miércoles 24 de abril de 2024

HUMOR POLÍTICO | 28 feb 2019

Página Amarilla

El Reino de Alexia


Por: Semanario

El 14 de febrero se festejó en el reino el día de los enamorados. Y Alexia aprovechó  la ocasión para mostrar el vástago en camino. Alexia III, aún en el vientre de la Reina del Reino, llegará cargado de ‘B’:  bendiciones y bienes.

No fue casualidad que Alexia haya aprovechado esa fecha para comunicar esa noticia real de familia feliz. Obedece a la lógica de un reino feliz, donde todo el mundo está feliz, ¡Muy feliz! Bueno, al menos su pequeño círculo, su mundo ideal.

En el otro, el real, ocupado por lo de las afueras todo es bien distinto. Con las tormentas de Amarillo I afuera y el ninguneo de Alexia adentro, todos están en la lona. Decenas de comerciantes del reino bajaron sus persianas, varios más no pudieron pagar los tributos y la inmensa mayoría se quedó sin acres. Muchos, sin industrias y trabajo. Mientras, el Reino de todos los reinos del Mundo visitó a Amarillo, y muchos se hicieron los giles, la realidad hizo y hace ídem con todo el mundo.

Alexia a esta altura precisaría una brújula. Que le marque el norte, el sur, el este y, de paso, el oeste. Así define un camino. El aparatito podría tener  indicaciones sonoras para ayudarlo. Por caso, un mensaje que le podría decir: "Señor Rey, ella es una de las afueras, atiéndala, por favor, recuerde que usted hace un par de años la buscó para el voto"... U otra que dijera: "Dígales algo, recuerde que ellos se quedaron sin trabajo", y cosas por el estilo. Pero no, Alexia no sale de su zona de confort ni de la comodidad de su reino. Ahí, en la isla de la fantasía, Alexia está feliz. Muy feliz.

No importa que todo el mundo trine de bronca, ni que el reino se haya apagado. ¿Dieron una vuelta por sus calles, un domingo cualquiera? ¡Da pena! ¿Dieron una vuelta por las afueras? ¡Da bronca! Nunca hubo tanta mugre, abandono, oscuridad, tristeza y comercios cerrados. Alexia y los amarillos llegaron al reino con un slogan que decía algo de una revolución de la alegría y dejaron a todos tapados de agua, en medio del río. Y sin salvavidas.

Por eso no se entiende de qué se ríe Alexia. No se puede ser feliz en medio del dolor ajeno. No es de buen rey, señor. No. Es como una patada en… el hígado. Podría probar aunque sea con un “cuánto lamento que aquello que soñamos haya terminado en esto” o algo parecido. Pero no, nada.

Bueno, así va la vida en el reino, pronto llegará el mes de marzo y con él nuevos problemas. Las clases de los pequeños de las afueras y las compras de sus pertenencias. Pero ya se verá, dicen que dice.

Alexia no quiere críticas en un año electoral y tal vez por ello decidió encarar una serie de obras en algunas instituciones educativas del reino, como techos, baños y etcéteras, que parece estaban medio goma. O del todo y por eso lo hicieron. Cuando se enteraron de la generosidad de su rey, algunos de las afueras aprovecharon y salieron a pedir por sus calles, donde quedan hundidos sus carruajes cada vez que llueve; otros por la basura tirada, otros por las luces apagadas, otros por los yuyales... bueno, de todo. Todos piden porque en todos lados faltan cosas y sobran pesares.

Parece que Alexia se enteró de ese montón de pedidos y estalló de bronca: no quiere que nadie arruine sus cinco minutos de pausa. Si hasta mandó a la guardia imperial a sacar al de las afueras que lo espía de la ventana cada semana. Habrán tardado cinco segundos en tirarlo al suelo y esposarlo.

El de las afueras, reducido, le gritó a Alexia: "Mirá si fueras así de rápido para todo, hasta capaz viviríamos como la gente".

Inmutable, en su despacho, Alexia sonrió. En su mundo feliz. “Hay de todo en la viña del señor. Algunos nacen con estrella y otros, estrellados”, dijo una viejita que justo pasaba por ahí.

PetrEgo

“¿Cómo es posible que no pueda hablar con PetrEgo?”. En estos tiempos y con tanta tecnología disponible no logro ubicarlo. Fui a la muni, nunca está. Pedí audiencia y siempre hay alguno antes. Visto que en persona la mano viene complicada, empecé a probar el mundo virtual. Ahí PetrEgo es un capo y no deja a nadie a pata. Entonces me inicié en la tarea de dar con él. No pensé sería tan complicado.

Arranqué con un mensajito de texto al celu que me dio cuando estaba en campaña y no sé si le llegó... capaz lo cambió. Después pensé que el mensajito es de viejos y PetrEgo es un tipo joven, por eso supuse nunca lo vería así que arremetí con el WhatsApp, pero descubrí que las dos rayitas azules del visto no es que lo haya visto, porque nunca me contestó.

Ahí se me ocurrió que el WhatsApp tampoco debe funkar con él, y debe ser por eso que una vecina lo encaró en el centro. O quién sabe, tal vez le chorearon el celu. ¿Y un mail? Eso seguro lo ve. Alguna compu en la muni debe relojear. Tampoco. Como seguía en bolas, le conté mi pesar a un amigo que me sugirió Twitter o Facebook. Ahí se me iluminaron los ojos. Si no lo veía seguro algún troll le pasaba letra. A varios les contesta por ahí, pero parece que a mi nada. Nada.

“¿Y por qué tanta insistencia?”, me preguntó mi amigo.  “Nada importante, sólo quiero preguntarle, pedirle, decirle que estoy medio arruinado y que le diga a su jefe que afloje con los aumentos y nos deje vivir. Quiero contarle 'cosas' como calles que se inundan, yuyales que se miden por metros, caminos que arreglan los propios productores; luces que se prenden de día y no andan de noche, cosas por el estilo. Mugre, más mugre; choreo, desboles los fines de semana. Cosas así. Nada, sólo eso. Ah, y que no se saque más fotitos  ‘supervisando’ obras para la gilada”. Basta viejo.

"Bueno, no hay que pedirle peras al olmo", me dijo. Fijate... PetrEgo se retrató con su esposa acariciando la panza el día de los enamorados; Vidal usó un establecimiento educativo para 'montar un jardín de infantes feliz para la tele'. En lugar de hacerlo con los pibes de ahí, se llevó los extras, que cuando terminaron de filmar degustaron manjares mientras los otros nenitos miraban la escena en un rincón, con una taza de leche y nada más..Y Macri-Gato la hizo mejor que todos: se floreó en el Taj Mahal, junto a Juliana y la pibita. Todos en sintonía con el amor.

Ellos están en otra cosa. ¿Entendés? ¿Cómo querés que PetrEgo te dé bola? No tienen tiempo para boludeces, me dijo.

Debe ser por eso que no logro ubicarlo. Él tan ocupado en su panza, y yo con boludeces. Sí, mejor no lo molesto.

 

 

 

OPINÁ, DEJÁ TU COMENTARIO:
Más Noticias

NEWSLETTER

Suscríbase a nuestro boletín de noticias