jueves 25 de abril de 2024

DEPORTES | 14 mar 2019

Ariel Pulido - Natación

La forma del agua

Este año decidió cambiar los regalos que acostumbra entregar. Reemplazó las habituales copitas individuales para los ganadores del torneo interno por un obsequio grupal que y el natatorio carecía. Hoy, los rompeolas brillan semicubiertos de agua. El día que Pulido hizo público el obsequio, los papás le preguntaron que más podían hacer por el lugar. Ariel les contó su sueño: techar la pileta, climatizarla, para poder entrenar todo el año sin parar.


Por: Javier Leguizamón

‘Es el estilo Pulido’. Generoso, que antepone los beneficios para el grupo antes que un logro personal. Así trabaja y por eso contagia. Ariel hace once años que entrena chicos en el natatorio de la AEFIP Junín y es de los que cree que no es necesario tener una pileta olímpica para ser Michael Phelps. No se queja por las carencias sino que les pone trabajo y más trabajo a lo que tiene. Y lo que tiene termina siendo un montón. Sus diamantes son producto la transmisión de sus conocimientos, y también de sus valores. Ahí está el valor del ‘estilo Pulido’ que hasta el mismo profe Sacco o García, emblemas de la natación argentina se lo reconocen acá y allá.

“El día que traje los rompeolas los papás se agarraban la cabeza. ¿Cómo no nos dijiste nada, sos un loco, qué precisás, en qué te podemos ayudar?” fueron algunos de los comentarios. Fue tanto el entusiasmo que generó que ahí mismo uno de los papás donó el climatizador y hubo otros que se ofrecieron a costear parte de la estructura metálica. Así, rápidamente se pidieron los presupuestos y lo que parecía una quijotada de Pulido tomó forma inmediatamente. No será la primera vez para este canoso profe de 54 años, cumplir un sueño para que los nadadores continúen trabajando en invierno. Si todo prospera, tal vez este mismo invierno, los chicos puedan nadar en la pileta climatizada, la tercera 'medalla' para él. Porque fue Ariel Pulido quien participó del sueño de techar la primera pileta en Junín, y pese a que un dirigente lo trató de 'pendejo loco', el club Junín hizo punta y también fue él, quien estuvo en el sueño concretado del Santa Paula. Y como no hay dos sin tres, su apellido pronto podría quedar inscripto en el cumplimiento de este, su nuevo desafío.

Ariel es un profe futbolero que un día 'colgó los botines' para cambiarlos por la forma del agua. Se cruzó en su vida Adolfo Pedernera, que lo hizo apasionarse del deporte que cautivó su vida hasta estos días. Tanto que hoy, ya jubilado, coordina un grupo de 8 jóvenes profesores en la colonia donde se encargan de enseñar, entrenar y mantenerles viva la pasión por la amistad, el respeto y la natación, en el mismo plano de igualdad. Cuenta tanto para el grupo nadar como levantar un papelito del piso o la silla luego de la charla.

El profesor Pulido lamenta que al verano le quede poco tiempo. Entre las 13 y las 15 entrena el grupo de jóvenes promesas y luego llegan los más chiquitos para rebalsar la pileta de gritos, risas y salpicaduras. Pronto comenzarán las clases, la pile ingresará en modo pausa y de ahí el sueño de contar con la estructura y el equipamiento para que la natación siga viva todo el año y no solo en las vacaciones. Pulido terminó de entrenar el grupo de 13, 14 de nadadores que está marcando un camino nuevamente para la natación de Junín. Salieron de la pileta Dante Cascella y Pilar Mansur, uno en aguas abiertas y la otra en pileta, dos grandes promesas que entrenan en una pileta chica, de solo cuatro andariveles y apenas 20 metros. Dante compitió en su segunda edición de la Villa Urquiza - Paraná con un excelente quinto lugar, mientras Pilar no para de mejorar sus registros.

Ariel entiende que es momento de recuperar el tiempo perdido. De achicar la brecha que quedó entre nadadores como Patricio D’Ottavio con 47 años, Fernando Lomagna, Juan Balbuena o Franco Castellazi, los mayores, a Dante, Pilar, Lucía Ferreri y varios chiquitos más, que tienen 15, 16. La ciudad se quedó sin nadadores por 25, 30 años. Demasiado tiempo.

-Hace once años que trabajás acá.

"Si, y con chicos, que son mi pasión, yo soy un convencido que la colonia debe cumplir la función de enseñar a nadar; pero el aprender a nadar conlleva una sumatoria de valores: tiene que ver con la seguridad, porque nadar salva vidas, pero nuestro trabajo suma en aspectos invisibles como la construcción de la autoestima; les da otro sentido a la formación; el deporte tiene reglas, les enseña a respetarlas, respetar a sus compañeros, a desafiarse, a tomar decisiones; a correr los límites basados en sus propias seguridades, porque los chiquitos que arrancaron con miedo a tirarse por primera vez a una pileta, y luego sintieron temor por pisar el barro de la laguna o superaron el temor al agua oscura, dejaron atrás tanto la pileta como un cruce, lo hicieron, no importa en qué puesto terminaron, demostraron que pudieron, que crecieron, y en ese proceso estuvimos nosotros, acompañándolos; acá en el club van encontrando dificultades que seguro se les presentarán en su vida y ahora, con su esfuerzo apuntalan su propio crecimiento, bueno, como todo ese trabajo todavía me apasiona, estoy acá".

