viernes 29 de marzo de 2024

HUMOR POLÍTICO | 14 feb 2019

PAGINA AMARILLA

El Reino de Alexia


Por: Semanario

A Alexia le llenaron el rancho de humo. Enero pintaba complicado, y lo fue nomás. Es que los tributos están por las nubes y los de las afueras están por el piso. Miles y miles marchando por las calles del reino, también se multiplicaron por otros reinos, casi como un calco. Todos con el mismo reclamo y los mismos pesares.

Y todos los reyes con la misma respuesta. Ni mu. Alexia, fiel a su libreto amarillo, en esos días, no apareció por ningún lado. (Si no fue capaz de hacerlo cuando una sola de las afueras lo ‘invitó’ para que cambie unas palabras con ella, mucho menos espiaría un gentío semejante).

La prioridad de los de las afueras es la angustia por no poder llegar a fin de mes, de ver cómo el planeta se les vino encima. La prioridad de Alexia es su planeta: ver cómo hará para conservar el poder, ya que este año, su Concejo de Ministros reales, se renovará por la mitad, y diez puestos están en pugna. Cuatro de los nueve a renovar son del reino amarillo, hoy tan cuestionado y con razones de todo tipo. O sea, dos historias bien distantes, un despelote mundial, y una cuestión personal: la de él y sus sialexistas.

Aunque no lo diga, seguro Alexia está preparando su mejor cara, ya que el 12 de julio comenzará oficialmente la campaña electoral, donde seguramente volverá a intentar ser aquél que llegó al poder montado en su biciclo, con cara de nene inocente, y con aquella humildad olvidada por nuevos placeres. Empezó su movida recibiendo a Lombardus-doc con la idea de no despreciar a nadie –no está para tirar manteca al techo- y pidió ‘redoblar los esfuerzos para dar respuestas a los vecinos’.

Si, es hora.

Mientras Alexia se hace el gil, los de las afueras le recuerdan su pasado prometedor y su presente lastimoso: anduvo en biciclo,  se vendó los ojos y jugó al gallito ciego, se autorretrató infinidad de veces con victorias de reyes de reinos ajenos, hasta con cebras de papel; jugó al mentiroso-mentiroso; no atendió a los de las afueras, les negó entrevistas, se peleó con los retratadores ‘no amigos’ a los que prometió llevarlos a los tribunales. Hizo un Palacio privado en tiempo récord; sumó a su reino a parientes y amigos; concedió obras del reino a reyes sin chapa y sin honra y no pudo ponerse de acuerdo con su amiga, la condesa Laurrichini en el precio de compra del palacete personal. Dijo que haría una gestión de puertas abiertas, pero las cerró con su guardia imperial ni bien olfateó un reclamo. La última, se enojó con todos los de las afueras que no pagan los tributos. Le importa un carajo el por qué. Alexia dijo que los embargará. Punto.

Por todos estos ‘detalles’ y no por alguna cuestión política como él cree, los de las afueras están que trinan. El insiste que toda esa realidad es parte de un combo ‘armado políticamente por algunos intereses creados”.

Tiene razón. Todos fueron creados. Por Amarillo I. Todo. La tormenta y todo el desbole que vino después.

“Todo está guardado en la memoria, sueño de la vida y de la historia” reza una canción de unos juglares muy famosos que Alexia parece no escuchó nunca. Bah, no quiere escuchar a ninguno más. Ya bastante mal trago pasó cuando el aniversario del reino, el día que lo taparon con  una rechifla inolvidable.

Pobre Alexia, dicen sus sialexistas. “Algo habrá hecho” dicen otros, “Es que no hizo nada” cuentan otros: “Y si no hace nada, ¿para qué quiere seguir siendo rey? ¡Regalado es caro! Gritó otro, más lejos. Y el de la ventana, que no se pierde detalle de lo que pasa en el interior del Palacio se sumó al coro de lamentos y dijo: “No se olviden que es rey, y un Rey puede ser cualquier cosa, menos boludo”.

 “Mire, m’ijo, los boludos debemos ser  nosotros que cada vez estamos peor, y cada rey que elegimos la pasa bomba” dijo una viejita que pasaba por ahí.

 ‘Bueno, ¡cambiemos! gritó uno del fondo. ¡¿Eh?!...¡Ni en pedo!, le contestaron todos.

PetrEgo

Ajeno a los problemas mundanos, PetrEgo tomó dos acciones dignas de su estilo y sintonía fina. Encuestó a su gente para ver cómo va la cosa y anunció ‘casamientos emblemáticos en la laguna’.

No es cuestión de andar con chiquitas. No. A las cosas importantes no hay que dejarlas pasar. Sí, señor. Él quiere ser emblemático y Junín será sede de casorios porque si aquí hay algo que sobra es… es…, bueno, algo debe sobrar.

Parece que el programa del Registro de las personas ha decidido que quienes quieran casarse puedan optar por algunos ‘sitios emblemáticos’ de la provincia para dar el sí. ¡Y PetrEgo anotó a la laguna! Y aquí vendrán los tortolitos a la casa del pastor a jurarse amor eterno. ¡El amor nos conecta a todos!

Un pequeño consejito: no usen el espigón para las fotos, a ver si terminan en el agua. Ah… no olviden el repelente. Total, en las fotos no sale el olor.

Pero como en la vida PetrEgal no todo es cuestión de amor, sino también de sillón, empezó a medirse. O decidieron medirlo. Una encuesta hogareña comenzó a preguntar a los distintos usuarios de teléfonos fijos de la ciudad de Junín por sus preferencias. Desde por dónde se informa, por quiénes y qué piensa de determinados dirigentes, tanto nacionales como locales, con varias opciones.

Curiosamente, en la encuesta sobre qué piensa uno de PetrEgo, las opciones son varias, pero la primera pregunta versa sobre la… transparencia. Preocupados por los escándalos que le proporcionó el ‘Municipio modelo elegido de Cambiemos’ al poder central, quieren averiguar si el enojo y el recuerdo siguen presentes.

La casa-casón en tiempo récord, el tío Mingrino y todas sus obras; sus parientes en cargos públicos, las vinculaciones extrañas con el mundo de la construcción privada, el municipio de puertas cerradas, la falta de diálogo y acompañamiento, el ninguneo en la defensa de los intereses de los juninenses excluidos del sistema, el aumentazo de las tasas, etc, etc, etc. Comercios cerrados, inflación, desempleo, recesión, falta de oportunidades y un Estado ausente. El desbole es grande. ¿Hacía falta una encuesta para chequear entre opción 3 –malo-, y opción 4, -muy malo-?

Aunque PetrEgo no lo diga, sabe muy bien que la mirada de su gente  ya no tiene el candor que despertaba aquel joven político prometedor. Aquel  distinto, que llegó para cambiar la ciudad, como su jefe político, el capitán ‘Veto’ alias ‘Ojitos de Cielo’ que arribó para dar vuelta un país.

Lo dieron vuelta. Y PetrEgo aprovechó la movida, de paso para su propia voltereta. Tan rápida que ni se acuerda del pasado. Una pena que en la encuesta no hayan preguntado por la bicicleta y los pesares.

Entre las opciones de respuesta no había una que dijera: “Si desea insultar, presione cero”. Como la pobreza prometida.

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