miércoles 24 de abril de 2024

LOCALES | 1 dic 2018

concejal de cambiemos

Javier Belligoi: “Si no reconocemos nuestros errores, allanamos el regreso de los K"

Como “puro PRO” llegó al Concejo Deliberante representando al sector agropecuario. Hoy, a tres años de su ingreso, asegura que no irá por otro período en la política partidaria y reconoce que Cambiemos y la dirigencia agraria están en deuda con los productores, a quienes siguen agobiando con los impuestos.


Por: Semanario

Para Javier Belligoi, su motivación política apareció “a partir de la crisis de 2008 en torno a la protesta por la resolución 125 y ahí me di cuenta que trabajando ‘tranqueras adentro’ no era suficiente, porque no podía ser que una resolución de un funcionario se adueñara de tus sueños y proyectos”.

Hoy, el “agroconcejal”, como lo definen algunos, va por su tercer año en el cuerpo deliberativo y le contó a SEMANARIO que no tiene pensado seguir durante otro mandato.

Ingeniero agrónomo y productor, fue uno de los fundadores de la Asociación de Ingenieros Agrónomos de Junín, incluso ocupó la presidencia de la entidad que hoy espera a nivel provincial la colegiación.

Belligoi también participó de la Sociedad Rural de Junín y en 2014 decidió dar un paso más en su participación en materia política para “tener mayor influencia en la toma de decisiones”.

-¿Cómo llegás a concejal?

-Había ido a la primaria con Pablo Petrecca en la Escuela Nº 16 y ya nos conocíamos y me invitó a acercarme al PRO, lo cual hice más por lo local que por lo nacional. Me propuso participar y me comprometí a ayudarlo aunque tampoco tenía mucho tiempo para dedicarle y me sumaba al voluntariado semanal cada vez que podía. Así llegamos a 2015 y me ofreció un lugar en la lista, poco antes de la PASO; me explicó las posibilidades que había de llegar a concejal. Y lo dejé en manos de él. Las chances eran muy pocas en un cuarto lugar, pero sin embargo logré acceder a concejal cuando él fue elegido Intendente

-Un PRO puro dentro de Cambiemos.

-Sí, llegue a través del PRO.

-Te encontraste entonces con el Concejo Deliberante. ¿Era lo que te imaginabas?

-Por como llegué a la política no tuve experiencia de “comité”. Incluso el PRO era muy joven en Junín, un grupo reducido y yo no tenía la gimnasia política. Había participado de otras instituciones como la Sociedad Rural donde las decisiones se tomaban en conjunto y los intereses eran bastante comunes entre todos los que participábamos, por lo que al llegar al Concejo la cosa cambió y mucho. Hay muchos intereses, muchos egos y eso produce que las cosas se compliquen, se dificulte la llegada a consensos que, en entidades intermedias, es más fácil de lograr.

De todos modos, creo que no debiera ser así porque hay que anteponer el bien común a los intereses particulares, pero la política es diferente

-¿Cuándo hablás de bien común, en tu caso te referís al sector agropecuario o sería el bien público que es el que nos engloba a todos?

-Me refiero a la sociedad. Hay muchos ejemplos de “palos en la rueda” que Pablo (Petrecca) tuvo en la gestión, donde no primó el perseguir el bien común por una cuestión de especulación política. A eso me refiero, a lo que es la vida del Concejo Deliberante dentro de la discusión respecto a los proyectos que llegan y debemos tratar.

-¿Y cómo viviste estos tres años las políticas hacia el sector agropecuario?

-Interpreto que tuvimos una relación de (curva) “campana”. Quiero decir con esto que salíamos del gobierno anterior en una posición muy sometida, “ninguneados” y como culpables de todo y este gobierno de la mano del Presidente puso al sector en valor, lo promocionó como motor de la economía, le bajó a impuestos, básicamente retenciones, benefició en ese sentido un poco al bajar la carga impositiva que con el kirchnerismo era de las más altas del mundo. Todo ello con una caída de precios que se venía dando y que se siguió acentuando, ya que en 2015 la soja estaba algo más de 400 dólares la tonelada y ahora está alrededor de 300.

-¿Y cómo siguió?

-Y ahora con la crisis económica el gobierno tomó la decisión de volver con las retenciones, en medio de campañas muy complejas en cuanto al clima. Con inundaciones, sequías, sin poder redondear una evolución en los precios. La verdad las expectativas eran altas y ahora estamos otra vez en los inicios, por eso hablo de efecto “campana”. Además, quien nos metió en el conflicto de la 125 (Cristina Kirchner) el próximo año tiene chances de volver a ser Presidente de la Nación, por lo cual va a ser un año muy adverso para tomar decisiones de inversión a menos que pase algo raro y los precios mejoren como pasó hace más de 10 años y eso se torne en mayor competitividad.

-Y en materia política, ¿qué puede pasar en 2019?

