jueves 28 de marzo de 2024

POLICIALES | 13 feb 2019

VIOLENCIA DE GÉNERO

Colón: Pide que no liberen a su ex, preso por maltratarla, porque teme que la asesine


Sol Pollini vive en la localidad bonaerense de Colón, tiene 26 años y dos hijas, de 7 y 4 años. Tiene miedo por su vida y la de ellas. Su expareja, que la golpeó y violentó durante seis años, está detenido y teme que, pronto, sea liberado. Por ello, inició una petición en el sitio de change.org para que la justicia cambie la carátula de la causa de su agresor a "violencia de género", y el hombre quede en prisión preventiva.

El título de la petición subida a la conocida plataforma es "prisión para el hombre que me quiere matar". Fue firmada hasta ahora por unas 44 mil personas. Está dirigida al Ministro de Justicia de la Provincia de Buenos Aires, Gustavo Ferrari, y al Juzgado Correccional Nº 1 de Pergamino, donde su ex es tiene una causa por "daños y amenazas", que es excarcelable.

"Me siento en peligro", describe la joven en una charla con La Nación. Además, en una actualización desesperada en la plataforma subida por la misma Pollini, relata que el abogado defensor del agresor "lo quiere liberar" con la excusa de que ellos "siempre volvían" a juntarse. "Es una vergüenza, si volvía con él, volvía por miedo a que me mate", se defiende la joven.

Pollini trabaja como empleada doméstica en casas de su pueblo. "Nos conocimos hace 6 años -cuenta la mujer-. Al principio era peor, pero pensé que lo podía cambiar. No ejercía tanto violencia física, pero sí psicológica. 'Que sos una gila', 'que no servís para nada', me decía". Tuvieron una hija, que hoy tiene 4 años, y tiene un trastorno del espectro autista.

La mujer relata también que el hombre, Edgardo Marcellini, de 32 años, había estado preso por robo y por las denuncias de ella, hasta que recuperó su libertad en abril de 2018. "Hasta septiembre, octubre estuvo bien. Pero, trabajaba poco, empezó a consumir alcohol y cocaína, y a frecuentar a sus amistades. Cada vez se ponía más agresivo conmigo, cada vez se ponía más violento. Hasta mi nena lo rechazaba", señala Pollini.

A fines de diciembre pasado, ella decidió que el hombre se fuera de la casa porque la situación no podía seguir en esos términos de golpes, insultos y maltratos pero el agresor no aceptaba esa situación, y regresaba con más violencia.

LAS ÚLTIMAS AGRESIONES

"Hace dos fines de semana llegó a mi casa, rompió la puerta, y me agarró con mi nena en brazos. Me hice una bolita, llegó mi familia y zafé", relata la mujer.

El último domingo sucedió el episodio que terminó con la detención de su expareja. "Llegó a mi casa y yo no estaba, porque había ido a la casa de una amiga. Mi mamá y mis hijas lo vieron llegar sacado y se escondieron en una habitación. Desde ahí veían que él pasaba una cuchilla por la ventana, como en las películas, les silbaba y les decía que si llamaban a la policía iba a explotar todo", narra Pollini con angustia.

"Yo seguía todo desde la casa de mi amiga porque me contaba mi mamá por teléfono, pero ella me decía que no apareciera por la casa, porque estaba muy violento -prosigue su relato. Llegó mi papá y él lo quiso acuchillar. Hizo como que se fue y volvió más agresivo. Mi hermana llamó a la policía y se mantuvieron escondidos. Llegaron como siete patrulleros, con pistolas, como en las películas. Lo encontraron escondido en lo oscuro, con un cuchillo, y se lo llevaron".

La mujer dice que el hombre está detenido, pero no puede saber hasta cuándo. Si bien el fiscal Ignacio Uturry pidió prisión preventiva hasta que empiece el juicio, ella sentencia: "Yo no sé si mañana o pasado ando por la calle y me lo cruzo".

En la petición de Change.org, Pollini señala: "Necesito hacer presión porque si él sale me ponen un patrullero en la puerta 15 días, pero vivo en una zona descampada, a 50 metros de la puerta de entrada. Él se puede meter por la puerta del vecino o por el costado y matarme sin que nadie se entere".

Cuando se le pregunta qué espera para el futuro de su agresor, Sol Pollini se muestra compasiva: "Él fue una persona que sufrió mucho en su vida. Necesita un tratamiento o contención. Me gustaría que pueda recuperarse y yo pueda vivir tranquila. Pero esta relación no me sirve, me enferma y me hace mal. Era como que yo era un objeto. Él era mi dueño, yo era de él".

Fuente La Nación

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