros argumentos legales. Pero la razón fundamental es que Vicente Griselli no sea juzgado dos veces: si enfrenta un solo juicio, puede llegar a quedar libre; si se desdoblan, no zafa de una pena mayor que lo llevaría a la cárcel.

Como en todas las historias, hay ganadores y perdedores. En el primer rubro, se encuentra el mismísimo Meoni, jefe político de los cuatro imputados, que no fue siquiera rozado en la causa judicial. Nadie lo señaló como jefe de una banda y ni siquiera declaró como testigo.

Los perdedores, casi los mismos de siempre: los vecinos. Esa plata mal gastada era de todos los juninenses, podrían haber significado mejoras en el servicio o más cuadras de gas. Y nunca jamás volverá a las arcas de donde salieron.

LOS JUECES…

Pero, a pesar de la fuerza que hacen las partes por llevar a un solo juicio las causas –la que tiene fecha para debate oral desde el 20 y la otra elevada hace menos tiempo- misteriosamente hay un juez que lo está impidiendo. Una y otra vez pone objeciones y palos en la rueda. Se trata del camarista Miguel Ángel Vilaseca.

La oposición a unificar las causas proviene de este magistrado, a pesar del acuerdo imperante entre los imputados, los abogados defensores, el fiscal, de cumplir con la garantía constitucional de celeridad y hacer un solo juicio en vez de dos, para no perjudicar a uno de los imputados. Pero en esta oportunidad, no se sabe cuál es el motivo del rechazo y los profesionales trabajan a destajo tratando de lograr que se realice íntegramente.

“El fiscal Ochoaizpuro tiene temores fundados en un juicio anterior a un ex intendente (Abel Miguel), del que participó Vilaseca y que terminó con la absolución. Por eso en los últimos días se apuró para hablar con gente de la Procuración”, aseguraron en los pasillos de Tribunales.

En estos casos, siempre es conveniente llegar a un juicio abreviado, para no permanecer una semana con audiencias y provocando dificultades en la actividad habitual de la Fiscalía, cuyo engranaje de funcionamiento sufre un deterioro.

“Esto se planteó también pero no lo aceptaron, lo que llama la atención porque ya estuvieron en un juicio donde un ex intendente fue absuelto”, repiten allegados una y otra vez.

Las explicaciones no parecen estar muy claras. Los abogados defensores recibieron como respuesta que es distinto el estado procesal de los imputados, pero los jueces hasta se negaron a brindar la posibilidad de una audiencia con vistas a llegar a un acuerdo abreviado, que evite la exposición oral en un juicio.

Todas estrategias judiciales, ambiciones entremezcladas y finales cantados, se conjugan dejando un interrogante menor sobre el futuro de los cuatro mosqueteros meonistas que se hicieron dueños de la plata de los juninenses. No obstante esta novela, no hay mucho para esperar. El o los juicios orales tendrán apenas para aportar alguna pena y tal vez, un tiempo de inhabilitación para ejercer cargos públicos. No mucho más. A simple vista muy poco, como cada vez que la clase política se pone en el ojo de la Justicia.

Mosqueteros a juicio oral. Javier Gabrielli, Damián Itoiz, Vicente Griselli y Carlos Albaqui.