viernes 19 de abril de 2024

LOCALES | 7 ene 2019

Ojos que ven

Pagamos pero crece la deuda ambiental

Los residuos, las lagunas, el agua potable, los desechos cloacales y el ambiente en general están siendo descuidados por una administración a la que sólo le interesa recaudar pero no prestar debido servicio, cuando lo que está en juego es la salud poblacional.


Por: Semanario

Los contribuyentes de Junín deben pagar tasas onerosas para la recolección de residuos, seguridad e higiene, ahora por el relleno sanitario, incluso por las tareas que realiza Obras Sanitarias que debieran ser las de llevarse las miasmas y ofrecer un eficiente servicio de provisión de agua potable.

Sin embargo nada de ello ocurre y mientras muchos son los que pagan, la prestación es absolutamente deficiente y mientras tanto la calidad del ambiente se deteriora, con la complicidad de funcionarios que hacen la vista gorda debido, primordialmente, a su incapacidad profesional.

Los que ocurre con el área de obras sanitarias municipales es escandaloso. Los líquidos cloacales que debieran ir a una planta de tratamiento, terminan siendo vertidos a cielo abierto tras la compuerta de desagüe de la laguna El Carpincho y sobre el Río Salado.

¿Se puede pensar en peor contaminación sobre un río?

La verdad es que no, pero desde casi siempre la caca de los habitantes de Junín ha estado una y otra vez contaminando todo, sin que nadie se haga cargo, por más que se trate de un hecho de suma gravedad.

En los tiempos de la gestión de Abel Miguel, y tras el fracaso del funcionamiento de la flamante construcción de la planta de tratamiento de líquidos cloacales, éstos iban directo hacia El Carpincho, aunque luego de reclamos varios por el disparate cometido, se emparchó una solución que fue realizar un “by pass” sobre la traza y desaguar la fuente de bacterias tras el tajamar, sin ningún tratamiento.

La gestión de Mario Meoni siguió en la misma línea de entretenimiento para la tribuna, y después de 12 años todo quedó tal como estaba en los inicios.

La actual administración, agregó un aditamento al “relato” y fue gastar dinero en hacer una evaluación de la planta que era bien sabido tenía vicios de construcción desde el mismo momento en que se construyó (la gestión del gobernador Antonio Cafiero) por lo cual, no iba a poder ser reparada.

Además, después de 30 años, se entendía que era un sistema ya obsoleto. Todos los entendían, claro, menos la administración Petrecca quien después del gastos de miles de pesos, no se ocupó más del asunto.

Algunas escaramuzas ensayadas por concejales de Chacabuco, para iniciar acciones legales al municipio local por contaminación, ya que la mierda de Junín va hacia el partido vecino recorriendo el Salado, quedaron en el olvido tras las elecciones de 2015, que pusieron al mando a dos intendentes del mismo color político.

Sin embargo, la carga contaminante no ha dejado de fluir aguas abajo.

AGUA QUE HAS DE BEBER

El destrato hacia las heces, por parte de Obras Sanitarias municipales, tiene un correlato aún tan grave como la contaminación generada por los desechos cloacales.

Cada vez se hace más notoria la sospecha acerca de la calidad del agua que tomamos y que es provista hacia nuestras canillas y tanques por la dependencia comunal.

Por más que SEMANARIO ha solicitado insistentemente que se dé curso al pedido de informes “unánime” del Concejo Deliberante (presentado a fines de junio de 2018) acerca de la potabilidad del agua corriente, desde Obras Sanitarias hace seis meses que evaden cualquier información y como no hay fecha para presentarlo, dejan bajo un manto de sospecha la posibilidad de que estemos tomando agua contaminada.

Recientemente, sendas informaciones dieron cuenta de casos similares en Rojas, donde el juez Juan Bazzani intimó al municipio a corregir el desfasaje y en Chivilcoy, donde también se lanzó el alerta recientemente.

¿Cuáles son las posibilidades de contaminación en el agua potable de Junín? Son varias.

En principio, la existencia de arsénico, un material tóxico que por encima de lo permitido por la Organización Mundial de la Salud (OMS), puede generar daños diversos en quienes lo ingieren.

Según la legislación argentina, cuando existe un sistema de distribución de agua por red, es responsabilidad del operador de la red, proveer a la población de agua potable.

No está permitida la libre comercialización de dispositivos domiciliarios para tratamiento de agua, excepto los autorizados por Salud Pública y que se emplean para disminuir la concentración de cloro y color o turbidez (aspectos estéticos del agua).

Hay organismos del Estado ocupados en ofrecer métodos para el abatimiento de arsénico en agua, pero el municipio local nunca ha manifestado su interés en conocer o proveer de este mecanismo y según los propios funcionarios, la solución siempre le ha parecido un “costo demasiando alto” al intendente y por ese motivo se procura silenciar los informes.