-Y en ese rol de docente, profesor, entrenador, tenés un grupo variado y con varios que han empezado a 'hacer ruido' por sus performances.

"Obviamente que eso se ve, pero buscamos que todos traten de superarse, hay algunos que si pueden nadar diez largos, los forzamos a que hagan quince y a los que nadan en diez brazadas los 20 metros les pedimos que lo hagan en 7 u 8; es que la exigencia que les pedimos es la que van a tener en su vida, en el trabajo, en el estudio, ¿o no van a tener que estar sentados siete, ocho o nueve horas en una silla para aprender un libro? Y algo fundamental: que ellos crean que siempre es posible, el mejor ejemplo es mostrarles que es posible, todavía me emociona ver nadar estos 5 grupos todos juntos en la pileta, ver que uno aprendió a dar la patada correcta es tan movilizador como verlo a Dante que le gusta el agua abierta o a Pili la pile o a Iván Perkusic que también prefiere aguas abiertas pero todos se formaron como grupo, ése es el mensaje de superación. Somos mejores con el otro, gracias al otro".

- Y además, cada uno tiene una rutina personalizada

Sí, claro. Por caso ahora Iván competirá el 24 de marzo en Ramallo en una prueba de 7k y en función de eso vamos viendo, modificando tiempos y planificando un día a día para él. Aunque todos los chicos tienen algo en común, un buen deslizamiento, nadar bien estirados, eso tiene una razón física, cuando más estirado está y tiene un nado eficiente para no chocar al agua y para usar en su beneficio la columna de agua, si está relajado y usa la técnica, seguro se cansará menos y rendirá mucho más; eso es trabajo, entrenamiento, va a llegar cómodo y ahí habremos hecho entre los dos el trabajo correcto, y eso cuenta para todos, al margen de cualquier planificación individual….yo al igual que todos los profes estamos atentos a cada trabajo, así los nadadores se sienten importantes, cuidados, observados, buscamos agregarles un granito de arena a lo que ellos aportan".

"Uno de mis mayores orgullos fue ver, al finalizar cada cruce de la laguna, cómo los chicos se abrazaron, sonrieron y compartieron sin importar el puesto, ni de qué colonia o profe eran; ellos dieron el ejemplo, llegaron; el resultado fue anecdótico, cada uno dio lo mejor y eso es lo que cuenta".

¿Qué pasó que en Junín se olvidaron durante tanto tiempo de la natación, justo una ciudad rodeada de espejos naturales de agua y numerosos clubes con pileta?

"Entre algunos nadadores de 40, 30 y pico a los chicos de 15, 16 como Pilar, Dante o Lucía, creo que no pudimos o no supimos tener la motivación de hacerlos participar en objetivos como éstos; teníamos más nadadores en los noventa, nosotros por ejemplo, llegamos a tener 77 chicos y ahora la tendencia está volviendo a aquel entusiasmo: acá, con apenas cuatro andariveles y 20 metros de pileta, presentamos 17 chicos en el cruce de 5000 de este año; y casi 40 en determinado momento, entonces te preguntas ¿Es posible? ¡Claro que es posible! Solo hay que trabajar”.

- Pero no es sólo una cuestión de entusiasmo, ¿No? También precisás infraestructura y otros apoyos.

"Obvio, sí, mirá…teníamos más nadadores antes y una buena representación en algunas competencias de pileta como los 800 metros; los tiempos cambiaron, pero si todos nos hubiéramos puesto de acuerdo en trabajar el talento, en apostar a la superación, hubiéramos tenido torneos más exigentes, más ambiciosos, y los profes hubiéramos sido un poquito más ambiciosos en hacer nadar un poquito más a los chicos, hoy tendríamos una pirámide con base más ancha”.

¿Por qué no podemos soñar con que Junín tenga su propia pileta? Lugares tenemos de sobra, en el medio del pueblo, el Complejo Ferroviario, habría que soñar, proyectar, un buen natatorio, con una pileta de 50x25 para todos, para la gente de la tercera edad, para los atletas, para los chicos…¡ todos podrían usar un complejo así! .. Mirá –reflexiona, entusiasmado- con 20 andariveles y 12 horas, podrían pasar 1.500 personas por día por un lugar así. ¿Te imaginás?”