-Será difícil porque se pondrán en ciernes dos modelos de país distintos, uno el de Cambiemos que su norte era dinamizar la economía, generar trabajo genuino, y por el otro el kirchnerismo que dejó un Estado enorme que no se puede sostener, ese proyecto de país que avasalla con todo, incluso con la Justicia. Es una amenaza muy fuerte para quien tiene que invertir en un país.

-De todas formas, la misma dirigencia agropecuaria que era parte del grito de 2018, fue convocada para hacerse cargo de la gestión de Cambiemos, así y todo hoy los productores están insatisfechos y tampoco se sabe cuál es el presente y menos el horizonte. ¿Cómo seguir apostando a este modelo?

-Hay una discusión muy fuerte en la dirigencia agropecuaria, en que no se supo despegar y poder diferenciarse al apoyar la institucionalidad de Cambiemos. La dirigencia quedó enredada entre defender la propiedad privada, que era el modelo que proponía Cambiemos, y al mismo tiempo ser críticos al marcar ciertas medidas que se tomaban y que alejaban a la administración de esos objetivos. Todo por miedo a beneficiar políticamente al espacio contra el que luchó durante mucho tiempo, como fue el kirchnerismo. Entonces, la dirigencia quedó en el medio y no supo salir de eso y por eso muchos productores no sólo están desilusionados con Cambiemos sino además con la dirigencia. El gradualismo terminó siendo nefasto en el desarrollo de la economía y hoy los productores son muy críticos y es la discusión que se está dando.

-¿Eso es lo que se ve también en Junín, donde este año se produjo la creación de una nueva asociación de productores que acusaban de tibieza a la dirigencia de la Sociedad Rural?

-Lo que sucede en Junín es fiel reflejo de lo que ocurre a nivel provincial y nacional. Ante la necesidad de criticar una determinada situación como los caminos rurales y una oposición híbrida de la Sociedad Rural de Junín, un grupo de productores se vio en la necesidad de hacer visible su descontento y su reclamo y armaron una nueva entidad como para accionar desde otro lugar.

SIN MIEDO A CRITICAR

-Siendo tan multifacético, como productor, ingeniero, ruralista y concejal, ¿a veces no te pasa que no sabés en qué lugar pararte?

-Mi posición claramente es crítica, no tengo miedo de decir que cometimos muchos errores de administración en la gestión por miedo a que vuelva el kirchnerismo. Me parece que si no decimos los errores estamos allanándoles el camino a la vuelta. Me parece que Cambiemos en ese sentido cometió varios errores como tener una postura gradualista en la toma de decisiones y la estamos pagando, no sólo en términos de humor social, sino en términos económicos. El gradualismo se paga con plata y como no había plata lo pagamos con deuda. En eso soy crítico porque de vuelta le estamos golpeando la puerta al campo para que vuelva a poner dinero y financiar esta salida del populismo que nunca termina de definirse porque el gasto público sigue creciendo, el déficit fiscal también, hoy los activos nacionales valen menos que en diciembre de 2015, la verdad que fue un efecto campana de nuevo, por no tomar decisiones más arriesgadas en términos políticos para tener un futro más claro. Hoy la situación no se termina de despejar y el escenario no es el mejor.

-Dentro de ese escenario, ¿te gustaría continuar en la política partidaria? ¿Seguir en el Concejo otro período?

-No, en el Concejo Deliberante no, es la primera vez que lo digo en forma pública aunque ya lo había comentado de manera privada. Cuando hablé con Petrecca le dije que le iba a dedicar cuatro años de mi vida a esto y lo voy a tomar como una etapa para aportar lo que mejor pueda. No pretendo hacer de esto una carrera y estar por estar. Que venga otro, lo que viví en las entidades intermedias, la rotación, la alternancia, es lo más sano que le puede ocurrir a una institución y no veo porque eso no puede ser también en la gestión pública.

-¿Cómo te sentís con esta etapa que cumpliste? ¿Qué te deja?

-Me deja, por un lado, haber conocido mucho respecto de cómo es la gestión estatal desde adentro, los tiempos, los mecanismos de toma de decisiones, muy diferentes a la actividad privada. Por otra parte, me hubiese gustado que en lo local, se solucionen los problemas que viene arrastrando el sector, hay cosas que se están logrando como por ejemplo obras como las alcantarillas de la ruta 188 (puente Lincoln). Me gustaría que se pueda concretar un cambio en la gestión de la red vial a nivel local, que es una demanda histórica de los productores y en cuanto a nivel personal, me llevo nuevas amistades, conocí a muchísima gente que de otra forma no podría haber tenido acceso, gente comprometida, honesta, con muchas ganas de hacer cosas. Y eso me da esperanzas de que como sociedad estamos creciendo. Porque esa gente no participaba y ahora lo hace, necesitamos eso, que gente nueva se empiece a involucrar en la cosa pública porque es la única forma que existe para que la democracia funcione y no esté cooptada por bandas que sólo quieren llegar al poder para enriquecerse. Debemos promover la democracia con república y eso es lo que hay que defender hacia el futuro.

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