Pero no sólo de arsénico se trata; nitritos y nitratos son también una presencia peligrosa y se han encontrado en aguas de la zona con cantidades superiores a la recomendada por la OMS para el agua de bebida.

Como si con esto fuera poco, los investigadores están llevando a cabo análisis en la provincia de Buenos Aires para detectar en el agua de pozo la presencia de glifosato y atrazina, dos herbicidas de amplio uso para la agricultura extensiva, que se vuelcan por millones de litros en cada campaña y ya comienzan a aparecer en los cursos de agua subterránea que se ofrece en la red domiciliaria de agua potable en algunas localidades.

Por lo tanto, este tema, que debiera de ser tratado con absoluta seriedad y preocupación, sigue siendo invisibilizado por la actual gestión municipal, poniendo en riesgo a los consumidores, que son la mayoría de los habitantes de la ciudad.

LAGUNA Y RELLENO

La laguna parece parte del relleno a cielo abierto: botellas, bolsas plásticas, mugre.

Mugre humana que no se limpia, que no se previene. No hay control sobre la contaminación que se abate sobre las encadenadas de Junín, esto es Mar Chiquita, Gómez y El Carpincho.

Un reciente informe de investigadores de la UNNOBA advirtió sobre la presencia de bacterias del tipo ‘Escherichia coli’, las cuales pueden generar serios problemas a la salud.

Mientras la municipalidad promociona al grupo de guardavidas y da la bienvenida al Operativo Sol, es probable que el líquido vital no tenga la calidad apta para lo que se denomina “aguas recreacionales”, es decir para tomar baños.

Desde la comuna dicen que sí, pero no dan a conocer las muestras.

Por otra parte, la presencia de glifosato también está llegando a los espejos de agua bonaerenses, como ha quedado comprobado por distintas evaluaciones realizadas por organismos públicos y privados.

La presencia del glifosato, más allá de sus efectos en perjuicio de la salud, puede provocar masivas mortandades de peces, lo cual debiera ser un alerta para las autoridades locales que tiene en el pejerrey su máxima atracción de turismo invernal para el parque natural.

Por otra parte, el relleno sanitario, más allá del alto costo que genera y para lo cual fue creada una nueva tasa municipal, no presta la debida contraprestación ya que a los fines de la sostenibilidad, debieran iniciarse rápidamente acciones tendientes al reciclado de residuos ya que tal como funciona hasta ahora, no deja de ser más de lo mismo que existía, aunque se haya cambiado el alfombrado.

Por lo tanto, la deuda ambiental en Junín sigue siendo cuantiosa y no se muestra ni capacidad ni interés para revertir un proceso de singular peligro para todos los habitantes del distrito.

Vía libre 

El Gobierno de María Eugenia Vidal habilitó fumigaciones aéreas y terrestres con agrotóxicos sin restricción desde 1 de enero, a partir de la resolución N° 246-MAGP-18, publicada el 17 de diciembre en el Boletín Oficial bonaerense.

“Los lotes contiguos al área urbana, zona residencial extraurbana, área de población dispersa, márgenes de cursos o cuerpos de agua, zonas de bombeo, establecimientos educativos, áreas de esparcimiento y reservas naturales comprenderán la zona de amortiguamiento”, señala la resolución en su Artículo 1°, que continua diciendo en su Artículo 2 “en la superficie determinada como zona de amortiguamiento la aplicación de fitosnitarios deberá ajustarse a las previsiones del presente acto”.

En el artículo 5 de la resolución se estipula que "la aplicación de fitosanitarios dentro de la zona de amortiguamiento contigua a establecimientos educativos, cualquiera sea la modalidad de aplicación, deberá efectuarse fuera de horario escolar".

También serán “los profesionales ingenieros agrónomos u otro título equivalente matriculado, que intervengan en la zona de amortiguamiento” los que “deberán asistir a jornadas de actualización técnica específicas que determine la Autoridad de Aplicación”.

Sarquís ya había anunciado durante los primeros días de diciembre el acuerdo de pautas de aplicación de agrotóxicos en los distintos municipios de la Provincia, basado en un informe conjunto elaborado en julio pasado por los entonces ministerios (luego rebajados a secretarías) de Salud, Ciencia, Medio Ambiente y Agroindustria.

Los efectos de los agrotóxicos y del uso del glifosfato en la población han generado una constante polémica, con más de un 4 mil demandas en todo el mundo, presentando pruebas científicas sobre todo tipo de consecuencias a la salud humana, desde enfermedades en la piel a deformidades y cáncer.

 

OPINÁ, DEJÁ TU COMENTARIO:
Más Noticias

NEWSLETTER

Suscríbase a nuestro boletín de noticias