“Tener un natatorio nos elevaría notablemente. Mejoraríamos en salud; la gente ahorraría en medicamentos, tendría mejor calidad de vida, sería soñado lograr algo así y que muchos tengan acceso; se abrirían paso los torneos, se podrían homologar marcas, los nadadores tendrían un sitio de privilegio para entrenar; en fin, innumerables beneficios, algo así merecería que se ponga como bandera para que todos vayamos atrás".

-Ahora hay una camada que apuntalar para mantener el sueño vivo.

“Hay chicos acá, conmigo, como Dante, Pilar, Iván, Anahí, Santiago del club Junín, Lucía con el profe Diego Cuadrado, y varios más, podríamos juntar 20, 25 chicos que mantienen la natación viva, debemos apoyar eso, apuntalarlos, hay que ponerlo como vidriera para contagiar el entusiasmo que tienen para que todos los demás puedan ir atrás, aunque lamentablemente hoy Junín no cuenta con la posibilidad que puedan ir a nadar; imaginate si hubiera un lugar con las comodidades para hacerlo, el potencial que tendríamos sería fenomenal. Y si bien Dante y Pilar forman parte del programa ‘Jóvenes Promesas y por eso podrán ir a entrenar al Santa Paula y yo podré supervisar el trabajo allí, me preocupan los otros chicos; que no tienen la posibilidad, como Sofi, de once años, el próximo talento que no tiene su lugar”.

-Y si no hay lugares para potenciar esos desarrollos futuros, podría repetirse esa caída de entusiasmo de la que hablaste…

“Es que es sencillo, todo es trabajo, es un proceso: nosotros, nuestro equipo Valentina Matilla, Agustín Bonasi, contamos con el apoyo de Carlitos Guerrero en el complemento de gimnasio, pero hay que iniciar otro proceso, años de preparación para ponerse a punto, en estas edades hay que empezar a armar algo, si es lo que los chicos pretenden, pero si lo quieren, hay que tener el acompañamiento debido, nosotros arrancamos y no teníamos pileta climatizada, acá trabajábamos desde noviembre hasta marzo y luego íbamos a entrenar a San Nicolás, a Chacabuco hasta que recién en el 94 se abrió Santa Paula; también el Cruce de 5000 metros estaba a mediados o fines de febrero, parece un detalle, pero para quien no tiene pileta climatizada es un dato importante”.

Pulido sigue con su propuesta: tratarse bien, reunirse y trabajar. Que los chicos griten en el agua; “Si vamos con 70 chicos a un cruce, significa que hemos trabajado” resume.

-¿Has sido consultado de otros lugares, no tus pares, sino la Municipalidad por caso, para que realices algún aporte o la observación de algo para mejorar del mundo de la natación?

“Me siento un apasionado de la natación, tengo canas, 54 pirulos y todavía tengo ganas de dar clases; hago lo que me gusta; estoy dispuesto a ofrecer mi pensamiento y de hecho lo he transmitido oportunamente con algún proyecto que he acercado, pero bueno… yo creo que todos los chicos tienen que participar para que se sientan parte importante; sería bárbaro tener un equipo único, que represente a la ciudad; antes había cinco piletas que competíamos: Social, Junín, Newbery, Automoto y Sarmiento, hubo un momento que Baigorrita empezó a trabajar y se convirtió en un lugar muy importante…por eso, si hay trabajo, el trabajo solo habla, acá no tiene que haber una competencia entre nosotros, debe ser de los chicos para mejorar el nivel, para que la ciudad esté mejor representada; soy optimista porque trabajo con 8 profes como Tomás Lobato, Valentina Matilla, Camila Saavedra y Sebastián Matilla, Franco Castañón y la profe Manuela Lorenze, hoy reemplazada por Emilia Barri y en el grupo más grande trabajan Nico Bonet y Agustín Bonacci, y todos trabajamos juntos y no importa que yo sea el Director de la Colonia, somos un equipo de trabajo, y los equipos son los que hacen las grandes cosas; si nos ponemos firmes para superarnos, la superación viene sola”.  

“Creo que podemos construir una sociedad mejor, porque lamentablemente entre todos la hemos hecho mal, pero somos muchos los que intentamos hacer las cosas bien, y la gran mayoría somos buena gente, es cierto que algunos hacen las cosas mal y hacen mucho ruido, pero a los chicos hay que mostrarles el camino correcto, el esfuerzo y el trabajo, que son la guía para conseguir los objetivos”.

 Este amante del agua y formador aprovecha cada resquicio para sembrar la semilla no sólo de técnicas de nado. Los valores de amistad, compañerismo, respeto y cariño valen tanto como la brazada correcta. Tiene bajo su ala un nutrido grupo de nadadores que están para cosas mayores y lo sabe. Por eso intentará concretar el techado de la pileta y poder trabajar todo el año, para que esa pirámide que empezó a ensancharse, no pare de crecer. Para no darle lugar a la aparición de viejos errores, para que el sueño no se detenga.

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