Por: Semanario

Casi de manera cotidiana, la gestión del intendente Pablo Petrecca da una muestra de desprecio hacia la gente. La insensibilidad manifiesta ya parece una cuestión crónica de esta administración que lleva tres largos año de dislates.

El turno fue otra vez para el Cementerio del Oeste, donde quienes van a honrar a los muertos se encuentran con escenas terroríficas que hablan de la poca empatía de este gobierno de gente enfrascada a tal punto en sus celulares y computadoras que pareciera no salen a la calle a ver qué pasa.

Después de que SEMANARIO publicara en el mes de enero las muestras gráficas del estado de abandono de ambas necrópolis, la secretaria de Gobierno Agustina de Miguel anunció en el pasado marzo que se comenzaría con “las obras”, aunque se trataba en realidad de una remoción hasta tanto se liciten los trabajos.

Lo que se hizo, según pudimos confirmar tras denuncias de vecinos, es destrozar todas las lápidas sin más miramientos, dejando semejante “paisaje” a la vista de todos. Ni se le ocurrió al funcionario a cargo, cerrar el paso de la gente con paneles para dar un marco de menor desaprensión.

A la vista de todos, la escena de una película de terror, explica la falta de capacidad en este y tantos otros temas que hacen a la calidad de vida de los vecinos, algo bastante devaluado ya con los desórdenes de los respectivos mandatarios de Nación y provincia.

Una falta de respeto que llega hasta quienes construyeron la historia que estos mismos, intentan –vanamente- reescribir. Y no es poco.