Murió Mario Salino, el regularista de excepción que tuvo la ciudad, el hombre reconocido en todo el país y el exterior, y uno de los referentes de la actividad. Un apasionado de los autos, el detalle y también la radio, que abrazó con pasión para difundir su actividad fierrera.  

"Mientras pueda sentarme en la butaca, no me importa qué tenga" dijo hace poco, mostrando su espíritu inquebrantable, el que tuvo hasta sus últimos días.

Luego de soportar una larga enfermedad, partió 'El Brujo del Tiempo' como lo llamaron algunos de sus amigos. El tipo que supo cuándo acelerar y en que momento frenar para que el crono lo tuviera bien arriba. Todo el pueblo fierrero va a extrañar al hombre que puso a la ciudad de Junín, en la cima de las pruebas de regularidad, el que innovó y difundió las carreras con todo el cariño, el mismo que ahora sus amigos le profesan en la despedida.

Q.E.P.D. Brujo del tiempo.