En un año eleccionario los políticos cuidan el maquillaje y seguramente esto le pasó a la gobernadora María Eugenia Vidal, quien le exigió al ministro de Agroindustria, Leonardo Sarquís, que dejara sin efecto la resolución que había “fogoneado” junto a sus socios de las empresas de agroquímicos y que permitía fumigaciones a diestra y siniestra.

En el boletín oficial de hoy, se publica que “resulta lógico y necesario suspender la vigencia de la Resolución N° 246/18 a los efectos de unificar mecanismos de coordinación operativa y asistencia entre esta Jurisdicción y los municipios firmantes y los que en un futuro firmasen en pos de optimizar los canales de colaboración al efecto”.

Lo cual en su traducción vulgar significaría: “si no le damos bola a las quejas por enfermedades, muerte y contaminación de las zonas rurales, nos puede afectar el apoyo en las elecciones”.

Dicho esto, Sarquís (ex gerente de Monsanto) debió recular con la puesta en marcha de lo que acrecentaría el ecocidio que ya está generándose.

La aclaración implica que todo había sido coordinado de forma precaria motivado, tal vez, por presiones externas.

Oportunamente desde SEMANARIO habíamos advertido acerca de la maniobra que se había gestado y los problemas que traería.

http://semanariodejunin.com.ar/nota/5939/fumigacion_con_agroquimicos_un_orden_que_viene_de_arriba

Por lo que hace a Junín y aún sin mediar la resolución, los controles son prácticamente nulos y desde el municipio se incumple con las normativas implementadas hace ya varios años por el Concejo Deliberante.

Se fumiga en cercanías de escuelas y tampoco se controla la banda verde de 500 metros de sitios poblados, lo cual genera un fuerte riesgo para las comunidades, cuyos reclamos no son escuchados, por una gestión que nada gestiona.